Excelentes reflexiones como siempre
En mi opinión el problema es cuando ver que había algo mejor nos impide valorar lo bueno que ya tenemos. Al final la vida se nos convierte en un nunca llegar a destino porqué siempre vemos algo supuestamente mejor donde llegar.
En el caso de comprar más bajo no tiene mucho sentido preguntarse a posteriori sobre algo de difícil predicción a priori que es hasta que niveles va a caer algo o cuando lo va a hacer.
La naturaleza de la renta variable es la que es. Si no entendemos de donde sale su rentabilidad de largo plazo, es normal que las bajadas nos produzcan sensaciones excesivamente amargas.
A corto plazo la mayoría sobre lo que se buscan razones tiene tal componente de ruído que es de lo más difícil discernir causas razonables de meras conjeturas vacías. Centrarse en ello suele comportar perder de vista lo esencial, los porqués de las estrategias que se siguen.
Cuando el mercado es muy alcista no parece necesario distinguir entre lo razonable, que son la media de rendimientos históricos, de lo que está pasando, que igual son subidas del 20% o más, no sostenibles. Entonces nos dejamos liar por la parte bonita de la renta variable y nos olvidamos de su cara fea. Que puede llegar a ser muy pero que muy fea. 2008, 2000-2002, 1973-1974 o la gran depresión.
Pero claro más feo es mirar el resultado de ciertas inversiones que antes de implosionar se vendían de lo más seguras: fórum filatélico, depósitos en bancos islandeses en 2007 o similares. Tengo la sensación que cuando el mercado se complica mucho, no cuando hay ligeras tormentas de verano (o de otoño), el riesgo que se corre no estando en el mercado, sólo es bajo precisamente en la mente del que no quiere ver la situación real.
Y la situación real cuando el mercado llega a niveles de caídas muy gordos, es que la situación es lo suficientemente complicada para que haya contagios y efectos mucho más allá de la propia renta variable. El mayor problema de un inversor alemán o francés de los años 30 dudo mucho que fuera el comportamiento de la renta variable.
Ya lo insinúa Fisher, el riesgo real de la renta variable es perderlo todo en según que situaciones pero en estas situaciones es complicado que otras opciones no se comporten de forma similar. Y al final si se producen habrá que hacer un cambio de chip independientemente de donde uno hubiera invertido previamente.