Sobre el tema de la inflación, creo que es un factor a considerar importantísimo.
Ya le dediqué uno de mis artículos Algunas indicaciones de cómo analizar la rentabilidad de fondos (o de cómo no hacerlo) PARTE IV .
No obstante y aunque la probabilidad de que termine apareciendo por uno u otro lado (y tarde o temprano, ya ven que no me mojo de como ni cuando va a ser)sea importante, no deberíamos centrarnos única y exclusivamente en este posible escenario, especialmente a corto/medio plazo y no ver posibles inconvenientes que tienen otras posibles alternativas que podrían implicar un riesgo de inflación menor.
Kindleberger comenta que hay innumerables ejemplos históricos de errores que se han comentido precisamente por ponderar demasiado poco o en exceso un factor. Comenta el ejemplo conocido de la hiperinflación alemana y como luego supuso errores en algunas decisiones posteriores por exceso de temor a las posibles consecuencias en forma de inflación. Comenta también el ejemplo menos conocido del Reino Unido después de la primera guerra mundial donde se aplicó una política monetaria en sentido inverso y provocó tal desastre que luego supuso errores en algunas decisiones posteriores por falta de temor a las posibles consecuencias en forma de inflación.
Curiosamente la mayor crisis económica de la que tenemos referencia, la de 1929 y años siguientes, no es una crisis inflacionaria sinó una crisis deflacionaria.
Que los países se pongan conjuntamente a imprimir billetes es problemático.
Pero posiblemente también sería problemático que viendo como cada uno ha priorizado sus propios intereses cuando han aparecido problemas gordos sanitarios, decidieran revertir la globalización (que de hecho parece que la pandemia ha mostrado que a las malas la gente se cree menos de lo que debiera) y empezaran a tomar decisiones proteccionistas. Teniendo en cuenta lo globalizado que empiezan a estar los circuitos de producción de muchos elementos, no tengo nada claro, que una política arancelaria muy dura generalizada no se terminara traduciendo en un exceso de oferta de según que productos en según que mercados, que terminara dañando sensiblemente los precios.
Mi falta de formación económica me impide valorar adecuadamente este escenario ni su probabilidad real, pero quería recordarlo porque a veces no hay un solo posible escenario sinó varios.
Que uno tenga tendencia a ver sólo uno suele ser consecuencia de que los ejemplos históricos que toma de referencia, no incluyen según que casos que también se han producido.