Josefina, Aurelio y la meta final
En una lluviosa tarde, mientras Aurelio intentaba leer en el teletexto el resultado de su cartera de acciones, recibió la visita de Josefina.
Se sirvieron una infusión y galletas. Charlaron largo y tendido sobre inversiones, empresas, economía y finalmente, sus sueños…
Aurelio le habló de un conocido bloguero que había alcanzado vivir de las rentas que obtenía con las inversiones en bolsa y le preguntó a Josefina:
Tengo muchas ganas de poder dar ese paso, dejar el trabajo y sentirme libre… ¡Ojalá fuese mañana!
¿Cómo crees que me sentiré el día 0 de alcanzar la libertad financiera y poder dejar el trabajo en la oficina?
Josefina que necesitó mirar unos segundos al infinito respondió:
“Como un ladrón entrando a oscuras a robar en una casa vacía”.
Aurelio estaba impaciente y decidido, quería conseguirlo cuanto antes y para eso dedicaba muchas horas a leer blogs, escuchar podcasts e incluso aprender contabilidad… Josefina prefiere ir paso a paso y obtener esa “libertad” en su día a día. No deja que las ansias de libertad la hagan presa de sí misma.
Aurelio cree que la independencia financiera le proporcionará algo que los demás no tienen, Josefina cree que en realidad no tendrá nada que otros tengan.
A este relato lo acompaña una poesía:
Caminó por el filo de una espada,
puso el pie sobre el hielo de un río helado,
entró en la casa, vacía.
Su deseo por robar cesó para siempre.
Volvió a su casa,
vio los preciosos rayos del sol de la mañana,
y miró la luna y las estrellas en la intimidad.
Caminó por las calles con tranquilidad,
disfrutando de la suave brisa.
Finalmente, abrió su tesoro.
Hasta ese momento nunca había imaginado
que había poseído todos esos tesoros desde el primer momento.
Genro, Maestro zen japonés del siglo XVIII
Con este breve relato y esta breve explicación de un famoso cuento zen adaptado a las inversiones, tan solo espero un momento de meditación sobre el “coste de libertad”.La búsqueda de libertad es hacia dentro, no hacia fuera. Aunque la realidad y las necesidades de cada uno en el campo de la inversión son bien distintas, es de agradecer que siempre empaticemos con los demás.
¡Muchas gracias!