A día de hoy, casi con total certeza, no habrá pensiones

Buenas tardes renta,
no podría estar más de acuerdo con todo lo que escribe. Además, aun teniendo en cuenta que el ahorro en un plan de pensiones es finalista, hay partícipes que legarán lo que quede del suyo (o en algunos casos la totalidad) a sus herederos, sin tributar por el impuesto de sucesiones (si mal no recuerdo).

Demagogia para incautos. “Papá estado, que vela por vuestros intereses, os limita la aportación a planes de pensiones privados porque son malos, malísimos, y no sabéis invertir. Después, papá Estado permitirá la gestión de muchos planes de empresa por los mismos que os venden esos productos tan malos, porque ahora son buenos”.
-¿Y si encuentro un plan de pensión mejor que el que me ofrece la empresa?
-Pues te estás portando mal, muy mal, y te voy a limitar lo que puedas aportar a ese otro que has encontrado por tu cuenta.

Saludos

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Saludos cordiales @Laertes.

En esto no solo estoy de acuerdo con Vd., sino que estoy convencido que la producción puede ser tan elevada como para satisfacer la demanda; el problema lo encuentro en la distribución. El sistema actual y desde la noche de los tiempos consistía en que unid producían un bien y otros producían otros y cada uno consume con lo que gana produciendo. ¿Qué haremos con una capacidad de producción mayor que la de adquisición? ¿Quién va a pagar de los productores y los servicios? El éxito del sistema actual es la base del capitalismo. ¿Habrá una reversión a un extraño comunismo? No quiero ser demagogo ni hacer proselitismo, ¿pero el comunismo ha triunfado en alguna región? En épocas modernas el comunismo ha conseguido que ciertas regiones salieran de la riqueza y también mantenerlos durante períodos de crisis y guerras, pero en etapas posteriores el desarrollo económico siempre se ha dado el etapas capitalistas.

En esto no estoy de acuerdo. El sistema de pensiones no es un esquema Ponzi. Las estrellas piramidales se basan cobrar comisiones por vender unos productos y la estrella radica en que el ninguno no está en la venta de productos, sino en el cobro de las comisiones que pronto acaba volviéndose imposible porque ni hay clientes interesados en el producto, solo en participar para ganar comisiones.

El sistema público de pensiones cobra aportaciones para pagar prestaciones. Evidentemente no funcionará si ambas partes están desequilibradas y subsidiariamente necesitará aportaciones exteriores. Otra cosa es que el estado pueda mantener esas aportaciones.

Por otra parte, no veo que en la bolsa ocurra eso porque su actividad principal es la producción y el crecimiento y no decir como medio de especulación. Si una empresa se revaloriza valdrá más y deberá costar más y dar más beneficios, pero si se desequilibra oferta (clases pasivas) y demanda (población activa) la capitalización de la empresa dejará de ser capaz de pagar más de lo que vale: eso son las burbujas.

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Buenas noches, Buso

exacto, el problema vendría de la distribución. A eso me refería cuando no veía claramente cómo se podría implementar un aumento de la productividad con un número menor de cotizantes “netos”, y un número considerable de perceptores de pensiones públicas. Además, sabemos que darle a la “maquinita del dinero” como solución a los problemas genera inflación, lo cual es malo para todos.

Creo que no hay que darle más vueltas al asunto: la realidad, es la que es, y dentro de unos pocos años van a ser muchos los perceptores netos de pensiones públicas, muchos más que los cotizantes. Y eso plantea un problema.

En Catalunya tuvimos un escritor llamado Pere Calders. En uno de sus cuentos distópicos planteó la posibilidad de que un día, llegada ya una cierta edad, llamaran a la puerta para recordarte, simplemente, que tu tiempo había acabado, que ya suponías una carga inasumible para el estado. Ya me entienden.
Y cuidado, porque cuando Orwell se refirió al “Gran Hermano”, en muchos aspectos ya lo tenemos entre nosotros.

Que van a seguir existiendo las pensiones públicas, eso creo que es indiscutible (espero). Y, en mi opinión, y visto lo visto y leído lo leído, en muchos casos se van a necesitar otros ingresos.

En España no estamos acostumbrados a ver personas mayores trabajando porque la pensión pública les es insuficiente. Yo ya lo vi en Alemania en el año 2006, y no es nada agradable. Los famosos “mini-jobs”. Aquí, de momento, lo hemos podido evitar, pero cada vez con más frecuencia leemos propuestas de seguir trabajando más allá de la edad de jubilación.

Y en algún momento se tendrá que plantear para los más “jóvenes” un sistema mixto de capitalización/reparto. Me temo que mi generación va a salir perjudicada, pero es lo que hay. No hay más cera que la que arde. Dinero que un trabajador destinará de sus cotizaciones a la capitalización, dinero que se descontará del reparto para los perceptores de las pensiones.
Aunque siempre se puede posponer la solución al problema porque el coste electoral para el partido que lo plantee será alto, lo cual no arreglará nada.
Ye me dirán ustedes cómo se quieren respetar los acuerdos del famoso “pacto de Toledo” sin aumentar la presión fiscal. Y los ciudadanos, ya a estas horas, soportamos una presión fiscal nada desdeñable.

No hay una solución para este problema que no deje damnificados, pero se debería plantear ya la posibilidad a los trabajadores más jóvenes de elegir destinar parte de sus cotizaciones a la capitalización de su propia pensión, independientemente de que además sigan aportando a un plan de pensiones, si así lo desean. Y me alegraré por ellos, aunque eso suponga que mi generación se va a llevar un “disgusto”.
No estaría mal recordar, por ejemplo, que nuestros padres nunca gozaron de unos tipos de interés al 4, 5, o 6%, Eran mucho más elevados. Aunque también es verdad que firmar hipotecas a 25 o 30 años, era también impensable.

Saludos a todos ustedes.

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Pues aquí no somos más ricos y no parecemos más listos.

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Hay una famosa conversación entre Henry Ford y un representante sindical (probablemente apócrifa), en la cual, mientras este último visitaba una de las fábricas de Ford, este le soltó: “Y dime, como vas a hacer para que estos robots te paguen la cuota sindical?”. A lo cual el representante sindical respondió: “Dime tu como lo vas a hacer para que compren tus coches.”
A menudo, lo que parece ser una solución, acaba siendo la condena. Y vice versa. Vivimos en un sistema que se sostiene en el crecimiento perpétuo. La financiación del mercado de capitales fluye hacia las empresas con previsión de crecimiento y las empresas se endeudan para crecer. El sistema está construido sobre la promesa de crecimiento y la deuda. Para eso se necesitan nuevos consumidores. La estrategia más estable en el largo plazo para añadir consumidores es crecer demográficamente. Es la razón por la que las empresas amplian sus mercados hacia nuevos territorios en su búsqueda de nuevos clientes potenciales como una forma simulada de crecimiento demográfico. El boom económico de los años 80 y 90 en los llamados países desarrollados es indisociable del baby boom demográfico ocurrido dos-tres décadas antes que inundó el sistema de nuevos consumidores y trabajadores.

Lo que se ha pasado a llamar “invierno demográfico” no afectará simplemente a las pensiones públicas, sino al sistema económico en su totalidad. Un sistema de pensiones por capitalización se vería afectado de la misma forma que un sistema por reparto. De momento se está paliando con la importación de mano de obra. Otra solución podría ser un incremento sustancial de la productividad, presumiblemente a través del desarrollo tecnológico. El problema es que existen muchos sectores en los que la mejora tecnológica no consigue penetrar sustancialmente. Pienso por ejemplo en buena parte del sector servicios. Y de qué sirve un aumento de la productividad si no hay demanda? La cuestión pasa a ser entonces qué hacemos con esas diferencias de productividades y por lo tanto de salarios. Qué hacemos con las clases pauperizadas y como las reintroducimos en el sistema para que sigan alimentando el propio sistema? Las soluciones no se encuentran lógicamente dentro del propio sistema. Pretender que el mismo sistema que genera esas desigualdades, las solucione, es absurdo. Parte de la solución tiene que ser exógena. A mi juicio, la razón por la que en algunos países se esté tanteando, e incluso ensayando a pequeña escala, la opción de una renta universal o ampliar el espectro del ingreso mínimo, es, precisamente, como previsión para este tipo de escenarios. Que sea o no una buena solución nadie lo sabe. Pero veo a muchas personas poniéndose las manos a la cabeza cuando quizás lo único que consiga salvar el sistema sea una medida como esta. Podría darse la situación contradictoria de que para mantener el statu quo, y para que algunos puedan seguir disfrutando de una buena situación, tengan que renunciar momentáneamente a parte de lo obtenido. No para socorrer a los demás, sino para socorrerse a si mismos. Al fin y al cabo este escenario no es nuevo. Ya se vivió en el siglo XIX cuando la ampliación de los derechos de los obreros repercutió directemente en los derechos del patrono. Estos últimos tildaban muchas de estas conquistas de irresponsables y auguraban el cierre de muchas fábricas. Lo que no vieron venir fueron las consecuencias imprevistas de mejorar la calidad de vida de sus trabajadores. Lo que ocurrió fue precisamente todo lo contrario. Pero es que la opción de no aceptar las nuevas condiciones eran las revueltas y posiblemente la revolución. Imagino que si Luis XVI hubiese previsto el resultado de la Revolución Francesa hubiese aceptado la proposición de ampliación de votos del Tercer Estado en los Estados Generales. El resultado de no ceder ni un ápice de poder fue acabar guillotinado.

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Buenos días, Grossbaum

excelente escrito, le felicito. Pero el “invierno demográfico” no afecta por igual a todas las áreas del planeta. En este sentido, Asia (a pesar de los problemas en China) presenta una perspectiva más favorable que Europa, y no digamos ya el continente africano. Es un detalle a tener en cuenta que usted ya advierte, al referirse a la necesidad de abrirse a nuevos mercados por parte de las empresas, y que presenta múltiples derivadas. También para nosotros, como inversores particulares.

Una cosa está clara: si se aumenta la productividad, pero faltan consumidores…mal negocio hacemos.

Sobre la posibilidad de una renta universal, ya hace tiempo que se está barruntando, como usted sabe. Creo que inevitablemente se tendrá que implementar, de una manera u otra. En otro tiempo se referían a ello como el “mínimo vital”, y le estoy hablando de hace más de 20 años.

Saludos.

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Feliz domingo.

¡¡¡ También me parece excelente, @Grossbaum !!!

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Saludos cordiales, @Grossbaum.

Respecto a la renta universal, no parece la panacea…:

Un placer leer sus entradas.

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Sólo por añadir una variable más al argumento de la pirámede poblacional:
igual estamos asumiendo que nosotros tendremos la longevidad de nuestros padres (soy del 64), y puede nos estemos olvidando que quizá la calidad de nuestra antes magnífica Sanidad Pública va a ser la misma dentro de, pongamos, 15 o 20 años.

Igual lo que pasa es que el “sistema” se autoregula símplemente porque los que seamos (o sean, que igual no llego) viejetes dentro de 15 años van a colapsar la sanidad, y ya se sabe lo que piensan algunos de nuestros más votados políticos/as: “total, para qué ingresarlos, si se van a morir igual”

Buen domingo!

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Ya hemos hablado de ello en otros hilos pero el estado de salud de cada uno depende mucho de los hábitos, no tanto de la edad. Morir vamos a morir todos, eso está claro, pero no es lo mismo morir en plenitud de facultades que pasar tus últimos años sin ni siquiera poder vestirte tú solo.

Lo que hacemos con y a nuestro cuerpo tiene consecuencias.

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Me temo que no está teniendo en cuenta los factores externos: pandemias (no me refiero sólo al COVID, la gripe “normal” mata a miles de ancianos cada año), que te atropelle un coche y te deje mal herido, que tengas la desgracia de contraer una enfermedad degenerativa o un cancer (cada vez más habitual) habiéndote cuidado toda tu vida (¿teníamos antes tanta polución en las grandes ciudades?, ¿los productos que consumimos eran tratados con tantas sustancias químicas?)
Y no hablemos de la lotería de la genética …

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Esos factores externos que comenta, y otros muchos, no los puedo controlar. Pero me centro en los que sí puedo hacerlo. No es lo mismo que te pille un cáncer, la propia gripe, o una caída con buena cantidad de masa muscular y buena salud en general que que te pille con un pie ya en el cementerio por no haberte cuidado.

Por esa regla de 3 tampoco deberíamos ni ahorrar ni invertir, mejor gastárselo todo ya, o incluso endeudarse y disfrutar a tope de la vida sin preocuparse por las consecuencias.

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Buenos días, Buso

a mi entender, la cuestión está bien planteada al final del artículo: " “¿Puede ser que en un país con un estado del bienestar generoso como es el caso finés una medida como esta se vea diluida y esta fuera a ser mucho más efectiva en países como España donde las prestaciones sociales son mucho peores? No digamos ya en países de América Latina”.
Y los resultados, no fueron negativos, aunque no todo lo positivos que cabía esperar. Cada vez le daremos más importancia a la salud mental, por ejemplo. Y en los países nórdicos, a pesar de su nivel de protección social, la salud mental es un auténtico problema, y también el alcoholismo. Se habla poco de ello, pero es fundamental.
Siempre se avanza a base de la prueba-error.
Saludos.

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En condiciones normales, el nivel de ahorro vs. disfrute de la vida lo decido yo en cada momento; llegado el caso, apechugaré con las consecuencias. Mucho me temo que tengo escasa o nula incidencia en el nivel de inversión (que no gasto) que deciden destinar a Sanidad nuestros abnegados políticos/as

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Saludos cordiales, @Laertes.

No, no es lo mismo. Y tampoco tener quien te cuide en casa a que te dejen morir en una residencia sin recursos. Y ni tenemos hijos ni pensiones suficientes.

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Saludos cordiales, @Ulises68.

Claro que puede ser y seguramente lo será, pero cuando más necesaria es la RMU más pobre es el país y más difícil pagarla. Ese es otro problema: si esforzarme en tener ingresos da un rendimiento marginal…, pues que se esfuerce otro.

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Buenas noches, Buso
el resaltado no es mío, es una cita del artículo que ha adjuntado en un mensaje anterior.
Es un tema complejo, sin duda. Todo dependerá de a qué niveles de pobreza se llega, y a qué tanto por ciento de la población afecta. Los estados lo pueden considerar, llegado el caso, para evitar un levantamiento de la población más pauperizada, una idea que ya dejó entrever Grossbaum en su mensaje. De hecho, el llamado “estado del bienestar” en Europa se ha degradado a marchas forzadas tras la desaparición del bloque comunista. El sistema capitalista no se siente amenazado, a pesar de sus fallas.

Es sintomático que el experimento partiera de Finlandia, y para ello se escogió un reducido número de personas. No se pueden extraer conclusiones generales, pero el debate está abierto. No son pocos los profesores de economía que han apoyado su implantación.
Le dejo un artículo de hace ya unos años del BBVA al respecto, introductorio, pero plantea algunos interrogantes:

Saludos.

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Sobre esto hablábamos algunos amigos hace unas semanas… del así grupito más junto del pueblo, la mitad no tiene hijos (y ya estamos en los 40). ¿De nosostros quién se ocupará? Las familias ahora no son tan grandes y yo “no puedo” ir a decirle al hijo de mi prima que me eche una mano llegado el caso a ese nivel (salvo que le ofrezca la herencia). Entonces, lo de “morir en la casa de la familia” para muchos va a ser algo que no va a pasar y tendremos que, en algún momento, o asumir eso y tirar para adelante, o irnos a una residencia (o sucedaneo de ella para gente que aún esté bien pero sion familia) a terminar nuestros últimos días. Pero claro, esto tiene que costar un dinero de narices. Y a ver quién lo paga. Muchos padres han estado en residencias sus últimos años porque no podían ser atendidos pero también porque los hijos (varios) ponían sus dinero para ayudar en esto. Nos viene una generación de gente “sola” que como no se organice va a tener un final de su vida duro. Recientemente leía noticias sobre gente mayor que estaba compartiendo pisos y mi padre se llevaba las manos a la cabeza. Yo lo veo como una forma de combatir la soledad y una forma mancomunada de ayudarse unos a otros y tener un grupo. Vamos, que no será como el piso de la universidad pero saber que hay alguien en la habitación de al lado si pasa algo va a ser más gratificante que tener que ver si damos llamado a emergencias.

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De ahí la gran importancia de cuidarse y llegar a la jubilación con un salud lo mejor posible. Yo tengo 49 años y le puedo asegurar que estoy mejor que cuando tenía 40, y todo ello gracias a haber dado un cambio radical a mis hábitos, saliendo de lo “normal” (alcohol habitualmente, sedentarismo, sobredosis de noticias, grandes sentadas viendo series, comida basura y constante a lo largo del día…) para pasar a cuidar todos los aspectos que puedo cuidar. Y sí, evidentemente te puede tocar una desgracia a pesar de cuidarte pero ya solo por la calidad de vida que ganas, si me comparo con gente de mi edad o incluso más joven los resultados saltan a la vista, en mi opinión es imprescindible hacerlo.

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Los Sres. Horace Smith y Daniel B. Wesson.

Pues no espere estar mejor a los 60 que a los 30… Créame, esto empeora poco a poco o repentinamente.

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