Mi propia experiencia es que durante mis veinte y principios de los treinta, he estado buscando mejores condiciones salariales hasta llegar a cierta cifra que me auto marque como objetivo.
Una vez alcanzada comprendí que más allá del dinero, el tiempo es uno de los activos más importantes. Entiéndase como tiempo para dedicar a los amigos, familia, hobby o a lo que más le apetezca.
El dinero le puede dar acceso a ciertas comodidades pero no puede comprar el tiempo que hayas utilizado trabajando.
La balanza entre que salario considera uno mismo suficiente sin que eso conlleve más horas de trabajo, más viajes de negocios, más implicación en el trabajo solo uno mismo puede marcarlo.
Yo ahora mismo estoy en un punto donde no me importaría cobrar algo menos si pudiera disponer de más tiempo libre.
Al final también va ligado a las aspiraciones o modo de entender la vida de cada uno. Para algunos el trabajo lo es todo, y aunque lo respeto no lo logro comprender porque al final nadie es imprescindible en ninguna empresa (entiéndase cuando se trabaja por cuenta ajena), y el tiempo que te “roba” el trabajo de hacer lo que realmente quieres no se compensa con más ceros en la cuenta.