Verdad ¿verdadera?

Verdad. ( Del lat. verĭtas, -ātis).Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente.

A lo largo de mi andadura por este valle de lágrimas que es la gestión de mi patrimonio, incluyendo en el mismo la inversión, he ido aprendiendo, mediante la lectura y sobre todo por los errores que he ido cometiendo, una serie de reglas y/o principios que han ido mutando, creo que para bien, acerca de este mundo que a todos nos atrae que es el dinero y como gestionarlo.

VERDADES QUE YO CONSIDERO EN LA INVERSIÓN:

1:- Sobre la rentabilidad:

1.1:- Rentabilidades pasadas no aseguran rentabilidades futuras.
1.2:- Hasta la actualidad la renta variable es el activo más rentable.
1.3:- Los impuestos reducen la rentabilidad.
1.4:- Las comisiones reducen la rentabilidad.
1.5:- La inflación reduce la rentabilidad.

2:- Sobre el riesgo:

2.1:- Nadie es capaz de adivinar el futuro.
2.2:- Volatilidad no es sinónimo de riesgo.
2.3:- Los mercados no siempre son eficientes.
2.4:- La deuda está detrás de las quiebras.
2.5:- La falta de liquidez agrava la caída de los mercados.

3:- Sobre uno mismo

3.1:- Soy humano ante lo cual soy falible.

Estas son mis conclusiones que pueden ser refutadas o compartidas.
De echo lo que quería lanzar es la duda acerca de si estas bases son correctas o existe algún otro tipo de posible certeza a tener en cuenta.

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Interesante tema! Sobre la 1.2 añadiria la coletilla de “a largo plazo”

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Más que reducir la rentabilidad, hace perder valor al dinero pero en mi opinión a la rentabilidad no afecta en cuestiones de unidades monetarias, otro asunto es el valor de las mismas.

La rentabilidad va ligada al riesgo, hablar de rentabilidad y no hacerlo de riesgo es pensar a medias.

Sí, en todos los aspectos, dividendos, plusvalías, tasas, empresas, creación de riqueza, atractivo para inversores, etc…

Yo quiero creer que a largo plazo sí.

Y el exceso los infla,

Correcto, así lo veo yo.

Yo añadiría a tu lista lo siguiente:

Todas las inversiones tiene un porcentaje de ganar y otro de perder dinero, centrarse solamente en el de ganar y no pensar en perder es engañarse. Siempre existen esos dos posibilidades, cuantificarlas es difícil, pero no por ello debemos ignorarlo.

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Completamente de acuerdo.

Aunque esto es de lo primero que nos enseñan en Primaria de inversión a largo plazo, cada vez lo veo más como una máxima demasiado tajante. Depende de la personalidad de cada uno, que en muchos casos sólo conocemos realmente en situaciones extremas. Una alta volatilidad tiene el riesgo de que a los menos valientes nos puede hacer saltar del barco cuando no debemos.

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Cierto, su redacción supera la mia yo soy mas de números:sweat_smile:. Cuando me refiero en este punto a rentabilidad hablo de la reducción de poder adquisitivo que genera la inflación.

Yo tambien lo quiero creer, pero entre creencia y verdad hay una diferencia que viene implicita en la definicion de verdad.

En este punto no puedo estar de acuerdo con usted. Todo tiene un riesgo en esta vida, desde que nacemos. Pero, para mi, no es regla de tres directa que asumirles o no nos valla a dar una mayor rentabilidad.

Conforme de ahí mi ultima verdad, soy falible puedo equivocarme en la valoracion.

Creo entender su razonamiento, con el cual estoy de acuerdo. Cuando viene la volatilidad hay que saber aguantarla y es un riesgo inhetente al proceso de inversion.
Pero no es lo mismo que la volatilidad tenga riesgos a que la volatilidad sea un riesgo.

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Lo que sí está claro que no asumir riesgo es pérdida de valor por la inflación, por lo tanto se hace necesario trabajar, y eso es lo que hacen las empresas, para vencer la inflación y ganar dinero por encima de ella. Por eso en teoría el largo plazo muestra el efecto de ese trabajo, si está bien hecho claro.

Nada es directo en inversión y menos por regla de tres, pero es importante a la hora de diseñar carteras saber el riesgo que se asume con la inversión y el multiplicador esperado debe ser acorde, de tal forma que un diseño óptimo puede estar localizado en los extremos, esto es:

  • Bajo riesgo, bajo beneficio (colocar mayor porcentaje a elegir personalmente)
  • Alto riesgo, alto beneficio (colocar menor porcentale a elegir personalmente)

Lo anterior es mejor que colocar el 100% en la parte de riesgo medio, donde tiene poco que ganar y mucho que perder.

Todos somos falibles, pero hay que saber que hay riesgo de perder siempre, la evaluación del mismo cada cual que se apañe como pueda, pero que el porcentaje de perder existe siempre es un hecho, el no intentar cuantificarlo o incluso ignorarlo es bastante común y al final hace que se olvide la posibilidad de pérdida, pero siempre está ahí, en todas las inversiones.

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En algunas conferencias value he llegado a escuchar que una empresa sin deuda no puede quebrar. Pero hasta donde yo se (aprendido de las cuentas de la abuela de toda la vida) aunque no tengas deuda basta que tus ingresos no superen tus costes para tener que bajar la persiana.

Entiendo que la deuda es un acelerador de quiebra, al sumar el coste financiero al operativo las.posibilidades de enderezar el rumbo se reducen. Pero pensar que por comprar una empresa.sin deuda no la voy ver quebrar no seria correcto.

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Las empresas en mayor o menor medida tiene deuda con proveedores, algunas incluso financian a proveedores con clientes, cobrando a los clientes al contado y pagando a proveedores a noventa días, pueden no tener deuda a largo plazo pero en cuando un proveedor no cobre ya está liada si no se genera suficiente efectivo. Para evitar quiebras lo mejor son negocios que funcionan, la deuda hay que analizarla aparte. En mi opinión.

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Creo que fue Paramés el que dijo en la última conferencia anual de Cobas, una frase que puede parecer un tópico pero con un transfondo importante, y es que la deuda no es un problema hasta que lo es.

Vamos lo que dice usted, que una empresa no tenga deuda ahora no es indicativo de que no pueda tener una deuda importante dentro de un tiempo. Vamos que para valorar la deuda de una empresa no hay que mirar sólo la que tiene (o no tiene) sinó la que puede tener en según que escenarios.

Hay negocios con especial tendencia a que les pueda pasar algo de este estilo. Por no hablar de ciertas prácticas contables, ya saben el poner en pendiente de cobro lo que debería de ir en impago o no depreciar el valor de según que activos más acorde con la situación actual del mercado.

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Exactamente, creo que al mirar el balance se tiende a cometer el error de verlo como una foto fija. Y es en la visión dinámica cuando se visualiza el beneficio/perjuicio que puede aportar la deuda. Al fin y al cabo, un incremento importante de deuda no deja de ser algo accesorio a un fin, y este fin suele ser una decisión de inversión relevante para la vida de la empresa.

Valorar el impacto que puede tener la deuda no es fácil, tal vez podemos, simplificando mucho (tal vez demasiado), tomar el ejemplo habitual de que las empresas son animales en movimiento. Así, clasifiquemos las empresas en dos tipos: 1) aquellas con un negocio tan bueno que sus ingresos crecen sostenidamente más que sus costes, y 2) aquellas cuyo negocio no es suficientemente bueno y su beneficio se reduce sostenidamente en el tiempo (obviamos las estables, el tiempo deshará el equilibrio enviándolas a 1) ó 2). Animales que crecen y se hacen más fuertes vs. animales que “se hacen pequeños”.

Pues bien, simplificando de nuevo, imaginemos empresas sin deuda que deciden invertir endeudándose de forma significativa: las del grupo 1) la intuición nos dice que querrán aprovechar el círculo virtuoso del que disfrutan, para convertirse en animales aún mayores. Nuestra reacción será presuponer como probable el éxito, ya que la inercia es una fuerza muy importante, e infravalorar el riesgo menor pero también obvio, que el camino elegido acabe suponiendo un problema de salud importante.

En el caso 2) la situación suele ser opuesta, el endeudamiento suele tener como fin rejuvenecer, lo cual acostumbra a ser todo un reto, difícil crecer cuando te estás haciendo pequeño. La intuición nos hace poner por delante el riesgo, ya que es fácil fracasar cuando se quiere cambiar el rumbo, pero a menudo también nos sale el lado optimista, ya que la recompensa suele ser formidable, rejuvenecer y volver a crecer (casi ná!).

Por qué esta simplificación? Porque a menudo se presentan como sofisticadas y complejas algunas decisiones empresariales con deuda/ampliación de k/etc, que en el fondo pueden encajar en estos esquemas simples. Intuitivamente lo vemos claro en negocios pequeños (lógica ampliación del negocio cuando éste va como un tiro, desesperada ampliación de pólizas o créditos “a ver si la cosa remonta” cuando se cierran meses en rojo). Pero en empresas grandes a veces la complejidad y los grandes números no nos dejan ver que es lo mismo (qué son si no algunas de las empresas DGI convertidas en vedettes de este foro sino integrantes del grupo 1, a menudo incluso sin deuda? y algunas trampas de valor de negocios desastrosos con “reestructuraciones” de la mano de “CEOs estrella” buscando “revertir los márgenes a la media del sector”?)

Disculpen de nuevo el rollo,sobre todo porque esta simplificación implica que muchísimos casos se quedan fuera. Pero me conformo si consigo que llegue la idea que demasiado a menudo se pasa por alto, o simplemente se asignan pocas probabilidades, a que la deuda tenga un efecto no deseado, y ese coste financiero extra acabe siendo la losa definitiva que entierra a la compañía. Sobre todo cuando el discurso de CEOs y gestores de fondos invertidos SIEMPRE será que la deuda es manejable y traerá más crecimiento/nuevo crecimiento.

Por cierto! me encantan las compounders y las empresas DGI, también en mi cartera, pero no olviden que toda empresa del grupo 1) acabará en el grupo 2), la pregunta no es si pasará, sino cuándo.

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Eso no es un error, desde mi punto de vista el balance es una foto fija. Si no se quiere una foto fija se hará un análisis horizontal de balances (varios). Uno solo se analiza verticalmente.

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Aqui es donde no concuerda mi razonamiento con el suyo,para mi no necesariamente riesgo y beneficio confluyen en la misma dirección. Intento explicarme con dos ejemplos, tengase en cuenta que voy a simplificarlo mucho para no extenderme en demasía:

  1. Elijiendo una compañia supestamente estable como pueda ser KO, un bono al 3,5 de esta compañia, frente a la compra de unas acciones de KO con una rentabilidad por dividendo del 3,5 yo me quedo con la segunda opcion pues me hace participe de futuros beneficios. En ambos casos estoy asumiendo un riesgo muy similar, que no igual.
    2 Supuesto chicharro del MAB con un potencial de revalorización muy elevado me parece un riesgo, con mi nivel de conocimiento, inasumible y una rentabilidad probable al 50% con suerte.

Expuesto lo anterior me permito señalarle que en mi cartera tengo un porcentaje de RV acompañado por un poco de RF por aquello de tener acotada la volatilidad. Aún a sabiendas que el pasado me dice, hasta día de hoy, que todo en RV es mas rentable.
Ya sabe, por aquello de no tirarse un par de años o más sin poder dormir por las noches. Con esta estrategia creo que en ese posible, por no decir cierto, par de años, alguna noche dormiria aunque tambien es seguro que no todas.

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@Daytripper me permito escojer este parrafo suyo porque recoje en gran parte lo que queria transmitir en el origen de este hilo y es que la deuda acaba matando a las empresas, familias, etc…
Si abres el cajon del dinero y hay dinero vamos bien.
Si abres el cajon del dinero y no hay dinero mal asunto.
Pero si abres el cajon del dinero y no hay dinero y tienes que afrontar un pago porque debes algo a alguien (proveedor, salarios…) estas muy cerca del precipicio, si no estas ya callendo al vacio.

Dicho esto como bien ha comentado @agenjordi la deuda se puede tener o no tener en funcion del escenario.
Pero como la tengas y pinten bastos puedes estar fastidiado.

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Las acciones siempre tiene más riesgo que los bonos, por lo tanto si la rentabilidad es igual hay que pensar dos cosas: 1) algo no funciona bien 2) mejor los bonos si hay que elegir una opción de las dos posibles.

El dónde busca cada uno la parte de alto riesgo y alto multiplicador lógicamente también necesita trabajo, si no es capaz de ubicarlo y sentirse cómodo con lo que elige, lleva razón, mejor no lo intente.

Esto es importante, que lo que haga le sirva para dormir a pierna suelta, si tiene esa facilidad…

El dinero, es un activo penoso, hay un empeño en estar continuamente devaluando el dinero y por esas mismas acciones deflatan la deuda (deuda y ahorro van de la mano) Hay empresas y personas que son capaces de cambiar deuda por activos productivos que sirven para pagar el principal, los intereses y generan beneficio. Eso es mucho mejor que el dinero y es deuda. Pero hay que saber hacerlo claro.

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@autoinmune Cada día me cuesta mas dormir toda la noche entera, pero eso creo que es cosa de los años mas que de las inversiones.
Comparto con usted la opinión acera del dinero como activo, pero teniendo en cuenta que es un activo, hay que incluirlo en la ecuación y tenerlo en cuenta de cara a según que estrategias. Que no me guste no quiere decir que no tenga su utilidad.

Es este punto en el que intentaba poner el ejemplo, simplista por mi parte, acerca del cajón de dinero y la deuda. En mi opinión los errores con la deuda son los que pueden acabar en quiebras.

Sí, es cierto que la deuda tiene su parte fea pero como comenté si se usa para un activo que aporta una rentabilidad mayor que el coste de financiación pues la deuda es una cosa buena, es como una medicina que en su justa dosis y bien recetada funciona bien, pero mal recetada o en exceso de dosis el experimento puede no acabar bien.

Por otro lado hay empresas que necesitan grandes inversiones que sin deuda serían negocios imposibles. Por no hablar de los bancos que su negocio se basa en deuda.

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