Buen chiste de ingenieros, Emgocor, resalta su lado práctico y lógico.
Conozco otro chiste, este con sal más gruesa, sobre ingenieros aeronáuticos, donde nuevamente se demuestra que con soluciones sencillas pueden arreglarse los problemas, plenamente aplicable a la inversión. Es muy viejo, por lo que pido disculpas por si ya es conocido.
Examen final de carrera de ingenieros aeronáuticos. El aula llena de alumnos angustiados. Entra el profesor y el servicio auxiliar reparte una hoja a todos los alumnos con las especificaciones técnicas de un Boeing 747.
Toma la palabra el profesor tras saludar a los alumnos y les explica que tomen nota de la pregunta con el problema que han de resolver:
“Tenemos un Boeing 747 en el inicio de una pista de despegue de 5.000 metros, con una tripulación que en conjunto pesa 748 kilos, posicionada en cabina y sub cabina inicial. El avión opera con una carga de capacidad total, tanto de pasaje como peso, los depósitos llenos. La temperatura en pista, constante, es de 23 grados, fuerza del viento de 1,8 metros por segundo, presión barométrica de 1.013 mbar, son las 11 de la mañana. Sobre los datos del avión, encontrarán en el folio que se les ha aportado todos los tecnicismos necesarios. La pregunta a resolver de este problema es: ¿Qué edad tengo yo?”
Al instante se produce un murmullo generalizado en la clase, de indignación, de incredulidad. Y sin dar tiempo a las justificadas y airadas protestas del alumnado, desde el fondo de la clase se alza un brazo, agita la mano, y se escucha un “yo, yo, yo se la respuesta”.
- Yo se la respuesta, profesor, Ud. tiene 44 años y le digo más, los cumplió ayer.
El profesor, estupefacto, felicita al alumno por su acierto, solicitándole que explique a sus compañeros los cálculos realizados.
- Muy sencillo, profesor, ayer fue el cumpleaños de mi primo Gorka, tiene 22 años y es medio gilipollas.