Buenos días,
Llevo tiempo queriendo aportar algún granito de arena a este foro que tanto me ha enseñado. No voy a hablar ni de la bolsa ni de la economía, simplemente quería compartir algo que considero muy importante y que a veces se nos olvida, es una pequeña reflexión que puede servir como cura de humildad.
A lo largo de la vida he tenido la oportunidad de hablar con muchas personas, aunque solo tengo 31 años, y aunque no siempre, a veces creo percibir, puede que en algunos casos erróneamente, que las experiencias de vida que muchos me cuentan están un poco distorsionadas ya que parece que en los casos de éxito es el individuo el único que se ha esforzado y que solo ha dependido de él dicho éxito. Es ahí donde quiero ahondar un poco ya que parece que tendemos a olvidar muy rápido lo que otras personas han hecho por nosotros, la suerte que hemos tenido o el mero hecho de nacer donde hemos nacido, para ello me gustaría contar un poco algunos eventos que me han marcado, algo entraré en detalle así que espero compartir algo interesante, si no, disculpas de antemano:
Mi padre fue ingeniero y mi madre es médico, desde un principio tuvieron claro que la educación es un pilar fundamental para el crecimiento de un niño (cosa que agradezco infinitamente), gracias a ellos fui a uno de los mejores colegios públicos y tiempo después al que en su día fue el mejor instituto público de Madrid. El otro día escuchaba un podcast, no recuerdo dónde, pero hablaba sobre que lo que realmente le interesaba a Harvard era conseguir que los mejores alumnos fueran a estudiar a sus facultades y no los mejores profesores, como a primera vista podría parecer más lógico y lo relaciono con mi niñez pues tuve la suerte de ir a una clase donde competíamos por sacar la nota más alta, estudiábamos durante horas y horas incluso durante la primaria. Recuerdo a niños llorar por sacar un 9, o competir por quién terminaba antes el cuadernillo Rubio de cálculos matemáticos, era un orgullo ser el primero en levantarse, entregar los deberes al “profe” y salir 5 minutos antes al recreo.
La mayoría de las habilidades de un niño se desarrollan a temprana edad, creo recordad que hasta los 13 años y es importante que se desarrollen al máximo, no insistiré más en la importancia de que se desarrollen en un buen colegio. A los 14 años me cambié al instituto, otro acierto por parte de mis padres, que por aquel entonces ya llevaban 2 años separados, de aquí lo que recuerdo es que con 14 años tuve que hacer yo la mayoría de los papeleos para el cambio, llevarlos a casa, que los firmasen…mis padres me dieron bastante independencia desde un principio, cosa que vuelvo a agradecerles, incido en esto ya que actualmente trabajo en una Universidad y veo como jóvenes con unos 20 años vienen con sus padres a que éstos les solucionen los problemas relacionados con becas… (este último tema daría para un post el solito, pero dejémoslo aparte).
Más tarde, y ya para terminar, por 2014 con la gran bajada de precio de los pisos, al menos en Madrid, vimos entre mi hermana y yo una ganga que no pudimos dejar pasar, solo teníamos la mitad del dinero entre los dos, así que pedimos dinero prestado a mi padre, mi madre y a mi tía. En esa época yo estaba terminando la ingeniería, trabajando y cuando compramos el piso nos pusimos a reformarlo y adecentarlo casi todo por nosotros mismos ya que estábamos “pelaos” para después poder alquilarlo. Recuerdo salir del trabajo y, mientras caminaba hacia el piso para ponerme a trabajar en él toda la tarde, gritarme a mi mismo mentalmente: ¡Fuerza, Fuerza, Fuerza!, ya que a las 21:00 me tocaba salir pitando, hacerme la cena, y después ponerme a terminar el proyecto fin de carrera, que por aquella época eran proyectos de unas 1000 hojitas.
Después de esta pequeña historia, algunos pensaréis: qué me está queriendo decir este tío. He contado todo esto, para que veáis que no hubiera podido hacer nada de ello sin la ayuda de los demás, y que aunque yo me haya esforzado, hubiera sido totalmente imposible sin personas a mi alrededor. Me da rabia que personas que han ido a los mejores colegios y universidades y que después sus padres les han pagado un master de 60.000€ digan que el sueldo de 4.000€ que han conseguido es mérito suyo porque se han esforzado mucho, y que se olviden de que gran parte de su mérito es gracias a otros. Esto se puede extrapolar de muchas maneras, me gustaría conocer si tenéis historias parecidas o si estáis completamente en desacuerdo con lo que comento.
Creo que todos tenemos que agradecer a alguien por el mayor o menor éxito que hemos tenido, y el que después de hacer un ejercicio de introspección siga pensando que no debe nada a nadie, que se acuerde de como vino al mundo.
Es el primer post en el que escribo tanto, la escritura no es uno de mis fuertes, espero que se entienda y allá sido agradable. Un saludo.