En el caso de España, la edad media de salida del mercado laboral en el 2020 se situó en los 60 años para las mujeres y 61 años para los hombres, mientras que la expectativa de vida sana es hasta los 77 años en ambos casos, por lo que los jubilados disponen aproximadamente 16 años de vida sana para disfrutar de sus pensiones antes de que su salud comience a deteriorarse.
Uno de los mayores avances recientes de la humanidad tiene que ver con la longevidad. En poco más de un siglo, se ha conseguido más que duplicar la esperanza de vida en los países desarrollados, desde los apenas 35 años que se vivían en media en España hasta los 83 años que se registran en la actualidad. Avances médicos, mejoras en la nutrición y prolongados periodos de ausencia de guerras son algunas de las claves. Además, se trata de un proceso que ni mucho menos parece detenerse: cada año que pasa, la esperanza de vida aumenta aproximadamente dos meses y medio.
Queda, sin duda, trabajo por hacer, dado que la esperanza de vida en países como Angola, Mozambique, Afganistán o Nigeria no alcanza los 50 años.
La longevidad y las pensiones
El aumento de la esperanza de vida es, sin duda, una gran noticia para una sociedad. Vivimos más y, además, cada vez con mejor salud y calidad de vida. No es aventurado decir que los 75 años de una persona de hoy en día equivalen a los 65 años de una persona hace unas pocas décadas.
Sin embargo, esta creciente longevidad es todo un reto para los sistemas de pensiones de reparto como el español. En este sistema, las cotizaciones de los trabajadores en activo se destinan a pagar las prestaciones de los jubilados de ese momento. Es decir, el sistema es contributivo, pero las cotizaciones de los trabajadores no se “guardan” para ser percibidas en su jubilación, sino que se destinan a pagar las prestaciones de los jubilados. Cuando estos trabajadores se jubilen, su prestación será pagada a través de las cotizaciones de los que se encuentren en activo en ese momento.
Este sistema, diseñado en base a una estructura social y una esperanza de vida notablemente diferentes, era excedentario, en la medida que los trabajadores acreditaban largas carreras de cotización, se jubilaban a la edad de 65 años y sobrevivían a la jubilación apenas 6 o 7 años.
Actualmente, la edad de jubilación prácticamente no ha cambiado. La edad oficial está aumentando de forma gradual desde los 65 hasta los 67 años, pero la edad real de jubilación es inferior: en datos del INSS, la edad media de acceso a la jubilación es de 64 años y 5 meses, dado que muchos trabajadores expulsados prematuramente del mercado laboral optan por acceder a la jubilación de forma anticipada.
Paralelamente, cada vez vivimos más años. La esperanza de vida actual en España es de 83,5 años (86,2 en el caso de las mujeres y 80,9 en el caso de los hombres), siendo uno de los países más longevos junto con Japón, Singapur o Francia.
Esto quiere decir que la jubilación media de un español se prolonga durante casi 20 años o, lo que es lo mismo, casi un cuarto de su vida. En breve viviremos jubilaciones de más de 25 años, pues hacia mediados de siglo la esperanza de vida puede encontrarse cerca de los 90 años.
Si no se invierte la tendencia, ha pasado en EEUU y algún año en España (COVID), viviremos más de esos 83,5, Si quiere otra lectura a los 65 hay una esperanza de vida de 19,03.