Este artículo me ha llevado a recordar tantos otros del resultado de una riqueza súbita, que suele ser su pérdida y acabar en peores condiciones financiera al cabo de pocos años, también a recordar el libro de Principios de Ray Dalio, con su razonamiento acerca de como ganan y pierden su riqueza los países.
Si la educación, disciplina, espíritu de trabajo y sacrificio que inculcamos a las generaciones que nos van a suceder son bajas, su futuro financiero es predecible y malo.
Seguramente hay una serie de umbrales, que desconozco cuales son, que marcan la diferencia. ¿Cuántas horas semanales de estudio son las mínimas aceptables?¿Tolerar el fracaso escolar es aceptable?¿Cuántas horas de exposición a juegos, móviles y TV?¿Cuál es el límite de capricho que es aceptable?¿Que grado de participación en tareas domésticas es el umbral mínimo?¿Cómo evolucionar esos valores / comportamientos con las edades?
Sin respuesta mágica, si hay líneas claras, el artículo recorre la decadencia de una saga de la máxima riqueza a la quiebra. Por otra parte es de notar que los estudios muestran que la pendiente del aumento de felicidad con el aumento de riqueza es inverso.
En el caso de los países es peor, a partir de determinado valor umbral el aumento de riqueza disminuye la felicidad, no me atrevo a decir que genera infelicidad, aunque el autor lo haga.
https://www.expansion.com/2013/11/27/economia/1385544462.html
La persecución sin límites de confort en la vida de hijos, familia o país tiene consecuencias indeseadas.
Extraido de: Happiness and Life Satisfaction - Our World in Data
Para ayudar a quienes quieran argumentar contra lo anterior, Forbes tiene una recopilación de estudios que lo discuten:
Sean felices, con subidas y bajadas.