¡La bolsa o la vida! …como decían los asaltantes de caminos…
¿Y por qué elegir? ¿Por qué no quedarse con las dos?
Como os voy a relatar a continuación, la vida me ha llevado a la bolsa, y la bolsa me está devolviendo intereses a la vida…
Por un acontecimiento en el ámbito laboral, comencé a dedicar más tiempo a mí mismo. Pasé de ser esclavo de mi trabajo, a utilizarlo para mi desarrollo personal, tras una etapa previa de adaptación. En ese tiempo, y coincidiendo con el final de unos ingresos recurrentes por una renta, me comencé a hacer preguntas, más y menos trascendentales, entre las que se encontraban qué pasa si me quedo sin trabajo a mi edad, qué pensión me quedará, cuánto me costará la educación de mis hijos cuando sean mayores… Y empecé a navegar por foros de inversión.
Aprendí, y sigo y seguiré aprendiendo mientras pueda, algo de inversión, de por qué y qué hacer con mi dinero. En paralelo fui aprendiendo de qué fuentes beber [+D por ejemplo ] y cuáles desechar, y me di cuenta de que las que más me gustaban compartían ganas de aprender y mejorar pero no sólo en inversiones -LA BOLSA-, sino también en otros aspectos susceptibles de mejora: conocimiento, actitud, nutrición, deporte,… -LA VIDA-
Por ejemplo el interés compuesto, que aunque no estoy convencido al 100% de que finalmente resulte tan real como atractivo en la teoría, lo utilizo en mi vida personal con mi familia y amigos. Y esto es una verdad: cuanto más les das, más te devuelven.
Por ejemplo el conocimiento, la lectura de ciertos libros que te abren la mente y te enseñan a pensar, a tomar decisiones, y otros que te recuerdan cosas que ya sabes pero que con el día a día olvidas poner en práctica, aplicados a la vida, y por qué no, a la bolsa.
Por ejemplo el desarrollo físico, a nivel nutrición y ejercicio, nuevamente recordatorio de cosas que ya sabes y que te prometes continuamente que cumplirás, pensando en el largo plazo, pero acabas no haciéndolo. ¿Y qué tiene que ver con la inversión? Pues debe ser que cuando te decides a ser mejor, lo haces en todos los aspectos. Y a tu cerebro le gusta y ya no te deja dar marcha atrás.
Y así más cosas que ya habréis experimentado, pero que escribirlas harían este texto demasiado largo para un post.
Entonces, ¿con qué opción del título nos quedamos?
La bolsa o la vida…