Vacuna de sensanciones

Vengo de ponerme mi dosis correpondiente de JNJ, quizá sea una señal y deba abrir posición…

Pero no voy a tratar la inversión, vengo de vacunarme con un cúmulo extraño de sensaciones.

Ha sido como cuando dicen que ves tu vida pasar cuando vas a morir.

En este caso he visto mi vida estos últimos meses y ha sido como vivir todo de golpe, ha sobrevenido un tsunami de emociones difícil de manejar, lejos de alegrarme por tener que “sufrir” solo una dosis me ha embargado la tristeza.

Sin pensar en nada en particular me han venido imágenes de estos meses, tristeza, dolor, odio, enfrentamientos basados en creencias basadas a su vez en lecturas aleatorias en redes sociales, soledad, prohibiciones, impunidad, impotencia, insignificancia…

Me he acordado de mi hijo pequeño viéndole pasar de una escuela infantil llena de afecto y abrazos a un colegio frio (en sentido figurado y tb literal por la ventilación) lejano e incomprensible, con geles y barreras para el sistema inmune y para los sentimientos.

Me he acordado de la psicosis al tocar cosas, de las barreras sociales, de ver que nuestro mundo se derrumbaba, de España que no terminaba de salir de la anterior crisis y se metía de lleno en un agujero de cierre de empresas y de desempleo que aún queda por ver lo que durará.

Me he acordado de mis padres viviendo con miedo desde que esto empezó y con miedo siguen debido a sus creencias y a titulares infames que se repiten día tras día, limitando su vida, en sus últimos años al último reducto de existencia de lo básico, como una dictadura autoimpuesta de soledad y baja movilidad, una carcel compuesta de casa, supermercado, hospital y paseos por espacios poco concurridos, aún vacunados ahí siguen, quizá de ahí venga mi tristeza hoy, de ver y vivir a través de ellos esta pandemia, o quizá de acordarme del padre de un amigo cuyas costumbres de vida se asemejaban terriblemente a las de mis padres y que ha acabado sus días en una camilla de hospital. Condenado a muerte sin saberlo ha vivido sus últimos meses una miserable vida.

Si, ya se, problemas del primer mundo, donde alguien puede elegir si encerrarse o no, otros en otros lares no tienen elección, no tienen vacuna, no tienen ucis…
Somos gotas en el océano pero aún así pensamos, cada uno que somos únicos, y lo somos en cierta forma pero al fin y al cabo maleables y miembros de un solo mundo.

Hace unos meses pensaba que sería imposible tener vacunas, pesimista de mi, dejaba a España de las últimas en vacunación de la población y finalmente aquí estamos.

Aún con todo esto, desde mi postura critica y buscando siempre el mejor equilibrio entre vivir y cuidarse, lo confieso, he tenido miedo, no me ha gustado la sensación, esa quemazón cuando la dosis entra en el brazo, todas esas ideas de las que siempre he huido han terminado calando, sólo en el subconsciente, por supuesto, pero es curioso, yo que siempre me he vacunado y he vacunado a mis hijos sin plantearme nada en absoluto.

Y tb me ha hecho pensar en la muerte, en esa posibilidad en la que cuando tu vida pasa alegremente no te planteas demasiado pero que siempre está ahí y me ha hecho pensar en mi vida, en las prisas, en el trabajo, en la familia, en aquello del carpe diem.

Cuídense y disfruten de su vida, cada minuto es suyo y nunca volverá.

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Magnífica reflexión. Me he sentido muy identificado con todo.

En mi caso, mi primer hijo nació hace 2 semanas y será el cóctel hormonal o será que las cosas realmente importantes de la vida son la mejor vacuna contra la tontería y los pseudoproblemas, pero ahora tengo el carpe diem y el memento mori más presentes que nunca.

Un saludo.

PD: Todo ello no quita que le abriese con mucha ilusión una posición en el Vanguard Global Stock Index Fund en su primer día de vida🤗

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No se puede expresar mejor la montaña rusa de sentimientos por la que todos hemos pasado. Realmente creo que más allá de pérdidas irreparables y del impacto económico natural de un parón como este a más de uno nos quedarán secuelas psicológicas difíciles de borrar.

He sido uno de los afortunados a los que de momento la pandemia les ha pasado de refilón. Sin pérdidas cercanas, con sueldos íntegros y pasando el confinamiento en una casa suficientemente amplia con terraza y sin embargo como cantaba Sabina sigo preguntándome quién me ha robado el mes de abril…

Trato de convertir los males en bienes y pongo en valor aquellos pequeños regalos que me dejo esta situación, tal como disfrutar 24/7 de un año y medio de mi hija, pero sigo dándole vueltas a cómo de inaguantable será ese impacto en nuestras mentes que no se ve a simple vista.

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Esta situación, me ha hecho sentir “mayor”, a mi me han puesto dos dosis de Astra-Zeneca, trabajé en Zeneca cuando ICI-farma dejo ese nombre y pasó a ser llamada Zeneca. He vivido con miedo este año y pico, y sigo con ese compañero indeseado.
A mi alrededor han muerto algunas persona de avanzada edad a las que quería. Recuerdo con pesar no despedirme de su cuerpo ya inerte.
Mi compañera y yo hemos pasado el “bicho” con pocos síntomas, encerrados en casa y ahora seguimos con miedo.

Miedo a ver a 4 vecinos de la misma familia bajar sin mascarilla en el ascensor, miedo a viajar a otros países, incluso a otras regiones de España, a que pueda haber otro cierre, o que podamos encontrarnos con una mutación que nos afecte.

Se que son miedos poco racionales, hay mucha gripe cada año, menos el 2020, que fue ínfima, y puedo contraer la gripe, pero tengo miedo.

Me da miedo oír que a los hijos de una persona cercana, estando de vacaciones en Sanxenxo, la Xunta o un hospital, o una persona que les ha recibido, les haya mandado de vuelta al hotel con la respuesta de que no residen allí y que no les atienden. Su madre está pensando en ir con una hermana y volver conduciendo cada una un coche, para rescatarlos, ! Amor de madre ¡

Me da miedo tener tanto miedo que apenas salgo del barrio, no visito museos o exposiciones y rara era la semana que no veía alguna; de no ir a casa de la familia, nos vemos poco y rigurosamente en terrazas al aire libre; limitarme, encontrarme en una realidad paralela mirando la pantalla del ordenador durante horas, viendo solo un recuadro del mundo; retrasamos un viaje a África, planificado hacía tiempo, temo que va a seguir retrasándose unos años.

Tengo miedo a mis miedos

@iguerrero !Muchas felicidades y bienvenido sea el recién llegado¡

Me ha movido su frase, tengo un bote de cristal en la cocina, con cosas que quiero hacer:

Abrazar a mi hermano
Abrazar a un amigo
Pasear por una exposición abarrotada
Viajar sin un destino fijo
Comer en el interior de un restaurante
y más

y quiero hacerlo sin miedo

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Un texto difícil de digerir. No por la mala redacción sino por la realidad crudamente plasmada, mucho ánimo!

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‘A 27 de marzo de 2020’.

Ayer planché la ropa
del que ahora sacan a cuestas entre cuatro. Lavé sus sábanas, doblé su pijama, le apañé una almohada.
Esto somos.
Corre el viento de levante y una lluvia fina
repiquetea sobre su ataúd.

Begoña M. Rueda,
Servicio de lavandería

Prescindible, oculta, con temor entiendo que así se sentía la autora del poemario ganador del Premio Hiperión de poesía.

Prescindible, oculto, con miedo. Así me siento cuando vierto palabras,
dejándolas correr. Sin tratar de ordenar pensamientos o pulir las frases.

Sólo las hilvano, dejándolas escapar, como suelto el aire al respirar.
Lo necesito, respirar y verterme, terapia barata.

Ya saben, “Deep ahorro”, la psiquiatría es carísima.
Parafraseando a @arturop “Patreon” tiene mejor ratio coste/beneficio.

Por cierto @Schaub, ¿le puedo sugerir que lea algunos trozos del “Ulises”, o “Cinco horas con Mario”? A eso le llamaría yo caótico, en realidad nuestro pensamiento es bastante caótico.
Digo algunos trozos para que no me acuse de comportamiento cruel.

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Por supuesto, y se lo agradezco. Queda en mi lista de pendientes

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Gracias por estas líneas. Son duras pero no por ello innecesarias, todo lo contrario. Me han llegado bien dentro.

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La sanidad pública está garantizada en todo el estado para todos los ciudadanos, estén en su localidad de residencia o fuera de ella.Presentando el carnet de identidad el centro tiene la capacidad de buscar el número de afiliación a la seguridad social, si es que en ese momento no lo tiene o solo lleva el CIP de su comunidad autónoma.
La atención está garantizada y más si es por urgencias,
Es denunciable la falta de atención médica,. Ante casos así yo solicitaría la identificación de la persona y solicitar por escrito el documento donde ponga que no se le atiende por no residir allí

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Gracias por el post y sus comentarios, Schaub.

Quizás no sea de recibo lo que sigue ni este el hilo adecuado, pero como bien señaló Arturop en un podcast ciertos comportamientos son inexplicables.

Visto lo visto hasta la fecha, sin hacer cábalas sobre el futuro, se ha demostrado que una verdad que parecía inmutable, se cita mucho en política, ha resultado falsa cuando se producen hechos trágicos como una pandemia, en la que la gente muestra lo mejor y lo peor de lo que somos.

Sin profundidades y con un regusto muy amargo, eso de que todas las sociedades tienen a los políticos que merecen, al menos para mí, no es cierto, se eligen principios y programas, no a los idiotas que fracasan ejecutándolos. No estoy ahora para darle al coco, tengo otras preocupaciones, pero he visto una indecencia general a nivel político y sus secuaces, general, así, sin citar países, frente a como se han esforzado los pueblos afectados y lo que están sufriendo y sufrirán por todo ello que me deja muy preocupado. Pura y genuina indecencia.

No es cuestión ya de poder, dineros, intereses, ideas o principios, es que no me saco de la cabeza, sé que es una idea muy dura que, a muchos tipos con responsabilidades políticas, da lo mismo su lugar de origen, idioma, residencia y mando, les importe un bledo lo que le suceda a la gente, lo primero sus intereses, incluso por encima de la salud y vida de quienes les pagan y tragan con asco sus prebendas.

Y lo peor, eso sucede en algunos de los mundos que conforman el Mundo, el que dicen más civilizado, rico, culto y con recursos, eso que tan cursi denominan “las democracias consolidadas”. No quiero ya pensar en lo que deben vivir y vivirán en otros mundos, permanentemente castigados.

No creo estar preparado para el momento en que nos den explicaciones, excusas, perdones, sus discursos y narrativas y esas peleas infectas cuando todos son culpables. Y lo hacen con nuestros dineros y, sobre todo, con nuestros derechos, incluido el más importante e indiscutido, el de la vida.

Le he dicho a quién me aguanta que, si por aquello de las moscas, ve que me escoro al grupo de los viejos cascarrabias amargados, me dé un toque, con mucha suavidad, he realizado unas flexiones por seguir consejos deportivos en el confinamiento y creo que me he dislocado permanentemente algo, ya saben, el coste de intentar mantener una supuesta mente sana en cuerpo poco dado a esfuerzos.

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:rofl::rofl::rofl::rofl::rofl::ok_hand::ok_hand::ok_hand::ok_hand::ok_hand: Brillante …

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