La maldición del Dacia

De vuelta a casa en el atestado tren Daniel abre twitter para leer a sus iluminados favoritos.

Daniel quiere dejar un pequeño colchón a sus hijos e intenta retirarse antes de los 70.

Daniel lleva trabajando 20 años pero se ha interesado en las finanzas hace solo 2.

Sabe que lo ha hecho todo mal, tiene hipoteca, crédito del coche, incluso ha tirado de tarjeta para irse de vacaciones en alguna ocasión.

Cuando llega fin de mes Daniel recibe sus emolumentos, de los que no está orgulloso, está lejos del sueldo medio por la parte baja.

Su mujer trabaja a jornada parcial para poder conciliar con la vida familiar, él cobra algo más y ha mantenido su jornada completa que a veces se alarga +8h…

Cuando le llega su nómina, religiosamente separa un 10% para su cuenta de inversión que destina a un fondo de inversión global.

Para Daniel es algo mecánico, le gustaría poder destinar algo más a ese fin pero los gastos se lo impiden, aunque hace uso de ciertos trucos de ahorro
y se fija mucho en su hoja de cálculo pero no consigue reducir más su coste de vida.

Mueve su Sandero los fines de semana y en vacaciones y cada vez que está abrochando el cinturón a sus hijos se acuerda de los que se mofan de los lonchafinistas.

Su opción no es como la de otros, su opción no es entre coche de gama alta y jubilarse a los 50 o coche de gama baja y jubilarse a los 55, su opción, como la de la mayoría,
reside en tener un aporte al final de su vida laboral y andar preocupado por los gastos, o no tener nada y no preocuparse.

Su dilema no es 100% bellota o jamón de cebo, su elección está, mas bien, entre el choped y el jamón york, todo ese trabajo de clase baja hace mella a diario pero tiene un fin definido.

A Daniel no le han comprado un coche nuevo cuando se sacó el carné ni le han pagado la entrada de su piso, por eso cada vez que ve los pantallazos de carteras de 6 cifras se pregunta qué ha hecho mal.

Daniel, déjame que te diga una cosa, no has hecho nada mal, esto no se trata de quién la tiene mas larga sino de jugar bien las cartas que tienes, con humildad y orgullo.

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No puedo estar más de acuerdo con esa afirmación.

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Daniel es todo lo que queda de la trabajada,esforzada clase media , que se parte el lomo todos los días para llegar a fin de mes.
Daniel tiene que darse cuenta que ahorrar y prosperar en este país hace tiempo que se acabó.
La supervivencia es el objetivo en estos tiempos.
Y si, jugar las cartas y vivir TU VIDA …no la que te intentan vender.

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Quizá su único error es no haberse hecho sindicalista, a ser posible liberado …El salto del choped al Jabugo y del langostino Findus a la langosta pudo haber sido visto y no visto.

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Excelente descripcion de la vida de la mayor parte de la poblacion.

Como en el antiguo Egipto, los obreros ( mileuristas de hoy) ganan solo lo suficiente para no desfallecer; no mas.

Aun asi, tres cosas se necesitan para invertir: tener una SEMILLA, TIEMPO, e INTERES COMPUESTO.

Suponiendo que un español mileurista logra INVERTIR 100 euros al mes, serian 1200 al año invertidos, que con un interes medio del + 10 % durante 21 años , trasformaria los ahorros de un año en 9 600 dentro de 21 años.
Si ahorra durante 10 años seguidos en 28 años tendria mucho mas de 96 000, lo cual ya es una buena semilla.

Si partimos de solo una pequeña semilla mileurista, solo la FORMACION, el TIEMPO, y el INTERES COMPUESTO nos pueden salvar

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Ha descrito Vd. la vida de un padre de familia responsable, trabajador y sacrificado. Debería ir con la cabeza bien alta, pues sacar adelante una familia cada vez es más difícil, e invertir y/o ahorrar, con la edad que yo le supongo a Daniel, ya es ser de 10, pues la etapa que está viviendo es de gasto sí o sí. Estamos condenados a vivir al día, pero le digo una cosa, disfrute del viaje de su vida y los valores que encierra, que los hijos crecen.

Un saludo.

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Excelente escrito para ponernos en la piel de los demás; gesto por otra parte cada vez menos aplicado.

Gracias.

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