Como cantara Edith Piaf: Je ne regrette rien.
La lección que saco de esto, que si bien consabida se interioriza en mayor grado con el paso del tiempo, es que codiciar y tratar de surfear la ola de rentabilidades pasajeras puede no ser buena estrategia para el largo plazo. Los últimos serán los primeros y viceversa.
Puede que Azvalor se marque otro 40% este año, habiendo tenido un desempeño mediocre en su primer lustro de vida. Y/o puede que los resultados encomiables de Estebaranz pierdan lustre en los años a venir. Sencillamente no lo sabemos.
Lo que sí sabemos es quién personalmente nos suscita confianza y buen hacer. La integridad de la que habla Buffet. Y en ese sentido dejé de estar cómodo con Azvalor por las razones ya mentadas aquí muchas veces.
No sé quién cosechará las mayores rentabilidades, el mayor alfa. Unas veces estás arriba y otras abajo. Lo que sí puedo elegir hoy es quién quiero que gestione mis ahorros. Y para ello la -por mí percibida- integridad de un gestor (dentro de la cual la transparencia juega para mí un rol fundamental) es mejor compañera de viaje que cualquier proyección más o menos exacta que pueda yo hacer sobre los retornos de cada cual.