Tras un detenido análisis de las posiciones de diversos foreros en este hilo y, muy especialmente, los principios de la escuela austriaca, vistas las respuestas que en su día obtuve en un postcad en relación a una inversión que quería realizar (gracias a los tres mosqueteros por la respuesta que en su día me dieron), les señalo que la inversión está ya efectuada, depositada no en un banco sino en una plaza de garaje, a la espera que la pandemia permita a este vejestorio obtener los beneficios de la inversión, espero que en el 2021 si todo se ha solucionado, cruzo los dedos, para disfrutar de los rendimientos que obtendré de los productos bituminosos, concretamente los realizados por la escuela austriaca, de los que les muestro uno de los mejores ejemplo de inversión:
Este año, por septiembre, si Dios no se ríe mucho de mis planes, como inversión de consolación tantearé productos bituminosos localizados en el Pirineo, inversión patria y francesa, por aquello de la internalización de las inversiones.