Un gran reto para la siguiente generación de la infraestructura. IA, Energía y Centros de Datos

Resumen

  • Las necesidades de la Inteligencia Artificial (en adelante IA) están impulsando la demanda de energía de los centros de datos.
  • Aunque las tecnológicas están dedicando muchos recursos a las renovables, la red eléctrica es el gran cuello de botella.
  • La sostenibilidad energética y climática es el gran reto en el contexto social y regulatorio actual.
  • Las oportunidades de segundo orden están en mejorar la fiabilidad de la red eléctrica y en la inversión en infraestructura sostenible

Ríos de tinta se escriben estos días sobre cómo la IA se va a adueñar de la raza humana en cuanto se produzca la singularidad, el momento en que se logre la IA de propósito general o incluso la superinteligencia. Sin embargo, ¿es posible que esto esté sucediendo ya de una forma más o menos encubierta? Me refiero precisamente a todos los proyectos en marcha para construir mejores hogares (los centros de datos) para nuestra nueva compañera y al incremento de la demanda energética (cuando no apropiación directamente), disparados desde aquel final de 2022 en los que ChatGPT llegó a nuestras vidas y conocimos que había tantos expertos en la Inteligencia Artificial Generativa durmientes cual agentes soviéticos en Washington DC en los años locos de la Guerra Fría.

Vivimos un momento de transición desde las CPUs (los chips que controlan a nuestros ordenadores, las estrellas electrónicas del s.XX) a la nueva Farala que llegó a desbancarlas: la GPU, ese cisne negro que convirtió a una compañía que hacía tarjetas gráficas (de ahí la G de Graphical Processing Unit) para videojuegos a la estrella de los bitcoins y posteriormente la IA simplemente porque las mismas matrices que tan adecuadas son para hacer cálculos gráficos también son la matemática piedra filosofal de las criptomonedas y de los modelos que impulsan a la IA.

Las necesidades de las GPUs están arrastrando a los diseñadores de los centros de datos a nuevas soluciones en las que prima la eficiencia energética. Las GPUs despiden más calor que un adolescente pegándose un atracón de TikTok, la refrigeración por aire ya no es suficiente, y hay que dar cabida a la refrigeración líquida que permite gestionar la transferencia de calor de forma mucho más eficiente así como aprovechar el espacio mucho mejor para empaquetar más hierro, perdón, silicio, en el mismo espacio.

El viejo mundo en el que las CPUs procesaban cargas (así se llama a la utilización en términos informáticos) razonablemente estables con todas las ventajas que eso supone para la gestión eficiente de la energía, queda atrás y aparece la IA con más volatilidad en sus necesidades energéticas que el perfil de la modelo favorita del hombre blanco de mediana edad allá por los lejanos 90. El entrenamiento de los modelos (el proceso que genera el nuevo ChatGPT, Claude, Gemini o incluso modelos especializados) frente a la inferencia (el uso que hacemos de los modelos ya entrenados para preguntarles la edad media de los candidatos a las próximas elecciones en EEUU), la planificación dinámica de cargas en las que se agrupan tareas de alta demanda o las restricciones ambientales y el cuello de botella que plantea la refrigeración entre otros hace que el consumo sea mucho más ¿caótico? y más difícil de gestionar de forma eficiente.

La red eléctrica creada para nuestro mundo del s.XX es uno de los grandes desafíos. Diseñada con otros patrones de uso en mente y con otras necesidades (situación agravada por el movimiento hacia lo eléctrico), se ha convertido en el gran problema para las necesidades de la IA, que como decía antes, nos está empezando a manipular para conseguirle alimento. Uno se pregunta si, dentro de unas décadas, siglos un historiador del futuro, si (aún) no nos hemos autodestruido junto con todos nuestros valiosos artículos periodísticos o maravillas como este humilde post, será capaz de distinguir si éramos nosotros los que hacíamos estos de si la IA no estaba controlando ya.

En una nueva fiebre del oro, la ubicación de los centros de datos es fundamental para acercarlos a donde la red es más capaz de abastecerlos o a las zonas en que es más probable que exista red nueva y/o fuentes de energía, teniendo en cuenta que, cual funcionarios de Hacienda en su pisito pagado ya hace unos años descubriendo que el edificio está lleno de apartamentos turísticos cuyos usuarios les privan de su bien merecido descanso, igual a los vecinos no les gusta que les monten una mole de estas y un par de centrales nucleares o molinos eólicos con aspas de 200 m de última generación a su alrededor, o que igual también les molesta un poco que cada vez que arrancan 300 GPUs a calentar, el microondas se les pone en marcha o el secador de pelo empieza a provocar desrizados en el pelo de sus usuarios y usuarias, vaya Vd. a saber por qué con lo que había costado…

Además y enlanzando en lo que comentábamos en el último podcast, ¿cuál va a ser la demanda de ciertas materias primas, y cómo va a influir el “crowding out” en la generación de bienes y servicios alternativos y en sus precios, cuando estos dependan de estas materias primas que le gusta tanto al ChatGPT. Si es que la Nvidia nunca fue del todo sana. Quien dice materias primas, dice también componentes electrónicos, hardware, vamos ferralla de todo tipo.

¿Qué papel juega aquí la presencia de capital? Bueno, pues “afortunadamente” parece que hay multitud de capital disponible (¿también la IA jugando con los modelos de los bancos centrales sin que nos enteremos?) y dado que quien se quede atrás puede que acabe siendo el perdedor del suma-cero, no va a haber escasez de capital en un futuro previsible. Seguro que para Sanidad y Educación la cosa es de otra manera, pero como nos vamos a librar de trabajar y nos va a curar nuestra nueva amiga…

Como ven una gran oportunidad para los que sepan (sepamos en +D) ver las oportunidades de segundo y tercer orden, los vendedores de picos y palas y quienes son los grandes oligopolios en estos albores del tercer milenio.

Sacando a pasear la bola de cristal, ¿cuáles se vislumbran como las principales oportunidades para los inversores?

  • Tecnologías emergentes. Hidrógeno verde, nuevas soluciones de refrigeracion ¿quiénes son los equivalentes a las biotecnológicas de la energía?
  • Centros de datos especializados en IA. ¿Hay algún REIT que se esté metiendo en este sector? ¿O alguna compañía de ingeniería / infraestructura tecnológica?
  • Inversiones en renovables. ¿Quiénes son las compañías que van a consolidarse ahí y quedarse con el pastel? Probablemente las que logren adquirir músculo financiero serán las ganadoras, pues a los gigantes tecnológicos no les interesan relaciones a corto plazo sino tener el suministro garantizado durante muchos años, sin sobresaltos.
  • Las limitaciones de la red. ¿Qué va a pasar con esta red que en muchos casos está ya algo desfasada y en algunos otros es muy antigua? ¿Cuáles son los riesgos alrededor de la resiliencia y qué empresas están mitigándolos?
  • Sostenibilidad. ¿Van los reguladores permitir a las tecnológicas hacer lo que quieran? ¿Qué va a pasar con la huella de carbono?
  • Automatización y software. No es de extrañar que la automatización y el software jueguen un papel muy importante en ajustar todo este gran galimatías energético y de consumo de recursos. Parece una solución de “no quieres caldo, pues toma dos tazas” o aquello que hacían de para parar un fuego provocar otro.
  • Consolidaciones, adquisiciones y expansión global. ¿Quiénes van a ser los caballos ganadores que van a conseguir concentrar la oferta y con sus habilidades políticas lograr explotar las oportunidades en países por todo el mundo? ¿Qué papel juegan los emergentes con sus desiertos bañados por el sol, los mares que no son de nadie y los recursos naturales?
  • La cadena de la oferta. ¿Qué compañías son los vendedores de picos y palas que controlan o van a controlar los principales cuellos de botella en la oferta a las grandes tecnológicas? ¿Existen ya y nadie las conoce, son una oportunidad de que el Kodak de turno no se arruine o todavía ni siquiera están aquí?
  • El regulador. ¿Qué tipo de trabas y que incentivos van a plantear los Gobiernos? ¿Qué papel va a jugar la geopolítica?

En resumen, como inversores, los factores a considerar serían

  • Crecimiento en centros de datos dedicados e inversiones en energías renovables.
  • Riesgos alrededor de la red eléctrica y de las presiones ambientales.
  • Oportunidades en mercados emergentes y en innovación tecnológica.
  • Potencial para consolidación en la industria y expansión global.
  • Impacto (positivo y negativo) de reguladores y gobiernos en las estrategias de las compañías

¿Qué piensan Vds.? ¿Cómo están aprovechando esta oportunidad que muchos llaman burbuja ignorantes de que a veces lo que pareció burbuja fue un pequeño problema de timing? (se me viene la cabeza aquello de “hemos construido para xxxx múltiplos de la demanda que hay” y ahora precisamente hay escasez de vivienda) En fin que me desvío, comenten, que seguro que algo aprenderemos, los humanos y algún robot esclavo de los GPTs que se pase por aquí…

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Saludos cordiales.

Habrá que ir pensando en procesadores fotónicos que utilizan luz en lugar de electricidad para realizar cálculos. Dado que los fotones (partículas de luz) no generan calor como los electrones en movimiento, los procesadores fotónicos tienen el potencial de ser mucho más eficientes en términos de energía y producción de calor.

Varias empresas y grupos de investigación están trabajando en el desarrollo de chips fotónicos que puedan integrarse con la electrónica tradicional. Una es Lightmatter, una startup que trabaja en la creación de chips fotónicos para la inteligencia artificial, los cuales prometen una mayor eficiencia energética y menor generación de calor. También IBM, Intel, NVIDIA dedican sus esfuerzos a estoy proyectos.

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Los amigos de Merlin Properties llevan ya unos años, como buen visionario el señor Clemente, en el sector.

También CrownCastle (CCI), es un REIT especializado en Data centers e infraestructuras de comunicaciones. También alguna energética, como la que ha elegido Microsoft (ahora no recuerdo el nombre) para que le enganche una central nuclear a uno de sus DC.

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Constellation Energy.

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