Gracias por comentar su experiencia, que sin duda ofrece un prisma diferente y útil.
Mi rechazo, aparte de lo comentado con mi experiencia paterna (totalmente personal), viene por la gran cantidad de lugares comunes que yo no acabo de compartir.
Por ejemplo, el cliente que tiene una casa de 1.2M€ y el entrevistado lo cita como alguien pobre.
Esta corriente de pensamiento según la cual si un activo no produce rentas es inútil, me parece bastante tóxica y nociva. El cliente tiene la posibilidad de alquilar su casa por un importe mayor e irse a vivir a otro alquiler inferior y generar rentas, por poner un ejemplo. O también se puede analizar, si una casa comprada por 600K€ hace 8 años, que ahora vale el doble , uno ha vivido en ella estos 8 años etc… se debe considerar una mala inversión.
En mi opinión, es muy respetable que uno busque ser un rentista, el problema viene cuando esa estrategia se muestra como algo fácil o exento de riesgos (si, en muchos casos se dice que todo tiene riesgo etc… pero el tufillo siempre es más o menos el mismo).
Muchos rentistas llegan a serlo precisamente por esa madre “que vivía en la parte alta de Barcelona”, pero esto se omite o minimiza para no estropear una bonita historia.
En cualquier caso, insisto que no conozco al personaje, y que mi opinión viene más por la sobredosis de cantamañanas y vendemotos que te van saturando con ideas engañosas.
Me alegra mucho sin embargo leer la historia de su padre, que sin duda me pone frente al espejo como padre por no intentar con más ahínco fomentar esos valores en ellos desde niños. En mi caso he optado más por hacer y dejar que me vean y vayan preguntando según su curiosidad, y si en lugar de 8 empiezan con 18, que sea porque ellos han tomado esa decisión, sin sentirse obligados por mi. Recalco que no digo que este sea su caso y que me parece realmente sano y positivo, a la luz que el resultado le ha traído a usted.