Hoy es 25 de diciembre. Un día señalado en el calendario. Para algunos, una festividad religiosa, para otros, simplemente una ocasión para estar con la familia, para la mayoría, un día diferente del año.
He tenido la suerte de disfrutar el día con mis padres, y con mis hijos. Ya ven, tres generaciones juntas, sentadas en la misma mesa.
En estos días prefiero cocinar yo. Soy de la opinión, que ya han hecho demasiado por mi, y que lo mínimo que uno puede hacer es devolverlo de alguna manera. Entre buena comida y viuditas de Clicquot , pasa la tarde. Crónica de una familia que nunca vivió con lujos. Esfuerzo, sacrificio y ganas de salir adelante. Poco que recriminar, mucho que admirar.
En un momento determinado de la comida, se produce algo fascinante. Mi madre me recuerda que durante unos años de mi vida me llevé bastante mal con mi padre, que todo lo que él decía, yo lo contradecía. Ninguno de los dos nos acordamos. Nos reímos. Es difícil encontrar a un hijo que admire más a su padre hoy. Sé que el piensa lo mismo.
De alguna forma, me doy cuenta que nunca habrá un día mejor que hoy. Podrán ser parecidos, los habrán más alegres, alguno más vistoso, lamentablemente los habrán más tristes…pero no serán mejores a hoy.
En la inversión pasa algo parecido. Las emociones juegan un papel realmente importante. En inversores noveles,y no tan noveles, los porcentajes escriben las historias. Es fácil dejarse llevar por la euforia del verde intenso. Difícil no sentir algo de desasosiego ante los trazos violentos de carmín.
Subiendo y bajando, la vida pasa. Las carteras se crean y las familias se construyen. Olvidamos los momentos malos, y ponderamos más los buenos.
Pocos se acuerdan ahora de 2011, o 2012, por no ir al tan manido 2008. Buenas compras se hicieron entonces. Mirar hacia atrás da seguridad, hacia delante incertidumbre. Dos reglas, la misma moneda.
Ustedes saben igual que yo, que todo esto pasará. Y lo peor no es que suba más su cartera, o que sean más o menos ricos. Lo peor es que serán más viejos, y que no podrán hacer nada para retener el tiempo, que inexorablemente se les escurrirá de las manos.
Cuando uno es adolescente, se muere por ser mayor, por enfrentar al status quo. Cuando los inversores son nóveles, o débiles mentalmente, rezan porque sus carteras suban. No se ven capaces de entender que en este mundo las leyes gravitatorias van al revés.
- Querido amigo, está usted en Reino Unido, aquí se conduce por la izquierda.
Tan fácil, y tan difícil. La palabra contraintuitivo desplegada en su máxima exponencia. Con una belleza y una crueldad, solo comparable a la naturaleza en estado puro.
El marco mental, siempre tan importante, distingue las maneras de actuar. El jugador, gana por unas reglas del juego muy claras y definidas. Recuerden aquella maravillosa canción de Kenny Rogers.
You’ve got to know when to hold 'em
Know when to fold 'em
Know when to walk away
And know when to run
You never count your money
When you’re sittin’ at the table
There’ll be time enough for countin’
When the dealin’s done
Admiro a los jugadores de poker. Sobretodo a los que son capaces de mantenerse vivos, No se engañen, no hay nada de malo en ello, más bien al revés. Algunos de los mejores empresarios que he conocido han sido grandes jugadores. Han sabido apostar, y apostar fuerte y bien.
Saber cuando entrar al mercado, cuando salirse, cuando doblar tu apuesta. Cuando hacer un all in. Hay muy pocos que lo consiguen, pero los hay. Técnica, cocientes intelectuales fuera de serie y una buena manita de azar, te pueden impulsar al Olimpo en primera clase.
El problema aquí no es conseguir entrar en los campos Elíseos, es mantenerse. La vida tiene la mala costumbre de vender tickets de ida y vuelta, y el mismo marco mental que te lleva a tocar el cielo, te estira hacia más abajo del punto de partida como un poderoso péndulo.
Desnudos pues de toda esperanza, sabiéndonos a merced de un marco mental limitado, con pocas herramientas y un azar difuso y esquivo, sólo nos queda encender la única antorcha que nos es dada .El tan manido , sobrenombrado y vapuleado proceso.
El proceso es nuestra única guía en las noches oscuras… y en las borracheras de euforia. La carta de navegación, el procedimiento de los pilotos en situaciones complejas y fáciles. El aburrido uso del inconsciente, como mecanismo de seguridad y no traidora influencia.
No tengan miedo, elijan tener proceso. Háganlo fuerte. Sean como el que hizo su casa de ladrillo de los tres cerditos y denle forma cuando vengan bien dadas, y sobretodo , pruébenlo cuando vengan mal dadas. Hagan como los científicos y aléjense del ruido. Analícenlo desapasionadamente, cincélenlo. Considérense a sí mismos artesanos. No lo vean como un trabajo, sino como un oficio. Un kaizen. Algo que nunca termina.
No se hagan líos. No van a ser los propietarios de todas las mejoras empresas del mundo. Entre otras muchas razones, porque las mejores empresas del mundo de dentro de veinte años, a saber como están hoy. Sin embargo, es razonable construir algo que cada día sea algo mejor, con sus aciertos y sus errores, con sus crisis adolescentes, y sus triunfos y fracasos.
Realmente, hagan lo que quieran, sean felices o tortúrense. Disfruten de la vida o decidan conscientemente ser miserables. Pero sobretodo, tengan bien presente, que tanto para ustedes, como para mí, probablemente, no habrá un día mejor que hoy.