Más allá del simpático (por llamarlo de alguna forma) inicio de charla con el tema de las metáforas, veo ciertas incongruencias y opacidades en la implementación de la estrategia.
En primer lugar, se supone que la principal ventaja del contrato de futuros respecto a un ETF es su mayor eficiencia, principalmente en los costes. Dando esa premisa por buena, con las comisiones que tiene el fondo para sus partícipes, esa ventaja se diluye (por no decir que se elimina por completo). Si esa eficiencia de los vehículos de inversión viene “gravada” con una comisión de gestión más elevada por ese “añadido de valor”, lo único que se está haciendo es sustituir un coste por otro. A mi entender, el único beneficiado de esta estructura de costes es el propio gestor, que ve sus márgenes ampliados, reduciendo los costes de los vehículos empleados y reemplazándolos por costes de gestión. Es decir, quien soporta el coste de la implementación de la estrategia ya no es el gestor, sino el partícipe, que no recibe ningún valor de esa ventaja de costes de los futuros. La prueba está en que puedes encontrar fondos de filosofía parecida, que utilizan ETFs, con unos costes fijos mucho más bajos. En este sentido no veo el valor añadido por ninguna parte.
En segundo lugar, en el apartado de control de riesgos, los tres primeros puntos, diversificación y rebalanceo, son la base de cualquier fondo de cartera permanente o similares, y el cuarto, los “instrumentos” de reducción de pérdidas, no se detallan en ningún momento. ¿Existe valor añadido? Pues teniendo en cuenta que la única pata que podría añadir algo de valor se ha abordado muy por encima, no soy capaz de emitir un juicio. Y el backtesting ad hoc como prueba tampoco ayuda. Sinceramente, más allá de la diversificación, el rebalanceo y una tabla de la asimetría de los retornos, no me ha aportado nada que pueda justificar ese valor añadido en la gestión de los riesgos.
Y, en tercer lugar, me sorprende que la filosofía subyacente de la charla sea “no se puede predecir el futuro de los mercados” pero luego la estrategia se implemente mediante index picking y, a la pregunta de un espectador sobre porque, teniendo en cuenta que la estrategia bebe filosóficamente de la cartera permanente, se ha prescindido de la pata del efectivo, su respuesta venga a ser, porque en la época de Browne, con los tipos de interés de dos dígitos, tenía sentido. De lo que se puede deducir que se está haciendo un juicio de las condiciones macro que hay actualmente y habrá en el futuro.
La filosofía subyacente del fondo me gusta, pero no consigo ver el añadido de valor en su implementación que pueda justificar esa estructura de costes. Más aun teniendo en cuenta que se puede acceder a vehículos con una filosofía parecida con unos costes mucho más reducidos y sin tanta opacidad.