Bitcoin es un activo muy volátil. Y mucho más

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Seguramente esté equivocado, y haya habido mil veces en las que haya habido descorrelación. Pero de lo que yo puedo recordar, creo que es la primera vez que se ve una descorrelación clara.

Crece la desconfianza en los bancos, y sube Bitcoin…

Este post sirve para ahora mismo, y espero que no esté cambiando mientras escribo. Aunque no descarto que al final del día se haya correlacionado. Con lo que fluctua… Bitcoin también…

¿Qué opinan ustedes?

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Una mujer mexicana rinde culto a una tortilla en la que dice ver la cara de Cristo

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Al parecer Sillicon Valley Bank era el banco de alguna empresa proveedora de stablecoins.
Quizá los usuarios estén cambiando stablecoins por BTC…

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Me he callado de comentarlo, porque es muy anecdótico.
Índices y bancos han caído y Bitcoin ha subido. Quizá solo es una reacción a que los bancos centrales parece que volverán a imprimir (aunque hasta ahora esto hacía subir también los índices).
O que el miedo esté en el lado de las stablecoins y no esté entrando fiat a Bitcoin sino que se estén cambiando stablecoins, como indica DocLp. Hay quien está relacionando este rescate con un rescate a Bitcoin. Erróneamente, por descontado.
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Le recomiendo, si no lo ha visto, la magnífica charla de Adarve en Value School comentando algunos temas de descorrelaciones. Adarve Altea (2021-) - nº 1113 por camacho113

Cuidado que las correlaciones depende del tipo de problema funcionan de una forma u otra.
El año pasado por ejemplo vimos algo que parecía complicado a raiz de lo visto los anteriores 20 años, que bajaran los mercados y la renta fija también cayera.

Pero claro no tiene el mismo significado esperar un comportamiento de los bonos a un tipo de interés elevado que a un tipo 0. Es como el oro y la inflación. Al que lo compró a prinicipios de los 70, no sólo le protegió de la inflación sino que logró una rentabilidad tremenda. El que lo compró a finales de la década de los 70, no sólo no le protegió de la inflación sino que perdio significativo dinero a 10 y 20 años, en comparación con otras alternativas mucho más sencillas.

Esperar que las correlaciones/descorrelaciones funcionen igual en circunstancias muy distintas, suele ser síntoma de análisis excesivamente superficial.

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Estoy de acuerdo con usted. Yo tampoco pienso que las correlaciones sean algo fijo, rígido y estable en el tiempo.

Creo, más bien, que las correlaciones están íntimamente ligadas a las circunstancias de cada momento, y que hay múltiples factores que pueden afectar a esas correlaciones. Factores que pueden cambiar de un momento a otro y que también puede cambiar el peso que tiene cada factor en la correlación o descorrelación entre dos activos.

Mi pregunta sobre el BTC iba más bien en esa línea:

Por los motivos X, los que fueran, siempre había visto bastante correlación entre BTC y renta variable, y en concreto, más con las tecnológicas, aunque no solamente. Y en este último envite del destino, ha resultado ser que o bien los factores han pasado de ser X a ser Y, o bien el peso de los mismos ha cambiado, pero el resultado es que los bancos han caído, y el BTC ha repuntado.

Luego, podríamos hablar, como tanto le gusta a @arturop de la causalidad. Puede ser que los motivos por los que unos bajan y otro sube, no tengan nada que ver, más allá de la coetaneidad.

De ahí mi pregunta, por si alguno de ustedes sabía de algún posible factor que lo hiciera estar relacionado, descorrelacionado. En este caso agradezco la respuesta de @shurman que aunque no es una ciencia cierta que los motivos puedan haber sido esos, por lo menos son unos motivos que yo desconocía.

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Destrozar a las entidades más débiles, no rescatarlas, las hace más fuertes. La manera de domar a la fiera “cripto” es adormecerla con licencias monopolísticas y rescates mientras haces lo posible para que tu moneda se comporte mejor.
Que no haya rescate para “Bitcion” es una buena noticia para Bitcoin.

Resumen de entrevista a miembro de la directiva de Signature Bank, Barney Frank, donde dice que Signature era solvente y que se la interviene para enviar un mensaje a otros bancos que daban servicio a empresas de criptomonedas.

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Este argumento suele ser muy repetido casi siempre que es intervenido algún banco.

Luego si se detiene la cascada da esa impresión, de que igual se le ha intervenido sin que hiciera falta. No obstante si no se detiene se terminan interveniendo o apoyando a bancos con una situación incluso mejor.

Cuidado que desde el momento que se acepta una licencia bancaria, uno acepta un tipo de supervisión que no necesariamente va a coincidir con su visión del asunto.
En 2008 hubo algún caso de incluso algún presidente de gobierno como UK, llamando a algún presidente de algún banco avisándole que si ponía trabas a la intervención, le podía llevar a la cárcel. Y es que al susodicho presidente de dicho banco, parecía preferir seguir arriesgando para salvar a su banco incluso si con ello iba en contra de las medidas generales para salvaguardar al sistema.

Al final parece que todos los bancos quieren la salvaguarda que ofrece el estado de garantizar el importe del fondo de garantía de depósitos correspondiente, pero algunos no son consecuentes con las implicaciones que ello pueda significar.

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También me parece para el primer curso del manual de “yo no he hecho nada mal”.
Por eso creo que o bien tienes unas cuentas saneadas, incluso por qué no rozando ell 100% de coeficiente de caja, o bien vas lanzando comunicados anuales donde dices que este banco no será intervenido y que cada cual apechugue con sus ahorros y así si hay corrida bancaria, o bien el banco paga o no, y no hay dudas sobre si era solvente.
Creo que en ninguno de los dos casos te darán la licencia :person_shrugging:

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Hola,
Sólo por comentar un poco esto, asumir un coeficiente de caja del 100% es lo mismo que decir a las empresas que no usen préstamos ni líneas de crédito para su negocio, limitándose únicamente a invertir la caja que tengan o los ahorros que tengan los socios.

Si por algún casual un cliente no ha pagado o se retrasa en ello, que el empleado esté unos meses sin cobrar porque nada de usar crédito. Imagine la cantidad de recursos paralizados que habría que tener en las CC de los bancos para esto.

Si uno ve que las empresas para crecer o funcionar necesitan financiación, no puede (o no debería) exigir el 100% a un banco porque en ambos casos, es apalancamiento.

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No soy un defensor del 100% de coeficiente de caja si tiene que ser impuesta por la legislación. Cada vez entiendo mejor que el crédito tiene cosas buenas, pero separar lo que es un depósito a la vista de lo que es ceder tus fondos al banco para que invierta en otras actividades es posible y seguramente positivo.
Creo que sí que hay mercado para que un banco ofrezca depósitos cobrando intereses a cambio de tener el 100% de los fondos en caja. No sé si muy grande o muy pequeño, pero lo hay. Los bancos pagando intereses negativos al banco central por llevarles la liquidez nos da una idea.

Me está comparando como si fuera lo mismo abrir una cuenta en un banco para dejar a salvo lo que uno gana con prestar dinero a una empresa para que lo invierta y lo haga crecer. No es lo mismo. Una gran parte de la población piensa que cuando envía un euro al banco este se lo guarda hasta que lo reclame. Viendo que nos cobran por tener depósitos en un banco, no les culpo: es lo que parece.

Pero creo que nos hemos desviado de lo más importante: el gobierno esté indicando a entidades que sí que ven rentable dar liquidez a otro banco qué actividades deben continuar y cuáles no.

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Al 22% de interés al menos, sí, considerando mora y costes internos, para que al menos saquen los accionistas un ROE del 10%, donde discutiríamos si es lógico ese ROE, siendo mayor el coste de la deuda…

A ver quién emprende un proyecto😃

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Es estremecedor comprobar como una persona formada como Polavieja es incapaz de darse cuenta que toda su argumentación gira al rededor de una falacia circularista. Sostiene que el valor fundamental de BTC, dado que, como se ve obligado a reconocer, no da dividendos, ni tiene un valor de uso ni de consumo, está en su capacidad de transmitir valor en el tiempo, véase su utilidad como reserva de valor ¿Como es capaz de transmitir valor en el tiempo si no posee ningún fundamental tangible? A través de su precio ¿Y qué respalda su precio? Su supuesta capacidad de transmitir valor en el tiempo. Es decir, su propiedad como reserva de valor se la da su precio. Pero a su vez su precio depende de su propiedad como reserva de valor. Es una petición de principio de libro.

A partir de ahí, en el resto de la entrevista adolece de lo que suelen adolecer la gran mayoría de economistas liberales: entiende la economía como una categoría desconectada de la política, tiene una idea antropológica del dinero, confunde moneda y dinero…

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Esta argumentación circular, erronea, se da a menudo con todos los tipos de dinero modernos, no solo con Bitcoin. A medida que avanza la sociedad, se abandonan dineros como la sal o el ganado y se adoptan monedas, billetes y apuntes contables digitales. Cuando se dice que dinero es un medio de cambio generalmente aceptado, y se enfatiza en esa función del dinero como si fuera la única que vale la pena, lo que se viene a decir es que ese dinero tiene un precio: que si quieres intercambiar 1eur por una barra de pan, lo harás.
Polavieja habla de un seguro como un instrumento financiero, tangible, no comible, no usable, que en cambio sí que tiene valor. Valorar algo sin acudir a su precio es muy complicado, pues el valor es subjetivo y el precio, objetivo.
Bitcoin tiene potencial para transmitir valor en el tiempo por sus propiedades (facilidad de transporte, fungibilidad, escasez…). Algunas personas especularon con que tendría un precio en el futuro considerando esas propiedades, e intercambiaron su tiempo y un poco de capacidad de trabajo de sus computadores por BTC.
No utilizaron una explicación tautológica que tampoco explica por qué hoy Bitcoin no tiene un precio igual a 0.

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La idea de “dinero” es una idea abstracta. Usted no paga en “dinero” (a no ser que esté en la España medieval). “Dinero” era como se designaba a la moneda del Imperio Carolingio y luego en la España medieval. Deriva a su vez del “denarius” romano, otra moneda. El “dinero moderno” es una entelequia. Lo que existen son monedas estatales que se determinan las unas frente a las otras, de tal forma que la subida de una una implica la depreciación de otra. El precio del valor de una moneda estatal no es circularista ni subjetiva, está definido objetivamente por los tipo de interés que marca el banco central correspondiente y por los tipos de cambio de divisas. Es una competencia entre Estados lo que determina el precio de cada moneda nacional. Ya he utilizado este ejemplo en alguna ocasión: el “señoreaje” del Dólar estadounidense en las finanzas internacionales no surge de la suma de conciencias subjetivas de los agentes económicos, sino tras la Segunda Guerra Mundial, cuando EEUU se convierte en el gran hegemón militar-económico-financiero y es capaz de imponer sus programas geopolíticos y geoeconómicos (por ejemplo el Plan Marshall), por vía diplomática o militar, sobre gran parte del planeta. El Dólar no se construye únicamente mediante las relaciones comerciales y financieras, sino también mediante los buques de guerra en el mar de China, los F-16 que sobrevuelan cada tanto el Oriente Medio o los “accidentes” que hacen saltar por los aires gasoductos en el Mar Báltico. No existe subjetividad en el Dólar. Su cualidad como patrón monetario internacional se fundamenta en una serie de razones objetivas y tangibles, tanto comerciales, como económico-financieras, como militares.

Ese desarrollo armónico desde las formas dinerarias primitivas hasta las monedas estatales no se corresponde con lo que conocemos de la realidad histórica, y en gran parte se debe a una mala interpretación de los trabajos antropológicos que se hicieron en el siglo XIX. La creencia más aceptada es que la aparición de la racionalidad económica y las primeras formas dinerarias tendrían su origen en el trueque mercantil. Sin embargo, los trabajos antropológicos de por ejemplo Malinowski en las islas Trobriand con el famoso anillo Kula, de Marcel Mauss en su obra “Ensayo sobre el don” o de Morgan entre otros van en una dirección totalmente distinta. El concepto de trueque es un anacronismo económico que solo tiene sentido cuando se presupone la racionalidad económica que introduce la moneda como eje relacional. Es decir, en el comercio de las sociedades primitivas no existía el trueque, entendido como intercambio racional de unas cantidades de bienes por otros en relación de equivalencia de valores, porque no existían los sujetos de necesidades, ni unidades productivas, ni mercados, ni el concepto político de propiedad privada (que son categorías modernas). Hablar de un sujeto preferidor racional en un habitante de una tribu en la Melanesia antes del s.XIX es un anacronismo torpe. Lo que existía era lo que Marcel Mauss llamó “economía del don”, unos intercambios en formas de ofrendas y regalos donde no existía ningún cálculo económico. Con el desarrollo de los protoestados y las necesidades de administración de los bienes por parte de la “clase gobernante” aparecen las primeras técnicas contables en Mesopotamia y el Asia menor. Es en los templos donde aparecen los primeros registros comerciales en cuestiones de hacienda pública: tributos, pagos, prestamos… En ese contexto es donde aparece también la escritura: los grafos cuneiformes que representaban palabras y objetos y más adelante números. La primera protomoneda aparece cuando se transfieren los valores desde el registro contable “público” hacia los sujetos económicos (pagadores o deudores) con una marca, escudo, blasón, en definitiva, una acuñación, como fundamento de la propiedad y garantía. Será más adelante, con la creación de las ciudades-estado griegas y la necesidad de pago a sus ejércitos, cuando la moneda adquiere su forma lógica abstraída de sus características metálicas.

Y esta es la diferencia específica entre la moneda y las formas dinerarias: el sello como marca de propiedad y garantía que no poseía por ejemplo el bacalao seco o las conchas cauri. Ahora, como la propiedad como derecho político nace con el Estado, se entiende porque moneda y Estado son indisolubles. Es con la introducción de la moneda cuando se desarrolla una economía de mercado y no al revés. La moneda destruye a su paso cualquier forma de relación dineraria. He obviado muchos procesos históricos y partes para hacerlo más digerible (imagine que hay autores dedican ensayos enteros a este tema), pero ahora contraponga la complejidad de este desarrollo histórico con el simplismo de explicar el dinero y su evolución como una especie de consenso o preferencia de los sujetos económicos que serían una suerte de esencia inmutable a lo largo de la historia. No hay concepto más dañino para el estudio de las ciencias humanas que el de “naturaleza humana”, porque entiende que el tipo hombre y los tipos de relaciones sociales son eternos, y, por lo tanto, si a día de hoy nuestras relaciones sociales y económicas se fundamentan en torno a principios como la propiedad, preferencias individuales, beneficio, etc… suponemos que todas las sociedades que han existido y existirán se fundamentaron/arán en los mismos principios. Y sin embargo un trobriandés no manejaba categorías como propiedad, ni beneficio económico, ni su concepto de persona era el moderno y por lo tanto sus formas de relacionarse eran tan distintas que nos es difícil concebirlas desde las premisas actuales.

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Alguien dijo alguna vez que “el dinero en realidad es deuda” y a mi, dentro del vértigo que me produce ir ahondando en las capas de la cebolla intentando entender lo que es, es casi lo que más me cuadra. Entonces, simplificando mucho, se podría decir que el dinero “de un país soberano” expresa energía potencial, o deuda del país, entendido como sus nacionales e instituciones, que lo emite con el poseedor del dinero. De esta forma, el bitcoin sería deuda… ¿de quiénes?

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Si el dinero es deuda, Bitcoin no es dinero.
Después de enterarme que no uso dinero para pagar, pues puede ser que Bitcoin no sea dinero.

El banco central no puede poner un valor a la moneda que presta a los bancos. Pone un tipo de interés, es decir un precio, y sea dicho de paso que de manera extremadamente arbitraria.

Perdone si me repito o si reduzco sus argumentos demasiado al absurdo, pero parece que antes de la llegada del estado no fuera posible la ley, ni la moneda, ni el mercado ni la propiedad privada.
No digo que el estado no tenga ventajas, pero pensar que con la creación del estado surgieran de la nada instituciones sociales tan complejas me parece cuanto menos sorprendente: sería algo así como decir que el ser humano no se comunicaba hasta la llegada de la escritura.
Los sujetos económicos no varían con el tiempo porque el hecho de que el ser humano tiene que decidir cómo utilizar diferentes recursos escasos con usos alternativos se mantiene.

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La moneda es crédito, deuda, en el sentido en que introduce la variable temporal en el proceso productivo. Permite que los sujetos económicos puedan planificar a futuro.

Pues eso mismo estoy diciendo. El tipo de interés es el precio de la moneda. Y el tipo de cambio es el precio de la moneda nacional en referencia al resto de monedas nacionales. Porque la racionalidad de la moneda es tan económica como política.

No hay arbitrariedad en lo que hacen los Bancos Centrales. Arbitrariedad significa que no obedece a ninguna lógica o razón. Las políticas monetarias de la Reserva Federal o el BCE no se llevan a cabo lanzando una moneda al aire, obedecen a razones económicas y políticas. Otro tema es que esas razones puedan en ocasiones ser equivocadas, pero eso no las hace arbitrarias. La cotización del Bitcoin tiene bastante más de arbitrario que la política monetaria de los Bancos Centrales. Regirse únicamente por la ley de la oferta y la demanda implica tomar como premisa la racionalidad de los sujetos que serian capaces de encontrar un equilibrio y una eficiencia a través del mercado (lo que Adam Smith llamó “la mano invisible”). Atendiendo a la Historia económica esa supuesta capacidad de autorregulación de los mercados es una fábula, como lo es la idea de “homo economicus” que la sostiene.

No es un reduccionismo, es exactamente lo que estoy diciendo. Sin Estado no hay moneda, ni ley, ni mercado, ni propiedad privada. Claro que el Estado no se reduce al Estado-Nación moderno. Estado es toda aquella sociedad política que se ha apropiado de un territorio y sus recursos, se ha institucionalizado y jerarquizado, y compite por su supervivencia en el tiempo frente a otras sociedades políticas. Creer, por ejemplo, que existe derecho de propiedad privada antes del Estado es situarse en posiciones ético-jurídicas iusnaturalistas, que considera que existen derechos inherentes al hombre (que provienen ¿De Dios?¿De la naturaleza?). La confusión está, a mi juicio, en partir desde posiciones éticas o morales para analizar cuestiones que son estrictamente políticas. Yo puedo creer que ese trozo de tierra me pertenece por las razones que sean, pero si no existe un entramado institucional que me lo reconozca y lo proteja, mi derecho a permanecer en él no será más que la fuerza que yo tenga para mantenerlo. Sin sociedad política no hay propiedad privada, hay apropiación, que no tiene las mismas implicaciones politicojurídicas. En la América del Norte del siglo XIX, entre las diferentes tribus indias la distribución de los territorios no eran otra cosa que acuerdos diplomáticos o conflictos militares que reordenaban el mapa. El derecho que tenía el pueblo lacota para apropiarse de un territorio, era la fuerza que tenía para contener a los arapahoes, pawnees, cheyenes o crows. Solo cuando, en su expansión hacia el oeste, llegó el Estado de los EEUU y se apropió del territorio, a cada tribu le correspondió una reserva en propiedad, reconocida y protegida, y se asignaron parcelas privadas para el cultivo y la ganadería.

La propiedad privada no es un derecho natural inalienable al hombre. Es un derecho positivo construido históricamente, que requiere la aparición de unas instituciones muy concretas. Si la declaración de los Derechos Humanos tiene alguna realidad será porque una serie de Estados se hayan comprometido a redactarlos y recogerlos en su sistema jurídico, y no porque emanen de una naturaleza sustantivada o de algún poder divino.

Antes de la llegada de la escritura los seres humanos se comunicaban. Pero la escritura cambió completamente la forma en que los seres humanos se comunicaron. La escritura, por ejemplo, permitió la creación del Derecho. La Historia comienza con los registros escritos. Por eso llamamos pre-Historia a la era previa a la escritura. Permitió la comunicación entre generaciones tan distanciadas que hoy en día un sujeto que vivió hace casi 2500 años como Platón puede comunicarse con usted de forma directa. De hecho es una muy buena analogía para explicar como la aparición del Estado transforma irremediablemente la forma en que los seres humanos se relacionan entre si y con su entorno. Con la aparición del Estado se van desarrollando instituciones como el Derecho, la moneda, el mercado, que transfiguran las relaciones humanas. A mi lo que me parece sorprendente es sostener que unas instituciones tan complejas salen por arte de magia de la concurrencia de voluntades de sujetos individuales. De la misma forma que la escritura aparece en los templos a manos de los escribas para una función muy concreta de administración de bienes y no de forma espontánea desde una “conciencia colectiva” compuesta por voluntades individuales.

Lo que no varía es la necesidad del ser humano de relacionarse para sobrevivir. Lo que si varía es la forma de relacionarse. Y la forma de relacionarse no es biológica, es social. Esa es una de las grandes confusiones filosóficas: reducir las relaciones humanas a sus componentes biológicos. Buscar una suerte de “naturaleza humana” en el comportamiento social como una sustancia inmutable. Como comento en mi anterior post, en las sociedades primitivas no se manejaban categorías como el beneficio o la propiedad privada, que surgen con el desarrollo de unas instituciones muy concretas en un contexto histórico muy concreto. Comerciaban, si, pero a través de unas instituciones y atendiendo a unos principios muy diferentes a los nuestros. Por ejemplo, Karl Polanyi, apoyándose en trabajos de la antropología, habla de sistemas institucionales fundamentados en la reciprocidad y la redistribución en muchas sociedades antiguas como el Imperio Inca, China, reinos de India, África o las ya citadas Islas Trobriand. Regidos bajo los principios de simetría y centralidad. En esas sociedades podía existir cierto intercambio, pero no a través de mercados de oferta, demanda y precios. En esas sociedades el concepto de beneficio económico es un simple anacronismo. De la misma forma que dentro de una familia existen intercambios, pero sería absurdo hablar de unidades de producción, mercado o leyes de oferta y demanda.

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Un placer disfrutar de sus magníficos posts.

Me ha dado que pensar por ejemplo que incluso definir algo tan básico como el trueque, es mucho más complicado de lo que parece.

Aunque existe el trueque equiparable a una compra-venda en moneda, existen otra clase de trueques bastante distintos.
Por ejemplo el que se produce cuando alguien tiene algo que le sobra y que se va a estropear, por ejemplo fruta o verduras de un huerto, y lo da a amigos/vecinos , a cambio de nada. O a cambio de, simplemente, si alguna vez necesita un favor que le puedan hacer, pueda disponer de él.

Las relaciones entre personas a veces son algo más complicadas de lo que en primera instancia pueda parecer. Y también lo es el intento de aplicación de ciertos valores o normas universales. O más bien que a uno le gustaría que lo fueran.

Por mucho que uno quiera que le respeten la propiedad privada y vea una agresión intolerable el no respeto de la misma, luego en la práctica, tenemos multitud de ejemplos de situaciones históricas donde no se ha respetado un derecho mucho más básico como es el de la vida humana.

Recuerdo la época donde no entendía como alguien podía plantearse no respetar dicho derecho. En realidad me equivocaba con el planteamiento. En todas las culturas se respeta dicho derecho, el problema viene que se pone detrás de otras cosas en determinadas circunstancias y, eso, se traduce que en la práctica uno no puede esperar que se respete sí o sí.

De hecho uno puede revisar todos los temas jurídicos de respeto a la propiedad privada que se produjeron en la primera mitad del siglo XX y se llevará todo tipo de sorpresas. Hay episodios muy conocidos como el comunismo y la hiperinflación alemana, pero hay otros muy significativos que tienen su miga y son indicativos de hasta que punto pecamos de ingenuos cuando damos por supuestas según que cosas: el tema de las reparaciones alemanas post primera guerra mundial, las deudas de los ganadores de esa guerra con USA y su relación con las reparaciones de guerra, la ocupación de la cuenca del Ruhr en 1923, el retorno de la libra al patrón oro a su valor pre primera guerra mundial, la limitación de la tenencia individual de oro en 1933 en USA,etc.

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