Del estilo de Trump y del por qué ha hecho este movimiento, opiniones al gusto y muchas opciones. La verdad la sabrá el y su círculo cercano.
A mi como ciudadano español/europeo me surgen preguntas que obviamente los “miedos” de comunicación no se hacen y no se harán, aún fuese solo por ejercitar el interior del cráneo o por demostrar un poco de decencia profesional. A saber:
1.- ¿Nos conformamos con tener al enemigo externo definido y dar la matraca todo el día con que miren que naranja y que malo es Trump? ¿Cualquier problema económico que haya ahora en España/Europa es y será culpa suya? Ya les anticipo que si, de él, de otro o del vecino del quinto. Nuestra, jamás.
2.- ¿Qué plan había y hay encima de la mesa para los próximos 50 años en España/Europa para seguir siendo una región próspera y puntera? ¿Resulta que había un mega plan para ser líderes en algo y vaya por donde mire usted que ya no nos vale por los aranceles? Aparte de los tapones en las botellas claro, que con eso tenemos las pensiones medio resueltas.
3.- ¿Europa va a mover ficha de primera alguna vez o todo va a ser táctica defensiva? Catennaccio político del malo, palmando los partidos además.
4.- ¿Tienen los gobiernos demasiado poder? ¿Tiene sentido que un partido por ser el más votado, pueda tomar medidas (sin entrar en si son buenas, malas o medio pensionistas) así a golpe de firmar unos papeles un buen Jueves de mañana porque yo lo valgo? ¿Se imaginan que un día se juntan en el parlamento a rebuznar una idea peregrina y va y la llevan a cabo? Ah perdón, que lo llevan haciendo sin parar desde que tengo uso de razón. Mea culpa, estaba despistado.
5.- ¿Alguna idea (ya no con lo de hoy, sino en general) que no sea gastar dinero que no tenemos? Lo sé, estoy muy loco y a veces suelto disparates
A nosotros como inversores, a rio revuelto, ganancias de pescadores. La verdad es que es una maravilla que ante tanto ruido tengamos un reducto de cordura en este foro y vivamos con la sensación de que al menos parte de nuestro futuro dependerá de nuestra cabeza fría y de las decisiones que tomamos en el presente, jugando con las cartas que tenemos y con las normas que nos ponen.