Llevo tiempo interesado en la figura de los asesores financieros. Para alguien interesado en la inversión, pero sin formación específica, me parece una figura que en principio puede aportar valor. Lo que yo tenía en mente era algo parecido a las consultas que se pueden hacer a un asesor fiscal, a un abogado, o una segunda opinión médica. Teniendo un patrimonio pequeño, y como no tenía ni idea del coste que podía tener, no estaba seguro de si me iba a merecer la pena, de modo que busqué uno, y le plantee el caso. Estaba muy abierto a asesorarme, pero en ningún caso cobrando “por consulta”, o siquiera siendo transparente respecto a los costes, que vendrían de las retrocesiones. Según me contaba, eso en España no funcionaba, así que no se ofrecía. Tuve un par de experiencias similares, con intercambios del tipo:
-“Si te pago con retrocesiones, no eres independiente”
-“Claro que soy independiente, él que más!”
-“Que no”
-“Que si, no ves que llevo traje, y un reloj muy grande, ¿cómo no voy a ser independiente?”
(Igual las palabras exactas no fueron esas…)
El caso es que como por mi cuenta no me va mal, me olvidé del asunto, pero tenía mis esperanzas depositadas en que con el advenimiento de MiFID II, cambiara un poco el panorama.
En estas estaba, cuando veo que EFPA publica uninforme , del estudio “Nuevos Modelos de Negocio en Asesoramiento Financiero tras MiFID II”, que la verdad es que me resulta muy esclarecedor. La sección que empieza en la página 90 no tiene desperdicio:
Las familias con patrimonio medio –y vamos a ampliar el rango estimado de forma generosa hasta los 250.0000/300.000 euros en vez de los 109.000 euros oficiales– no podrán recibir asesoramiento financiero independiente “tradicional”. Una comisión de 1.000, 2.000 o incluso 3.000 euros al año, creemos que no suponen una remuneración adecuada para una planificación financiera profesional y responsable con la dedicación en horas, formación y esfuerzo que requiere.
Ante esto yo pienso, ¿cuántas familias puede atender un asesor financiero? En las fichas de asesora.com se pueden encontrar sin esfuerzo algún asesor con más de 500 clientes, pero vamos a ser mucho más conservadores y suponer qeu atienden 100. Al autor del informe, por lo visto, le parece que entre 100 y 300K/anuales es poco para el trabajo tan tremendo que hacen. Por supuesto puede haber “estrellas de la asesoría”, pero estamos hablando de familias con patrimonio medio…
En la misma línea, y ya hablando de tarifas en función de los activos gestionados, exponen dos ejemplos de carteras de fondos, con distinto TER (y que obtienen un 5.5% de rentabilidad)
• Utilizando fondos de inversión con costes totales comedidos (TER 1,00%) y aplicando una comisión de gestión por parte del asesor competitiva (1%), el coste efectivo de gestión sobre la rentabilidad bruta es del 36% del retorno obtenido por la cartera.
• Manteniendo la misma comisión de gestión competitiva por parte del asesor, pero utilizando fondos con un TER más elevado (2,25%), el coste efectivo de gestión sobre la rentabilidad bruta pasa a ser del 59% de la rentabilidad obtenida por la cartera.
Nuevamente, creo que están en los mundos de yupi, y no es raro que lleguen a la conclusión de que:
El asesoramiento financiero independiente a la medida (taylor-made) sólo se podrá ofrecer, en la mayoría de los casos, a clientes de banca privada (HNWI y UHNWI).
Dejando de paso claro que no llegaron ni siquiera a dominar el tema de los sastres ricos.
Leyendo el informe, me queda la sensación de que, si esto tiene algo que ver con la realidad de los asesores financieros, queda un camino muy largo hasta que se puedan convertir en una figura útil para la sociedad en general.
La situación que se plantea me parece muy curiosa, ya que de un lado, se quiere potenciar la asesoría independiente, y que sólo la presten profesionales titulados, pero por otro, los titulados vienen a decir que con ellos no se cuente. Por otro lado en EEUU todo indica que se va a suspender la “fiduciary rule”, para que los asesores no tengan que priorizar el interés de sus clientes.
Que pensais de este asunto? Es una quimera que existan profesionales independientes asesorando a familias medias?