Todavía no ha salido el sol, y me hallo buscando citas sobre la humildad. No es que haya pasado mala noche, ni que haya tenido un probablemente merecido baño de la misma, que sin duda, antes o después tendré. Simplemente buscaba que habían dicho hombres más inteligentes que yo de la palabra que me viene a la cabeza cuando pienso en Luis. Humildad.
Tras un duro día de trabajo, Luis ha tenido la generosidad de sentarse delante del ordenador y responder con cuidado esmero a las ráfagas de ametralladora a las que se ha visto sometido. Me quedo con la sensación de que debería haberle preguntado más cosas, de ahondar en la mente de un hombre que se sabe a si mismo vulnerable, que se reinventa y aprende, que no tiene reparos en reconocer que uno no sabe de todo, y que tampoco tiene porque hacerlo.
En un mundo de machos alfa, donde la duda es síntoma de debilidad y un laurel de poder pesa más que una biblioteca entera, encontrar mentes curiosas, críticas consigo mismas y lo suficientemente honestas como para saber que lo que sabemos es despreciable comparado con la inmensidad de conocimiento que hay en este mundo, es un cálido refugio en un mundo que no se hiela ahora, sino que siempre ha sido, es y será gélido en este sentido.
Espero que disfruten de la entrevista de hoy, y que se atrevan a preguntar, todo lo que a mí se me quedó en el tintero.
Por cierto, se me olvidaba que esto empezó con una cita….de entre las muchas disponibles me quedó con esta….y muchas gracias Luis.
El secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad. Ernest Hemingway.
Cuéntanos algo sobre ti, ¿donde naciste, que estudiaste?
Nací en Barcelona. Los oscenses nacemos donde podemos, no siempre donde queremos. En serio, es una ciudad fantástica. Buffett les dijo a sus padres, con apenas cinco años, que sería millonario. Yo también cumplí una promesa similar, aunque con menos ceros a la derecha, a esa misma edad les dije a mis papás que sería médico. Acabé siendo dermatólogo.
¿Cuáles son tus hobbies?
Me apasiona todo. Tengo presente las palabras de Letamendi, aquellas que dicen que un médico que sólo de medicina sabe, ni de medicina sabe. Quizás mi mayor afición es el deporte de aprender. Cualquier rama del conocimiento es embriagadora cuando profundizamos en ella. Recuerdo un autorretrato de Goya, quien ya decrépito, esperando la muerte, garabateó en un grabado: > Aún aprendo.
¿Eres más de letras o de ciencias? … o dicho de otro modo, ¿narrativas o cuantificar numéricamente?
Estudié el bachillerato científico, pero me hubiera encantado graduarme en filosofía. Al final, supongo que por pragmatismo, opté por cumplir con mi precoz promesa.
Aunque no he tenido oportunidad de leer tu excelente libro aún, y estarás cansado de responder esta pregunta ¿Cómo te surgió la idea de escribir tu libro?
Lo empecé a escribir en plena crisis del 2008, me ayudó a ordenar mis dispersas ideas y a invertir de forma pertinaz, a medida que caían, más y más, las cotizaciones bursátiles. Inicialmente era un libro concebido exclusivamente para mis hijos; finalmente, tras comprobar que mi copia y pega era legible, no pude resistirme y en un acto de arrogancia pensé que podría serle útil a alguien más. El hombre tiende a ser egocéntrico, es difícil resistirse a ello. En fin, pretender acaparar la atención de los demás, robándoles parte de su preciado tiempo, es, sin lugar a dudas, un acto de soberbia y no me cansaré de disculparme por ello.
¿Qué rasgo de tu carácter te ha sido de más utilidad para ser buen inversor?
Tal vez la humildad. Aunque la mera atribución de esa cualidad, invalida la propiedad de esa virtud. Sin humildad no hay posibilidad alguna de aprendizaje y no olvidemos que la sociedad ha prosperado, a lo largo de los milenios, gracias al aprovechamiento de los conocimientos de nuestros antepasados. Alguien, en estos momentos, está beneficiándose de la sombra de un árbol plantado por un desconocido. En ciencia admitimos esa idea de servirse, en beneficio propio, del conocimiento y de los fracasos de nuestros predecesores; desgraciadamente, en el mundo financiero no avanzamos empujados por los cimientos de los grandes inversores y, una y otra vez, cíclicamente, caemos en los mismos errores, cientos de veces repetidos.
No todas nuestras características son positivas, lógicamente ¿Cual piensas que te ha perjudicado más?
Creo que la impaciencia. La paciencia no es una de mis virtudes. He vendido, en muchas ocasiones, de forma precipitada, para comprobar a posteriori como mi tesis inversora era correcta pero no la dejé madurar lo suficientemente.
¿Cuál fue tu primer contacto con el mundo de la inversión?
Mi primera inversión -si como tal se puede calificar esa apuesta- fue Terra. Le estoy muy agradecido a esa compañía, perdí en ella hasta la camisa, pero mi mente científica, gracias a mi empeño en descubrir qué había hecho mal, me llevó a descubrir el value investing.
¿Cómo definirías tu estilo de inversión? ¿Ha evolucionado a lo largo del tiempo?
La sociedad ha prosperado, es más eficiente y competitiva, gracias a la especialización del trabajo. No he conocido a nadie capaz de manufacturar todo lo que podía hacer mi padre. La necesidad y el haber nacido en una aldea aislada de la sierra de Guara, le obligó -en una economía, no mecanizada, de subsistencia- a aprender cien oficios. Yo he tenido la gran suerte de poder especializarme y comprar, con mis honorarios, muchas más cosas de las que tuvo al alcance mi padre. Sin más circunloquios, mi estilo de inversión es la delegación (fruto de la especialización y división del trabajo) en profesionales bien preparados.
¿Qué inversores han sido tu mayor influencia?
Buffett, siempre Buffett.
El libro o libros que te han impactado más ha sido…
El inversor inteligente de Benjamin Graham. Cuando leí el capítulo 8 de la edición comentada por el ínclito Jason Zweig, se encendió la luz.
¿Cómo eliges los fondos? ¿En qué te fijas más?
Trato de abstraerme del track record de corto y medio plazo. Para mí lo más importante es el proceso inversor del gestor. Busco gestores humildes, honestos, disciplinados y pacientes. Si, además, son value investors y algo contrarians, eso ya es, con perdón, la leche.
¿Cuál es tu track record? ¿Qué rentabilidades anualizadas sueles conseguir?
Ni idea. Ya habrá tiempo de hacer números cuando acabe la partida. Aunque, para ser sincero, espero que esos cálculos los hagan mis hijos o, mejor aún, mis nietos. Mi horizonte temporal, como inversor, va mucho más allá de mi horizonte vital.
¿Cuál es tu target de rentabilidad anualizada para el futuro?
Conseguir cinco puntos por encima de la inflación real (no la que publican los telediarios), descontando el pago de impuestos. Con eso me conformo, No es mucho…, ¿O sí?
¿Qué opinión te merece el análisis técnico? ¿Tienes fondos con esa metodología?
Admiro a los inversores que son capaces de mejorar los resultados del análisis fundamental mediante la combinación y la ayuda del análisis técnico. Nunca he invertido basándome en el análisis técnico, entiendo la inversión como la compra de una fracción de un negocio. Hacerlo en base a unas líneas que me “indican”, en el mejor de los casos, lo que van a hacer otros inversores, no me parece racional.
¿Sueles hablar con los gestores?
Siempre que puedo y en la medida que ellos sean generosos con su tiempo. No soy un ladrón de tiempo, soy consciente de mis limitaciones ya que no hablo su lenguaje.
Esta es una pregunta difícil, pero…¿que gestor o gestores son tus favoritos?
La proximidad hace el cariño. Te daré un nombre: Marco Lanaro (@cfindipendente). Reúne, a mi entender, todas las cualidades que le pediría a alguien que gestione mis ahorros.
En nuestro país, destacaría a la gestora Magallanes, cuyo equipo -y en especial el dúo Blanca Hernández e Iván Martín- no dejan de sorprenderme por su disciplina value y por su generosidad hacia sus coinversores.
¿Con que criterios sueles vender tus fondos?
No suelo vender, salvo que el proceso inversor o los gestores cambien.
Tu experiencia más dura en los mercados
Siempre que alguien “pierde dinero” por algún consejo mío, máxime cuando ha sido un consejo “gratuíto”.
Tu mejor fondo hasta la fecha
Prefiero -por aquello de que han cambiado de gestora- darte el nombre de los gestores: Paco, Álvaro y Fernando.
¿Cuál es tu percepción del mercado en este momento?
Peligroso, arriesgado (como siempre) en la medida que las cotizaciones están “sostenidas” por los Bancos Centrales. En cualquier caso, invertir en el mercado, en general, siempre es más arriesgado -según mi modesta opinión- que invertir en compañías con nombre y apellidos.
¿Cuáles son los errores típicos que ves en la mayoría de los inversores particulares?
La falta de paciencia y el seguimiento a la manada (por favor, no se entienda, este último término, despectivamente).
¿Qué consejos le darías a alguien que quiera empezar en la inversión?
Que se convierta en un libro con piernas, tratando de emular al bueno de Charlie Munger. Si, además, lee buenos libros, mucho mejor.
Y para terminar, recomiéndanos algún libro, alguna buena película y, ya puestos a pedir, como hicimos con Francisco Martorell, alguna buena pieza musical
Libro: La Universidad del éxito, de Og Mandino.
_Película; Dersu Uzala (El cazador), de Akira Kurosawa _
Bach, siempre Bach. El Mesias de Haendel y el Requiem de Mozart.
Gracias de nuevo, Luis,