¿Pensar fuera de la caja? ¿Qué es eso?
Deberían de haberse fijado que, en todo el relato, el dato más importante y de interés se omite. No es otro que no nos señalan el modelo de coche que conduce el tipo. Solo nos dan un dato: dos asientos, no hay más. Y el resto nos lo deja a nuestra imaginación.
Y de esa tengo mucha, mal consuelo atendiendo al ridículo tamaño de mi cartera. Yo me imagino en lo más pijo, pero pijerío del pijo, conduciendo un original Porsche 356 de 1948, color negro. Me he quedado sin palabras y me embarga la emoción, un embargo ajeno a un proceso ejecutivo, con los ojos en lágrimas. La más pura emoción. He sentido un escalofrío.
YO NO SE LO OFRECERÍA A NINGUNO, ES MÁS, NI SE ME OCURRIRÍA PARAR, ESO ES UNA ESTUPIDEZ, TREMENDA.
Porque si me paro, haga lo que haga, siempre saldré perdiendo. Como le deje el coche al “amigo” y a la “enferma”, a estos dos ya no los vuelvo a ver. Y la mujer de mis “sueños” comprobará lo que tengo tan acreditado por este foro, que de luces ando escaso. Y escoger a esta última es un error, ya le darás un paseo cuando vuelvas, y si no está, eso que pierde.
Con un coche así lo que necesitamos es la mujer de nuestros DESEOS, en mayúscula y porque no encuentro el tipo Mayestática, los más oscuros, los que sean más obscenos, los que ni cuentas en confesión, que mucho lo tendrán que ser si han de estar a la altura del coche. Y saber que la encontrarás, aparecerá, a fin de cuentas seguimos con la fantasía y, aquí lo sorprendente, te hará olvidar el Porsche. No sigo o me perderé explicando los detalles ……………………… además, he de volver a la parada de autobús, allí dejé a la de mis “sueños”. Al amigo y a la enferma, ambos calificados con un “casi” y un “aparentemente”, que les den.
Eso sí, si se trata de un Dacia Logan, que os veo con una cierta tendencia a valorar el céntimo, estoy dispuesto a transportar a quien haga falta, estas miserias, compartidas, son más llevaderas.