Tiene toda la razón, se habla de ello en el primer escrito, del que este es continuación.
Por ser continuación pasa muchas cosas por alto, como que los mercados no son para nada sistemas aislados. Y ello hace que toque matizar el “equilibrio” y sea mejor leerse a Taleb o Markowitz.
La cartera de un inversor puede considerarse un sistema aislado si lo llevamos hacia la idea de “un disparo” de @MAA o la “20 punch-card” de Warren Buffett. En ese caso uno podría adaptar la cartera a un modelo mental en el cual cada compra resta trabajo útil y con la última compra (o venta) pierde cualquier mecanismo de control. Tendría un equilibrio a fecha X, en el sentido de “invertí tanto en esta cosa, tanto en la otra, etc”. Y eso es real, en términos de dinero aportado.
Pero los mercados no son sistemas aislados, así que el contenido de la cartera no está en equilibrio, el desorden de los mercados hará que la cartera se desordene aún más. ¿Será porque los mercados se equilibran? Puede ser, pero no quiere decir que eso aporte equilibrio a la cartera. Por eso me parece adecuado subrayar la dualidad del término y la importancia de identificar sistemas.
Aquí entra en juego el plan de cada uno y su proceso. En especial aversión a la volatilidad, riesgo y balance entre ambas y rentabilidad esperada. Si la entropía hace que el riesgo aumente, es necesario reevaluar la rentabilidad esperada, si sólo se desea un modesto resultado, tiene todo el sentido reequilibrar la cartera para complacer ese deseo ¿no cree?