Una vez uno conoce los resultados es fácil buscar explicaciones de porque unos han funcionado muy bien y otros han funcionado mal.
Sin embargo en los mercados a veces la verdadera explicación es simplemente que se han asumido unos riesgos que a veces salen muy bien y otras veces salen fatal.
La historia de la industria de la gestión de productos de inversión está llena de hedge funds que tuvieron épocas extraordinarias donde literalmente volaban y otras donde su resultado era nefasto, por no hablar de algunas quiebras (o casi quiebras) famosas. Ya les digo que en esos casos el gestor y los riesgos que tomaba eran parecidos en las épocas donde volaron y en las épocas donde las pasaron canutas.
Y peor que el gestor de los fondos lo pasaron los clientes que se movían al son de las rentabilidades. Es fácil culpar a la falta de estómago de los clientes, pero cuando se entra en un producto esperando ver rentabilidades anualizadas por encima del 20%, que eran típicas de algunos hedge funds en ciertos momentos, y se pilla una racha que lo lleva a rentabilidades del 5% histórico, el que ha entrado cuando era del 20%, se ha comido una caída que posiblemente no estaba preparado para asumir ni concienciado que podían ocurrir.
Si AzValor Internacional lleva una rentabilidad de más del 200% desde mínimos del Covid, el fondo de la gestora de materias primas de AzValor Managers la lleva casi del 300%. Y si uno mira la rentabilidad histórica de su gestor es sencillamente espectacular entre 2002 y 2007multiplicando por más de 4. Sin embargo puede mirar al revés y ver que entre finales de 2007 y ahora no ha ganado nada y ha soportado varias caídas estratosféricas.
La habilidad de ese gestor creo que es más que notable. De ahí su incursión en el AzValor Managers. Pero el tipo de riesgos en los que incurre también tienen una naturaleza que hay que asumir y, con los que uno incluso podría estar cómodo para una parte de su cartera (o no) pero eso no significa que lo esté para toda la cartera o, lo que es más importante, que otros estén cómodos con ellos para ninguna parte de la misma.
Los riesgos a veces hay periodos que parecen muy rentables y otros que parecen un desastre. Incluso a veces uno se despierta de golpe de que estaba asumiendo unos riesgos que no conocía bien. Seguro que es lo que le ha pasado a más de uno que se metió en valores de esos que no ganaban un duro pero no paraban de subir en base a previsiones a 20 años vista sobre que cambiarían el mundo. Con las materias primas, los hay que aún están penando que se pensaban que los picos de 2008 o 2011 eran un pequeño alto en el camino.