ARYZTA: MI VERDAD (por Charles Logan)

El value consiste en asumir riesgos que otros no quieren asumir, normalmente en forma de situaciones complicadas de empresas que en otra época tuvieron un desempeño mucho mejor.

Consiste en intentar ver que la situación es coyuntural y va a revertirse ya sea por un mejor funcionamiento de la compañía respecto a lo que descuenta el mercado o porque otros pueden estar interesados en pagar por sus activos un precio ya suficiente para rentabilizar dicha inversión.

En el Valuation, explica muy bien como las valoraciones funcionan como esa ruedas de las jaulas de hámsters donde llega un momento que no se puede ir más rápido o donde llega un momento donde a poco que mejore la cosa ya va a ir más rápido aunque siga yendo lenta en perspectiva global.

Ya luego entra el tema de la gestión de los riesgos. Tener un % elevado en una empresa concreta “value” pues normalmente es infravalorar la capacidad de las circunstancias de terminar provocando que esos riesgos coyunturales deriven en estructurales.

A Paramés parece no preocuparle en exceso ese riesgo. Basta ver muchos de sus comentarios sobre el error de Aryzta. En su libro afirma con bastante rotundidad que era imposible que un error gordo les pillara en una posición grande. En mi opinión la diferencia entre que te pille en una del 3% o una del 10% ya no corresponde con la capacidad de análisis sino con circunstancias concretas que se pueden dar en cualquier compañía por bien analizada que se tenga. ¿ o nos va a decir un gestor que no se mira lo suficiente compañías con ya un peso del 3% ?

Si quiere evitar este tipo de riesgo (que le pille un error muy gordo en una compañía con un peso enorme) es evitar fondos que tengan posiciones en según que tipo de empresas con pesos ya elevados de 7-8-9% , tampoco daría una cifra exacta. Quitando tal vez algunas empresas muy grandes de esas de crecimiento lento que le gustaba decir a Lynch, y que tampoco suelen subir con mucha fuerza durante tiempo seguido, en la mayoría de acciones uno se expone a que le pase este tipo de cosas, sea por deterioro notable del negocio, sea por estafa, sea por crecimientos imposibles o por otras razones.

Le recomiendo que vuelva a escuchar el magnífico podcast de Ivan Martín donde explica su visión del riesgo y como prefiere “repartir” para gestionarlo. Nada es perfecto, pero si uno no tiene ganas de que le pille alguna de estas bien pillada, lo que queda es evitar la situación.

Le va a contar cualquier gestor que en realidad la tiene muy estudiada, pero hay riesgos que por muy estudiados que se tengan, uno está expuesto. Por eso también hay la opción de multiplicar. Lo que pasa es que el gestor está interesado en que los partícipes sepan mucho de lo segundo y poco de lo primero. También es un riesgo que como gestor en un fondo no muy grande, igual vale la pena asumir, dado que si sale bien, el riesgo no se suele citar y la rentabilidad lleva a muchas entradas.

Seguro que ha leído como yo, libros donde se explica como los gestores institucionales no quieren asumir riesgos que les pueden llevar a perder su empleo. Si saca la derivada de este razonamiento es que otros gestores toman riesgos que les pueden llevar a situaciones desagradables y complicadas. Ya que usted o yo estemos más cómodo con estos riesgos.

Al final uno tolera mejor unas situaciones u otras y permite a unos gestores riesgos que igual no permite a otros. Sea por alguna confianza labrada por el paso del tiempo o sea por algún tipo de afinidad. También mientras algo acompaña es más fácil pensar que no será para tanto pero ya saben la capacidad del mercado para hacernos sufrir y llevarnos a aquellas situaciones límites, no contínuamente pero si alguna vez con suficiente fuerza para plantearnos si no sería mejor cambiar esa estrategia o dicho producto.

Yo aquí volvería a insistir en que es normal que alguien que decide asumir un determinado riesgo, vea dicho riesgo como menor de lo que es en realidad. Por eso cuando sale mal, lo habitual no es decir que uno ya era consciente de que podía salir mal, sino que uno se ha equivocado o que ha habido elementos externos que lo han provocado, o una combinación de ambas.

La renta variable no es comprar un x% garantizado a cierto plazo ni el riesgo es tener el estómago suficiente para tolerar episodios malos para lograr un resultado mejor. A veces se dan situaciones que pueden pasar una factura, temporal y económica, nada agradable, aunque tengamos las probabilidades a nuestro favor .

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