Estimado @emf23 ,
Pese a que yo diría que ya le han dado ideas excepcionales, ahí van mis cincuenta céntimos, por si le resultan de utilidad.
Para aliviar su zozobra, le diría que lo que le pasa es absolutamente normal, y que todos en mayor o menor medida, hemos pasdo (y lo que es peor), pasamos por momentos así. Una veces será el área laboral, otras la pareja, otras los hijos, otras … y es algo lógico y normal, porque estamos cableados así. La insatisfacción, si quiere verlo en positivo, es un potente motor de mejora, y si quiere verlo como el reflejo de la dura realidad en tono castizo, “mira que buen día hace, ya verás como viene algún hijo de… a fastidiarlo” .
A modo de resumen a vuelapluma, estas ideas me hubieran resultado útiles cuando atravesé una etapa similar hace ya bastantes años, lo que por supuesto no tiene que ser cierto para usted, pero bueno ahí van:
- Más que el propósito de la vida, son la suma de propósitos
A los seres humanos nos gusta mucho simplificar las cosas, y por eso condensamos grandes montañas de información en bloques manejables. Si pensamos en el propósito de la vida, como una entidad única, lo cierto es que estaríamos ante que nacemos para morir, pues más o menos es lo único que nos une como seres vivos. Pero si lo viéramos a lo largo de la vida, nos daríamos cuenta de dos cosas curiosas.
A) El propósito vital varía a lo largo de la vida y como bien la ha dicho @fanguillas cuando somos jóvenes tenemos uno, cuando tenemos hijos otro, y cuando nos hacemos mayores (me imagino, pues no lo se), que habrá una evolución del segundo, con lo cual será otro distinto.
B) El propósito vital es personal e intransferible, y sin embargo la sociedad actual, se empeña en darnos una serie de dogmas acerca de lo que debería ser para ser una persona exitosa.
- La vida real no son líneas rectas sino curvas.
Nos han enseñado a pensar en proyecciones, en que si hoy hacemos equis, pues la proyección será x+n , con lo que si hemos estudiado un área, deberemos desenvolvernos en ese área etc… y esto es verdad a veces, pero no siempre. Lo bueno y lo malo del tema, es que depende de uno mismo cambiarlo.
Una verdad dolorosa, es que el “tap dancing to work”, puede que sea verdad para algunos siempre (que lo dudo), pero para otros, el común de los mortales, no siempre. Lo que viene siendo que en la vida real uno tiene que comerse las verduras, antes de tomarse el postre. Y esto, nos guste o no es así. De todas las tareas que hace uno, hay muchas que son un coñazo, pero hay que hacerlas.
Otra verdad, esta un poco menos dolorosa, pero aplicable, es que es posible ver el lado bueno de las cosas en bastantes actividades, y cuando uno está haciendo un trabajo que no le gusta, puede pensar… “no pienso hacer este trabajo el resto de mi vida, por lo que voy a buscar desde ya en que quiero invertir mi tiempo, pero mientras tanto, voy a intentar ver qué puedo aprender interesante y que me vaya a servir después en este”. Para mi esta es la clave de mucha gente que he conocido exitosa. Saben perfectamente que no van a quedarse , pero se dejan la piel y sacan lo bueno de su tiempo en ese trabajo.
Si su trabajo le empeora como persona, mejor cambiar.
- Siempre que te acercas a algo , te alejas de algo.
Esto para mi es básico tenerlo claro, y es algo que casi todo el mundo obvia. Uno ve a Pepito que es un monstruo construyendo cohetes espaciales, y piensa…"¡qué afortunado es Pepito!" , “me gustaría ser como el” , pero casi nadie pone en la ecuación el precio que Pepito ha pagado para construir cohetes. Todos estamos continuamente pagando el precio por algo, incluso cuando decidimos no hacerlo, pagamos ese coste de oportunidad. Y esto nos lleva a un punto interesantísimo.
Si nos basásemos en el sentido común, podría decirse que vivir una vida equilibrada, sería la clave de encontrar un propósito vital universal, pero de nuevo cada persona es un mundo, y para mucha gente vivir esa vida, sería algo anodino y aburrido, por lo que de nuevo estamos ante el famoso paradigma de que “no hay un zapato para todas las tallas”.
Los fanáticos inteligentes, que no son más que los psicópatas de toda la vida, necesitan llenarse de una única actividad… y oye, no tiene porque ser malo. Sin embargo, el vulgo los admira por esa faceta, cuando ambis serían unos desgraciados si se intercambiasen los destinos.
Recuerdo que le hice esta reflexión a cierto representante “farandulesco” de una firma de inversión, de estos que hablan mucho de los grandes inversores, pero no suelen pensar nada especial, ni diferente, por si mismos y se enfadó Si, hijos míos si, los psicópatas cumplen una función en la naturaleza, y no todos tienen porque ser negativos (si uno no convive con ellos, claro está).
- El cesped siempre crece más verde en el jardín del vecino.
Y ya vamos terminando, que esto se les estará haciendo bola.
La frase que abre esta parte, es vital tenerla en cuenta. Por lo general, la idea que tenemos de las cosas es mucho más placentera que las cosas en si misma. Y se lo dice un practicante del hedonismo y de no privarse de demasiadas cosas.
Tampoco es bueno irse al otro extremo, que es algo así como “ya que no puedo tener equis, eso no vale nada”, pues esto es bastante triste.
Resumiendo. Cada persona tendrá unos propósitos vitales distintos, que irán variando a lo largo de la vida. En general, tener un trabajo que a uno le guste es importante y hace la vida mucho más agradable, pero igualmente importante es tener una vida balanceada, y eso no siempre es posible, pues solemos dejar cosas desatendidas a lo largo del camino.
Unas veces estará uno más alineado con su propósito vital y otras menos, pero eso se debe aceptar como algo normal, y lejos de frustrarse, mejor darse cuenta , corregirlo y saber que dentro de nada se te volverá a descalibrar, así reduce uno la presión y la vida se convierte en un proceso inacabado mucho más divertido y apasionante.
Vaya rollo les he soltado…