Excelente podcast, como siempre.
Me gustaría compartir mi opinión como ingeniero informático y, sobre todo, como programador de sistemas de bajo nivel, respecto al tema de la programación y la inteligencia artificial. Creo que es fundamental entender el contexto actual del mundo del software y, más específicamente, de la programación: de dónde venimos y cómo ha cambiado el paradigma.
Lo primero que hay que decir es que, con el paso de los años, el concepto de “programador” se ha degradado enormemente. Saber hacer llamadas a una API usando un lenguaje de programación no convierte a alguien en programador, del mismo modo que saber unir dos piezas de PVC no convierte a nadie en fontanero. Programar es solo una herramienta para resolver problemas, y llevamos más de 15 años en una industria centrada en resolver problemas de muy bajo valor añadido.
Hablo desde la experiencia de haber trabajado en banca, consultoría y, más recientemente, en la industria del videojuego, donde actualmente lidero un equipo de 10 personas. He participado en proyectos tanto grandes como pequeños; he contratado, despedido y, a día de hoy, sigo realizando entrevistas de forma habitual. La realidad es que el nivel de programación e ingeniería de software ha descendido drásticamente con los años. Los lenguajes de alto nivel, junto con la idea de que se puede desarrollar software sin tener en cuenta el hardware, nos han llevado a una situación en la que se necesitan muchísimos programadores para tareas muy básicas.
Es bien sabido en la industria que hay personas que, literalmente, trabajan unas pocas horas a la semana y son capaces de completar todas sus tareas en empresas enormes como Google, Apple o Facebook. El impacto por programador es bajísimo en la mayoría de compañías.
Recuerdo, por ejemplo, que en 2014, recién salido de la universidad, hice una entrevista con Facebook en la que me dijeron que tenían 550 programadores trabajando exclusivamente en su aplicación de iOS. Otras tecnologías también han seguido esa dirección: miles de dependencias, equipos gigantes y, al final, un impacto individual que en algunos casos puede llegar a ser incluso negativo. Si quieren reírse un poco, busquen vídeos de “mi día a día trabajando en una big tech”, porque realmente te hacen replantearte muchas cosas.
En este contexto, donde programar se había reducido a entender un lenguaje y conectar cajas negras, cualquier persona que hiciera un bootcamp de unos meses podía alcanzar sueldos muy competitivos. Esto, por supuesto, también fomentó la externalización masiva, por razones puramente económicas.
Si haces entrevistas técnicas y preguntas conceptos básicos de computación, es deprimente ver el nivel general. De ahí el surgimiento de un fuerte movimiento en redes que intenta cambiar la manera en la que se hace software, promoviendo el trabajo en capas más cercanas al hardware, con equipos más pequeños y mayor impacto individual.
Este modelo de capas sobre capas, conectando APIs unas con otras, se ha intensificado durante la última década. Y para este tipo de tareas, una IA combinada con un ingeniero que realmente sepa lo que hace puede sustituir a varios programadores que se limitan a actualizar un par de Jiras por semana y cobrar un pastizal.
En este contexto, a nivel individual, le diría a cualquier estudiante de ingeniería que, por supuesto, se acerque a las nuevas tecnologías, pero solo si entiende primero los fundamentos. El cuello de botella en esta industria nunca ha estado en escribir código, sino en resolver problemas de forma eficiente y adecuada.
Y, desde el punto de vista financiero, no es lo mismo trabajar en problemas de bajo valor añadido que en otros de alto valor. Hay muchas razones por las cuales un ingeniero de rendering cobra más que uno de frontend web.
Por eso, no creo que la IA vaya a cambiar el paradigma de forma radical, sino que va a desinflar la enorme burbuja que se había generado en esta industria: poco valor añadido, trabajo deficiente, equipos sobredimensionados, exceso de capas intermedias y una preocupante falta de conocimiento técnico. A un programador de verdad —uno de esos 10x engineers de los que tanto se habla—, darle una herramienta de IA siempre le será útil. En cambio, para quien no sabía resolver problemas desde el principio, la IA no marca ninguna diferencia real.
Como añadido, les comparto este estudio en el que se demuestra que el uso de IA hacía un 20 % más lentos a los desarrolladores, aunque ellos creían que iban más rápido:
https://fortune.com/2025/07/20/ai-hampers-productivity-software-developers-productivity-study