Cuando echamos la vista atrás, muchos conceptos que nos ayudaron a formarnos como inversores y personas, -que son indisolubles-, vinieron de los lugares más insospechados.
En esta pequeña serie queremos hablar de la sabiduría de un hombre normal que llegó a los 109 años de vida y cómo podemos aplicar alguno de sus principios vitales a la gestión de nuestro patrimonio.
Si se piensa en frío, el ingrediente fundamental del interés compuesto es el tiempo. Algo que no elegimos ni conocemos de antemano pero que siempre nos acompaña.
De Charlie se pueden aprender muchas cosas, pero quizá 𝗴𝗲𝘀𝘁𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗶𝗻𝗰𝗲𝗿𝘁𝗶𝗱𝘂𝗺𝗯𝗿𝗲, sea la más impactante y útil.
Sin duda una lectura muy recomendable.