Un libro excepcional que además se puede encontrar en castellano. Enfocando el análisis histórico desde un punto de vista científico el autor desarrolla la respuesta más plausible a la pregunta de por qué la civilización se desarrolló de la forma en que lo hizo.
Una explicación común y bastante imperante, incluso dejando de lado a los típicos descerebrados, es que cada raza tiene atributos especiales que la hacen mejor en ciertos aspectos y esto explicaría la supremacía del “hombre blanco”. El libro desmonta este razonamiento con multitud de ejemplos totalmente plausibles, y a través de una narrativa basada en la combinación de distintas disciplinas científicas.
El autor también se mete en el terreno de la innovación y entronca, salvando las distancias, con los planteamientos de Jobs, Andreessen y Horowitz, de que es a través de la experimentación y de constantes toques y retoques como se han logrado muchas o la mayoría de las grandes invenciones y no por una supuesta demanda - es la oferta la que la acaba creando. Pero hacen falta otras cosas, hace falta que la supuesta innovación disponga de un ambiente favorable: casos sangrantes la rueda que no se pudo aprovechar en Centroamérica por no disponer de animales de tracción o la pérdida temporal de la escritura tras la civilización minoica en Creta.
Además, la difusión es la forma de adopción tecnológica de más éxito con diferencia, ya sea por conquista o simplemente por “espionaje” en diversos grados; uno de los mayores incentivos para lograr desarrollar una tecnología es saber que alguien ha tenido éxito. El hecho de tener constancia de que algo es posible enfoca decididamente las habilidades de las personas.
Cierro con una cita demoledora “las sociedades que adolecen inicialmente de una ventaja o bien la adquieren de otras sociedades que la posean o (si fracasan) acaban siendo reemplazadas por estas otras”
La ciencia y la tecnología constituyen un factor de desarrollo tremendo que con frecuencia terminan sobrepasando muchas espectativas.
Si comparamos la situación actual con la de hace un siglo dudo mucho que se pueda atribuir el mérito del desarrollo simplemente a razones económicas. La ciencia y la tecnología, recogieron grandes frutos de los sembrado en siglos pasados.
Lo que durante mucho tiempo podía parecer un problema, que era la cierta incapacidad para llegar a un conocimiento último de las cosas, en realidad es un montón de posibilidades todavía por explorar.
La historia suele ser una disciplina donde es relativamente complicado terminar argumentando algo simplemente por razones históricas, si no se complementan con otro tipo de razonamientos. Que algo haya ocurrido de esa manera un número normalmente reducido de ocasiones por mucho que nos empeñemos en la singularidad e importancia de esas ocasiones es un argumento con una base inductiva tremendamente reducida.
Sin embargo suele ser una buena herramienta para contrastar la invalidez o limitación de según que razonamientos, dado que no suele ser complicado terminar encontrando situaciones históricas donde las cosas han pasado de forma distinta a lo que se pretende instaurar como norma.
Más o menos viene a ser el método científico. Que aunque no se sigue al pie de la letra, contiene los puntos claves para entender de donde viene la fortaleza de la ciencia y la debilidad de lo que no lo es.
La historia y el trayecto que han seguido muchas disciplinas científicas (o subpartes de ellas) constituye en cada caso casi una historia dentro de la historia.
A mi me gusta resaltar un punto que me resulta crucial: de como lo supuestamente no útil en ocasiones termina teniendo, a muchísimas décadas vista, unas posibilidades mucho mayores que algo que parece tremendamente útil de entrada desde las limitaciones de la época. El desarrollo del Electromagnetismo un ejemplo excelente de algo que durante algún tiempo parecía casi ocultismo.
La economía para mi es el aprovechamiento eficiente de los recursos escasos. Entonces la tecnología es exactamente un facilitador de la economía, un precursor si se desea. Por supuesto el que haya una necesidad económica es un gran incentivo para el desarrollo tecnológico. En cierto modo están unidas por la cintura.
Exacto. Mientras que millones de ejemplos sólo pueden estrictamente establecer correlación, sobre todo en un campo más estadístico como la Historia, un contraejemplo se basta y se sobra para refutar ciertas inferencias.
Esto es exactamente lo que quería decir; gracias por expresarlo tan fácilmente.