Si alaba a Inglaterra, será inglés; si os habla mal de Prusia, es un francés; y si habla mal de España, es español

Merece la pena escuchar este Pasaje de la Historia para desterrar tantos mitos y tanta Leyenda Negra, tanta Mentira en definitiva…

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Fueron hijos de su tiempo, pero en Hispanoamérica era común el mestizaje con la población nativa. Además, la reina Isabel insistió en su evangelización; también es mucho el patrimonio arquitectónico que dejó España en América que no la consideró como colonias sino como provincias. En USA casi se dio el exterminio de la población indígena aunque ahora celebren Acción de Gracias:

Estimación de Ángel Rosenblat, conocido por sus estudios de demografía histórica]. Los datos son sus cálculos sobre la posible población indígena en 1940 y 1950:

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Fueron hijos de su tiempo y una plaga para los aborígenes. Que fueran menos malos que los demás no significa que fueran buenos.

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Tenemos también este otro:

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Desde el descubrimiento de América siempre se ha temido, y mucho, a una España o a una Península Ibérica fuerte. Las razones son obvias: su privilegiada situación que abarca los 4 (o 5 si consideramos las 2 Américas) continentes importantes. Es el punto central del Mundo, no es de extrañar que los otros países hayan hecho lo posible por socavar y desestabilizar la Península Ibérica

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Recuerde: Homo homini lupus.

No voy a entrar en disputa con Ud., pero mire cómo se las gastaban en Europa y Turquía:

Entre los siglos XVI y XIX cientos de miles de hombres, mujeres y niños fueron secuestrados, trasladados en barcos a tierras desconocidas y vendidos como esclavos.

No estamos hablando del comercio de esclavos transatlántico, en el que varios millones de personas mayoritariamente del centro y oeste de África fueron vendidas a europeos occidentales para ser llevados a América, sino de europeos occidentales capturados por los corsarios otomanos para venderlos en el norte de África.

En incursiones esclavistas musulmanas, conocidas como razzias , los piratas berberiscos capturaban cristianos en ciudades y pueblos costeros europeos, principalmente en Italia, Francia, España y Portugal, pero también en las Islas Británicas, los Países Bajos, y tan lejos como Islandia.

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Es que España tiene una historia muy compleja y muy de matarnos entre nosotros. Hay países cuyo relato nacional se ha forjado en base a las guerras con otros países y eso genera un sentimiento de unidad, pertenencia a la comunidad y apoyo a unas fuerzas armadas que se sienten como propios. El problema y lo que nos diferencia de nuestros vecinos europeos, ¡es que la mayor carnicería de españoles la ha protagonizado el propio ejército español y facciones y/o milicias varias, pero de aquí! Desde la invasión de Napoleón hemos tenido un montón de pronunciamientos, enfrentamientos, sublevaciones y posteriores represiones, dictaduras y varias guerras civiles, siendo especialmente cruenta la última y más famosa del 36 al 39.

Si yo cojo mi ciudad, Barcelona, y pienso en qué ejércitos le han causado más daño, el ganador en el recuento de cadáveres se lo lleva el Ejército Español, con especial mención a la aviación italiana a las órdenes de Franco.

Con esto no estoy diciendo que estemos predestinados o que tengamos que mantener vivos los rencores, amores y conflictos de nuestros bisabuelos. Al final de interpretaciones de la historia hay casi tantas como personas y cada uno es libre de pensar y tener las afinidades que quiera. Pero hay ciertas instituciones -policía, guardia civil, ejército-, que se ven bien ahora, porque hemos cambiado mucho y somos un país moderno y plenamente avanzado, y el ejército participa en misiones de paz, y está integrado en la OTAN y la profesionalidad de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado está fuera de toda duda. Pero no hace tanto tantísimo, apenas medio siglo, que el ejército estaba formado básicamente por los vencedores de una guerra de la mitad de la población contra la otra mitad, que la policía nacional sacaba las confesiones a tortazo limpio y que la guardia civil comía gratis en las tascas de algunos pueblos y no precisamente porque el dueño les invitase amablemente. Insisto en que las malas prácticas de ciertas instituciones nada tienen que ver con las que tienen en el presente. Pero cada país tiene sus traumas y se quiera o no, la memoria pesa, y con este historial de matarnos entre nosotros, no es raro que si alguien hablaba mal de España… ¡éste fuera español!

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Solo recordarle que si se mira Madrid, hubo el doble de nuertos en esta misma guerra.

La Historia no debería interpretarse, y menos por cualquier persona por indocumentada que esta sea Porque la Historia debe basarse en el conocimiento de los hechos y el contexto social en su sentido más amplio, la Historia no debe ser una escombrera intelectual como lo es el periodismo actual, que tanto daño hace.

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El 11 de febrero de 1873 el Rey Amadeo de Saboya renuncia al trono en una carta dirigida a las Cortes españolas: “España vive en constante lucha, viendo cada más lejana la era de paz y de ventura que tan ardientemente anhelo. Si fuesen extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados tan valientes como sufridos, sería el primero en combatiros; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la nación son españoles”.

Desde la Guerra de Independencia el Ejercito Español no ha combatido contra un enemigo extranjero en el territorio peninsular.

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Esta es una historia de soldados, hombres que huyeron del enemigo y encontraron la gloria y el olvido.

En la guerra todos pierden . Abel Pérez Rojas.

Es conocido, y probablemente solo una leyenda urbana, el testimonio de aquel general británico, refiriéndose a la Guerra de las Malvinas: «Y aquí se verá: si los argentinos son en realidad descendientes de los españoles, la batalla será ardua y difícil para los nuestros; si, en cambio, lo son de italianos, la batalla se decidirá en cuestión de horas». Otro militar, en este caso un General de la Wehrmacht llamado Jürgens, sintetizó en una sola frase la esencia de nuestras dos leyendas, al contemplar el heroísmo de la División Azul: «Si en el frente os encontráis a un soldado mal afeitado, sucio, con las botas rotas y el uniforme desabrochado, cuadraos ante él: es un héroe, es un español».


La Nueve y la liberación de París por españoles

Tras la Guerra Civil Española muchos españoles se vieron obligados a exiliarse: Anarcosindicalistas de la CNT, trostkistas del POUM, anarquistas de la FAI, catalanistas con firmes ideas independentistas, socialistas de la UGT … Marcharon a Francia donde esperaban recibir una calurosa bienvenida. Nada más lejos de la realidad puesto que la desconfianza de los franceses llevó a muchos de ellos a campos de internamiento en espera de tomar una decisión sobre su porvenir.

Al final se les dieron varias opciones para salir de los campos. La primera era hacerse repatriar a España (con lo que Francia se ahorraba la carga económica). La segunda, intentar que les contratara un particular en el exterior. La tercera, emigrar a un país latinoamericano (algo sumamente complejo). La penúltima consistía en convertirse en prestatarios militares y enrolarse en una Compañía de Trabajadores Extranjeros.

Nace la Nueve

A pesar de la existencia de las opciones anteriores, la más utilizada por los españoles fue la quinta que consistía en firmar un alistamiento militar con el gobierno francés en la Legión Extranjera (por cinco años, acabara o no la Segunda Guerra Mundial) o hacerlo en el Regimiento de Marchas de Voluntarios Extranjeros (cuyo contrato finalizaría cuando acabase la guerra). Así pues. muchos pasaron a formar parte de las tropas francesas, al menos hasta que atacaron los nazis y todo se fue al garete con la aparición de la Francia de Vichy, la cual colaboró con Hitle* en contra de su país. En ese momento fueron muchos los españoles que renunciaron y se unieron a las unidades de la resistencia comandadas por Charles de Gaulle, las denominadas Fuerzas francesas libres .

Unos se internaron en las Fuerzas francesas libres*, otros fueron desmovilizados e intentaron viajar hasta las regiones francesas del norte de África, que eran colaboracionistas y pertenecían a la Francia de Vichy . Finalmente, algunos fueron llevados de nuevo a campos de internamiento. A su vez, no fueron pocos los que se alistaron en el Cuerpo Franco de África , un contingente creado el 25 de noviembre de 1942 con el objetivo de aglutinar en sus filas a aquellos jóvenes africanos dispuestos a combatir bajo bandera francesa, pero que se negaban a hacerlo en las filas del ejército de África.

Puesto al mando del general Giraud, el Cuerpo Franco de África fue concebido como una tropa de choque lista para intervenir al lado de los aliados . Dicha unidad contaba con varios batallones, siendo el tercero de ellos de mayoría española y el quinto el que aglutinaba un mayor número de refugiados antifascistas de todas las nacionalidades. El segundo, el cuarto y el sexto contenían un mayor número de efectivos musulmanes norteafricanos o “indígenas”. Este grupo tenía una compañía que se llamaba la Nueve .

Tras la creación de las Fuerzas Armadas Unificadas de la Resistencia, el gobierno comenzó a organizar sus fuerzas. Así fue como se creó la 2.ª División Blindada (la denominada Leclerc en honor a su general, Philippe Leclerc de Hauteclocque). Dentro de ella se ubicaban –a su vez- varios regimientos. Uno de ellos era el Regimiento de Marcha del Chad, el cual incluía, por su parte, varios batallones. Era en el tercero de estos en el que se ubicaba la 9ª compañía, la cual -junto con la 10.ª, la 11.ª y la 12.ª que contaba con varioes españoles entre sus filas. No obstante, «la Nueve», como empezó a ser conocida, contaba con una peculiaridad. Era excepcional porque una gran mayoría de sus miembros eran españoles. Unos 144 contando con oficialidad cuando la integraban 160 .

La llegada de los half-track

El 8 de abril, la Leclerc entera fue enviada a Inglaterra para participar en el Desembarco de Normandía. Fue precisamente en el campamento británico ubicado en Hall (Liverpool) donde «la Nueve» recibió unos buenos regalos: varios vehículos blindados half-track (unos camiones de transporte ligeros sumamente móviles, aunque muy poco efectivos contra carros de combate).

Los vehículos cambiarían de numeración conforme eran destruidos o sufrían reparaciones importantes, manteniendo el nombre con otro dígito ordinal. Así hubo, al menos, dos Guernica , tres Résistance o dos Mort aux cons y algunos cambiaron de nombre como el España Cañí que después de la liberación de París pasó a llamarse Libération . Los vehículos de La Nueve se componían de camiones Dodge 6×6, Jeeps , y el vehículo de la infantería mecanizada por excelencia, el half track , un semioruga capaz de transportar hasta diez hombres y, según modelo, dotado de dos ametralladoras Browning y en algunas de las unidades – una por sección – arrastrando un cañón de 57 mm. Los half track entran en la leyenda de La Nueve por ser bautizados con nombres de batallas, personajes de la Guerra civil española o referencias a la españolidad de la compañía. Las compañías se dividían en cinco secciones: la de mando, capitaneada por un HT, un jeep de mando y un par de Dodges; la de suministros, compuesta por un HT y un camión Dodge; y tres secciones de combate dotadas de cinco HT cada una. En sus ataques se apoyaban con compañías de carros blindados de la 501E RCC, del modelo M4A2 Sherman con cañones de 76 mm. Fueron bautizados como Guadalajara, Brunete, Ebro, Santander, Belchite , Jarama, Teruel, Guernica, Madrid . su misión consistiría en avanzar al frente del regimiento y “peinar” las zonas antes de la llegada del cuerpo principal aunque también eran una unidad de combate.

El Día D

Finalmente, y tras multitud de preparativos, la Nueve como parte de la 2.ª División Blindada francesa desembarcó en Normandía el 1 de agosto. El objetivo de sus 160 soldados, al igual que el de tantos otros aliados, era atravesar las defensas nazis, contrarrestar el contraataque que –previsiblemente- ordenaría Hitler y, finalmente, ponerse el cuchillo entre los dientes y avanzar hasta París.

A partir de agosto, la Nueve participó en la toma del puente sobre el rio Sarthe , la conquista de Alençon, el avance sobre y en la conquista de Écouché .

Una absurda retirada

Tras la toma Écouché, ubicado a 260 kilómetros de París, la 2ª División Blindada recibió, al fin, la orden de dirigirse hacia París el 23 de agosto. Como siempre, la Nueve, al mando del capitán francés Raymon Dronne iba al frente, preparada para cualquier eventualidad.

Al día siguiente, el 24 de agosto, se sucedieron todo tipo de combates contras las defensas a ultranza de los alemanes. En ellas, «la Nueve» demostró su valía, ya fuese luchando de la mano de carros de combate aliados, o limpiando las posiciones nazis de cañones anti-carro. Sin embargo, cuando Dronne llegó al pueblo de Fresnes (a unos 15 kilómetros de París) recibió la extraña orden de rehacer el camino avanzado. Tocaba retirada, a pesar de lo cerca que estaban de la capital. A regañadientes (y seguro que con algún insulto que otro), el galo y los españoles acataron lo dicho y regresaron a una posición más retrasada.

Horas después, la Nueve llegó a la posición que se les había encomendado. Eso sí, con un humor de perros. En ese momento se dio una situación rocambolesca cuando el mismísimo Leclerc observó que los hombres que ya creía en París se hallaban allí. El enfado con Dronne fue mayúsculo, y no amainó cuando este le dijo que recibía órdenes. «No se ejecutan las órdenes idiotas, Raymond. Vaya derecho a París, entre en París. Pase por donde quiera, arrójese al corazón de París, diga a los parisinos que no se desmoralicen, dígales que toda la división estará en París mañana por la mañana», señaló el general galo.

Las razones de Leclerc por tomar la capital eran, sin duda, fundadas, y Dronne las entendió al instante. «Era inútil puntualizar el objetivo, porque el objetivo no era militar. Estaba claro, era evidente, que en el pensamiento del general el objetivo era psicológico. Se trataba de apuntalar la moral de la Resistencia y de la población sublevada, que esperaban con impaciencia la llegada de las fuerzas aliadas. Cada hora que pasaba aumentaba su inquietud. […] Debíamos infundirles valor con nuestra presencia, aunque esta fuera simbólica. Se trataba de que vieran a la 2ª División Blindada, la única francesa desembarcada en Normandía», explicó el propio capitán en sus memorias.

Llegada a París

Dicho y hecho. Al instante, Dronne armó lo que quedaba de «la Nueve» e inició camino, de nuevo, hacia la capital. Una misión para la que contaba con sus half-tracks , tres carros de combate Sherman , un jeep en el que viajaba el propio capitán y, finalmente, dos camiones con dos grupos de ingenieros.

Increíblemente, la resistencia fue nula y a las 21:22 horas los blindados Guadalajara, Brunete, Ebro, Santander, Belchite, Jarama, Teruel, Guernica, Madrid, España cañi y Don Quijote se hallaban en el Ayuntamiento de París.

Lamentablemente, su enorme contribución a la liberación de París quedó en el olvido y solo recibió reconocimiento en 2004, cuando se celebró un homenaje a la 9.ª Compañía y se inauguró una placa conmemorativa en su honor.

En la siguiente entrega hablaremos de la División Azul.

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La historia la escriben los vencedores, o dicho de otra forma: Todos los paises/naciones/pueblos/unidades de destino en lo universal explican los hechos de forma que defiendan sus intereses y tapen sus vergüenzas.
Nadie es bueno y valiente, ni cobarde y malo por ser de una determinado lugar. Seguro que en Italia no se tienen por un pueblo cobarde (¿verdad @Fabala?)
Me gustaria que nos hablara del desastre de Annual. Todos los paises tienen el suyo, y todos lo tapan tanto como pueden.

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De esto podríamos hablar largo y tendido ya que no comparto su opinión. Digamos que bajo el manto de la democracia se ha venido haciendo cierta operación de maquillaje. Pero bueno, prefiero no tocar el tema en profundidad y continuar centrándome en temas económicos. Si quiere, en la próxima cena podemos abordarlo. Ciertos temas conflictivos se discuten mejor cara a cara, donde los matices se aprecian mejor.

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Generalmente un repaso a la historia moderna y contemporánea de cada uno de esos países nos puede dar una idea de ese distinto proceder. Cada uno de esos países abordaron (o simplemente algunos dejaron de hacerlo) los procesos de creación de conciencia nacional de forma diferente. Creo que hay amplía bibliografía al respecto. Yo les aconsejaría la siguiente obra que adjunto a continuación. Amena, concisa y muy clarificadora. Les anticipo que ese ensayo puede ser también un poco provocador.

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FALANGISTAS, REPÚBLICANOS Y OTROS SOLDADOS DE LA DIVISIÓN AZUL

Durante la Guerra Civil española el apoyo de Alemania e Italia fue decisivo para la victoria del régimen franquista. De este modo, al terminar la guerra Franco se vio atado a las potencias del Eje por los lazos de aliado y también por la deuda de centenares de millones de marcos alemanes por la ayuda material, militar y económica que le facilitaron Hitler y Mussolini. La situación geoestratégica era sin duda el haber más preciado para Hitler, interesado ante todo en arrebatar a los británicos el control del Mediterráneo, cuya clave era Gibraltar.

Las negociaciones comenzaron en 1940. Franco, consciente de que España no podía entrar en una nueva guerra, prometió apoyo al Führer, pero sin detalles”. Sin embargo, cuando el 22 de junio de 1941 Alemania invadió la URSS, el régimen franquista no dudó en manifestarse en apoyo a la cruzada contra “la Rusia de Stalin”.

En junio de 1941 sonó la célebre frase de “¡Rusia es culpable!”, con la que las autoridades españolas acusaban a Moscú por la Guerra Civil española y llamaban a acabar con el comunismo en aras del “porvenir de Europa”. Aprovechando estos ánimos, Franco ofrece a Hitler una división para combatir contra la URSS, pero se cuida de que solo sean voluntarios, integrados en una unidad de la Wermacht, lo cual le permite conservar la “no beligerancia” de España.

Fue una unidad de voluntarios españoles, en total formada por cerca de 47.000 hombres, que combatió junto al Tercer Reich en el Frente Oriental. Pese a que las exigencias alemanas pasaban porque el contingente estuviera formado íntegramente por soldados profesionales, se acordó al final que el grueso estuviera alimentado por voluntarios civiles –muchos de ellos opositores al régimen que se alistaron ante la posibilidad de limpiar sus antecedentes, como en el caso del director de cine Luis García Berlanga , con familia republicana–, pero comandados por oficiales experimentados del Ejército español como Agustín Muñoz Grandes o Emilio Esteban-Infantes.

Como la división no era una unidad regular del ejército español y estaba compuesta por voluntarios, militares o no, no podían usar el uniforme oficial español. Se les proporcionó así un uniforme alternativo, que usaban desde su reclutamiento en España hasta que llegaban al acuartelamiento alemán. Se componía de un pantalón y guerrera color caqui, similares a los de la Legión Española, una camisa azul con el emblema de la Falange (de donde procedió el apodo de Azul ) y una boina roja como la de los carlistas.

Una vez llegados a Grafenwöhr se les suministraba el mismo uniforme estándar que a la Wehrmacht con la tonalidad feldgrau aunque a los divisionarios españoles se les permitía lucir dos escudos con la bandera española y la leyenda ESPAÑA , en la parte superior de la manga derecha de la guerrera y en el lado derecho del casco Stahlhelm.

Un campamento militar instalado al lado del pueblecito bávaro de Grafenwöhr, a pocos kilómetros de Nuremberg, fue el centro asignado por el alto mando alemán para la instrucción de la División Azul.

Tras dar por finalizado el entrenamiento que solo duró dos meses, los divisionarios recibieron sus primeras órdenes: partir hacia Rusia para reforzar a las fuerzas alemanas. Sin embargo, se planteó un problema para la División Azul debido a que, aunque podían ser trasladados hasta Polonia en tren, se les informó de que deberían hacer a pie una distancia de casi 900 kilómetros para llegar a Smolensko, cerca de Moscú .

Las grandes batallas de la División Azul

  • El primer frente en el que la División Azul combatió fue cerca de un río navegable de más de 200 kilómetros de largo, el Voljov , situado al norte de Rusia. Al final, el 7 de diciembre el general español al mando de la operación recibió la orden de retirada por parte de los alemanes.
  • Los españoles no tuvieron que esperar mucho para volver a combatir, pues a los pocos días de retirarse de sus posiciones avanzadas fueron atacados por centenares de soldados rusos. Una posición española ubicada entre las localidades de Udarnik y Lobkovo fue atacada. El pelotón, que estaba al mando de un alférez, fue aniquilado y los cuerpos de sus hombres, clavados en el suelo con picos para romper el hielo. Esta gran derrota fue conocida como la tragedia de la «Posición intermedia» . Sin embargo, los españoles decidieron no dejar este suceso impune y devolvieron el envite de manos del comandante Tomás García Rebull quien, finalmente, casi aniquiló en su totalidad a la fuerza rusa. La venganza se había cumplido para estos militares. Por aquel tiempo, las bajas de la División Azul eran ya considerables, pero nada comparables con las del ejército nazi.
  • El año 1942 vio el cruce del Lago Ilmen , al sur de las posiciones de la División Azul, por la recientemente creada Compañía de Esquiadores. El lago, completamente helado, fue cruzado a pie, pero con muy mala suerte, pues la trayectoria prevista tuvo que anularse ante las grietas que se abrían en el hielo. Estas dificultades provocaron que tuviera que cambiarse el itinerario inicial por uno más largo. Esto fue letal para las tropas españolas, que tuvieron que soportar una temperatura de nada menos que 52 grados bajo cero. Finalmente, tras once días de penalidades, los españoles encontraron a los alemanes, que habían podido zafarse del acoso soviético.
  • Tras el frente del río Vonjov, los españoles fueron enviados hacia Leningrado para ayudar a las tropas alemanas a mantener el cerco de la ciudad, sitiada por el ejército nazi. Mediante este asedio, Hitler pretendía que la ciudad muriera de hambre al contar con más de 3.000.000 de ciudadanos.
  • Pero, sin duda, la acción más valerosa de la División Azul fue la defensa de la ciudad rusa de Krasni Bor , cerca de Leningrado en febrero de 1943. 38 batallones soviéticos salieron de Kolpino, el barrio industrial de Leningrado ante el que estaba acantonada la División Azul, apoyados por unos ochenta tanques, unas 150 baterías y un número indeterminado de “organillos de Stalin”, esto es, de lanzadoras de proyectiles. El embate fue tal, que en menos de veinticuatro horas acabó con la vida de 1.125 españoles .

Más de 2.500 condecoraciones fueron concedidas a los soldados y los oficiales de la División Azul

En 2004, durante la primera legislatura presidida por José Luis Rodríguez Zapatero, el entonces ministro de Defensa José Bono incluyó en el desfile de la Fiesta Nacional a un veterano de la División Azul junto a otro de la División Leclerc justificándolo como un símbolo de la reconciliación entre los españoles que habían combatido en bandos distintos en la Guerra Civil y en la II Guerra Mundial. Desde luego, la decisión estuvo rodeada por la polémica.

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Cuando tenga tiempo podría aprovechar para hacer una entrada sobre Berlanga. La escopeta nacional junto con las otras entregas correspondientes a la familia Leguineche configuran una buena estampa de nuestra historia muy reciente.

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Seguiré su sugerencia, pero no soy experta en el tema, busco aquí y allá y aporto poco, solo deseo despertar la curiosidad de quien me lea. En las dos entradas anteriores faltan referencias, aunque cuando te informas en la prensa el sesgo político, la linea editorial o el ideario de cada periódico es muy evidente. A pesar de todo, en temas de cultura me gusta el ABC.

Créame, le haré caso.

Estoy para cumplir sus deseos…

LA SONRISA AGRIDULCE DE BERLANGA

«Un final en el que La vaquilla, hastiada, con poca fuerza, acaba muriendo ella sola, mientras intentaban repartírsela republicanos y nacionales. La canción de fondo, reconociendo que “ella sola se murió de pena” y los buitres comiéndose los restos no deja de ser una visión de España. Una España que la guerra la hizo morir de vergüenza y cuyas consecuencias serían servir de alimento para los buitres.

»No daba puntada sin hilo en ese final el bueno de Berlanga, concluyendo la película de la mejor manera posible. No hay vencedores y sí vencidos en ese final donde ninguno de los dos bandos se queda con la vaquilla, muerta en tierra de nadie, otra víctima de la guerra que poco importa a los dos bandos por mucha hambre que pueda haber. Que la vaquilla, una alegoría de España, se muriera ahí, de aquella cruel manera, poco parecía importar a nadie más que a los buitres con los que concluye este alegato antibelicista, esta comedia con estilo».
Todo sobre mi cine bélico.

Luis García-Berlanga Martí (Valencia, 1921 – Pozuel de Alarcón 2010) nació en una familia acomodada e influyente, pero su padre no supo o no quieso acomodarse a su época: El propio Luis García Berlanga cuenta a su biógrafo Antonio Gómez Rufo2​ en relación a su padre: «Y así fue que cuando llegó 1936 mi padre estaba en Unión Republicana, en el Frente Popular. Pero resultaba que era muy perseguido por determinadas facciones de la ultraizquierda, concretamente por aquellos con los que más simpatizaba yo, los anarquistas, a causa no recuerdo qué follones en Utiel y en Requena, por lo que no le quedó más remedio que huir de Valencia para salvarse de la persecución. Y se fue a Tánger, donde vivió un año, hasta que lo detuvieron los nacionales»(+).

Durante su juventud se unió a la División Azul para evitar represiones políticas por el cargo de gobernador civil que su padre había desempeñado en Valencia durante la República española. En 1990, el propio Luis reconoce que se alistó porque muchos de sus amigos eran miembros jóvenes destacados de Falange Española de las JONS. Sobre su ideología azul en aquellos años son muchos los testimonios de divisionarios que compartieron con él las trincheras en Rusia, como, por ejemplo, José Luis Amador de los Ríos.

En marzo de 1943 ganaba el premio Luis Fuster dado por el SEU —sindicato universitario falangista— de Valencia por su artículo aparecido en la Hoja de Campaña de la División Azul titulado Fragmentos de una primavera.

Sin embargo, también declaró: «Mi padre fue condenado a muerte y yo me alisté en la División Azul. Cuando volví de Rusia ya estaba totalmente desinflado de todo tipo de ideología política. Mi falangismo había muerto», diría más tarde. «Los Cuadernos inéditos de Berlanga» (Pigmalión, colección Lumiére).

En definitiva, tras una experiencia vital muy intensa, Berlanga decidió ser pragmático y disfrutar la vida. Cursó estudios de Derecho y Filosofía y Letras que abandona para ingresar en 1947 en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas de Madrid, donde más tarde sería profesor. Allí hizo amistad con Juan Antonio Bardem, con el que rodaría su primera película, Esa pareja feliz (1951). En 1952, ya en solitario rueda Bienvenido Mr. Marshall con guión de Berlanga, Bardem y Miguel Mihura, premiado en el Festival de Cannes.

Aunque centró su obra en la comedia con _Plácido (1961) y Tamaño natural (1973) demuestra que su altura está a la de Luis Buñuel o Ingmar Bergman. Y con sus comedias a la atura de Billy Wilder (Sabrina, 1954; _La tentación vive arriba, 1955; Con Faldas y lo loco, 1959; El Apartamento, 1960; ¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre?, 1972; Primera plana, 1974…).

Sus películas son una crítica a la sociedad española de su época, desde 1950 a 1999 destacando la trilogias sobre la familia Leguineche: La escopeta nacional, 1978; Patrimonio nacional, 1981 y Nacional III 1982.

n este trío mítico de películas, el director valenciano, con Rafael Azcona en el guion, disecciona la España posterior a la muerte de Franco a través de una familia de nobles, los Leguineche. Liberado ya de la censura, en lo político y en lo sexual, encontramos al Berlanga más desatado, contra todo y contra todos, sin perder ni por un segundo la socarronería pero también ese profundo humanismo de base que hace que en el fondo queramos a todas sus impresentables criaturas.

La trilogía se abre con La escopeta nacional, en la que un industrial catalán, interpretado por José Sazatornil, organiza una cacería en la finca del marqués de Leguineche para reunir a políticos y empresarios influyentes e intentar vender su patente de porteros automáticos. Como no podía ser de otra manera su proyecto no sale de la forma planeada, regalándonos sus imprevistos una serie de escenas hilarantes protagonizadas por una serie de personajes a cada cual más excéntrico.

Centrada ya plenamente en la figura del marqués de Leguineche y su hijo, Patrimonio nacional inicia con el regreso de la familia a Madrid, de donde se habían exiliado voluntariamente durante el franquismo al ser monárquicos. Instalados de nuevo en su palacio intentarán recuperar, por supuesto sin éxito, su lugar privilegiado en la sociedad. Así que en Nacional III el plan será irse del país llevándose consigo su patrimonio, una práctica que en la actualidad se sigue dando, solo que de forma más sofisticada.

El patentado estilo de Berlanga, a estas alturas ya muy entrenado, encaja a la perfección en estas películas corales con escenas llenas de gente y voces. El valenciano era uno de los mejores consiguiendo ordenar en un mismo plano lo que en otras manos habría sido un caos, y en la trilogía nacional lo vuelve a demostrar. Este virtuosismo formal alcanza su cima técnica en la escena de la estación en Nacional III, con dos largos planos secuencia que llevan a un escayolado José Luis López Vázquez desde el vestíbulo hasta el vagón de tren.

Un dispositivo de estas características permite volar a un reparto de primer nivel, en el que encontramos a algunos de los mejores interpretes de comedia de nuestro cine, como Luis Ciges, Chus Lampreave o Agustín González (José Sazatornil, Rafael Alonso, Antonio Ferrandis o Mónica Randall aparecen solo en la primera entrega). El gran José Luis López Vázquez, uno de los habituales del director valenciano, es el hijo del marqués y comparte infeliz matrimonio con una divertida y versátil Amparo Soler Leal.

Pero por encima del resto está Luis Escobar. Su incontenible verborrea en la trilogía nacional de Berlanga es solo comparable a sus expresiones y gestos, capaces de detener una escena que él mismo ha revolucionado segundos antes. En cierto sentido llevaba toda la vida preparándose para el papel: autor y director teatral, en la vida real era él mismo marqués, más en concreto marqués de las Marismas del Guadalquivir. Debutó en el cine en La escopeta nacional e inició una carrera en la gran pantalla que sería intensa hasta su muerte en 1991 (con Berlanga repetiría, además de en las dos siguientes entregas de la trilogía nacional y en Moros y cristianos).

Después de mostrar y ridiculizar como la nueva España posterior al franquismo concentraría su poder en la banca y en la política más que en la aristocracia, a Berlanga todavía le quedaba medirse con el hecho fundamental de nuestra historia reciente, la Guerra Civil, en La vaquilla. Todavía volvería a repetir el modelo de La escopeta nacional en Todos a la cárcel, en este caso centrándose en la corrupción de inicios de los 90 y con la que consiguió su único Goya a la mejor dirección (recordemos que se empezaron a entregar en 1987).

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Bárbara Rey en una escena de La escopeta nacional.
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(+) Antonio Gómez Rufo, Berlanga, contra el poder y la gloria. Escenas de una vida. Temas de hoy, Madrid (1990).

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Bienvenido Mr. Marshall es mi película favorita de todos los tiempos, no sé ni cuantas veces la habré visto. Aún así cada vez que la vuelvo a ver me gusta más. Y yo no soy nada cinéfilo, creo que en lo que va de año no he visto ni una película y el año pasado no llegarán ni a 10 las que vi.

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NADIE ES PROFETA EN SU TIERRA

El olvidado arquitecto valenciano que huyó de España y construyó media ciudad de Nueva York

Las aportaciones de este arquitecto valenciano son tan impresionantes que sorprende su falta de reconocimiento. Hasta 1972 no es citado en ningún libro de arquitectura y la primera tesis sobre su obra no se realizó hasta 2004. En 2008 se le dedicó una exposición en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). En 2014, otra en el Museo de la Ciudad de Nueva York, bajo el nombre de «Palacios para el pueblo: Guastavino y el arte del alicatado». Ninguna en España, donde por lo menos se rodó el documental de Eva Vizcarra en 2016 que ganó el Delfín de Oro en Cannes

Falta

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Francia homenajea a ‘La Nueve’ por la liberación de París

Francia conmemora este jueves el 78 aniversario de la liberación de París. El 25 de agosto de 1944, las tropas nazis de ocupación se rindieron a los aliados. En vísperas de ese aniversario, la capital francesa ha rendido homenaje a ‘La Nueve’, la compañía formada, en su mayoría, por republicanos españoles exiliados que fue la primera en pisar las calles de París.

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