España liberó América, no la conquistó

Hemos nacido en diferentes países, pero nuestras mentes son libres y somos capaces de entender a George Orwell cuando asevera que “el nacionalista no sólo no reprueba las atrocidades cometidas por su propio bando, sino que tiene una notable capacidad para no oír ni siquiera hablar de ellas”. Y es que “cuando el alma de un hombre nace en un país, se encuentra con unas redes arrojadas para retenerla, para impedirle la huida. Me estás hablando de nacionalidad, de lengua, de religión. Estas son las redes de las que he de procurar escaparme”. Eso lo escribió James Joyce. Así es, somos lo que somos como personas e individuos y deberíamos aspirar a ser excelentes en todos los ámbitos con independencia de nuestro lugar de nacimiento, pero cuando a uno le tergiversan, mastican y digieren la historia, se hace muchas preguntas.
¿Cómo pudieron los españoles “conquistar” América con unos pocos cientos de hombres? La corona no envió a los tercios, el ejército continuó en Europa. Piensen si el éxito de esa empresa se debió a que se liberó a los indígenas (que no estaban cogiendo flores por los campos) y que estaban sumidos - sacrificados y canibalizados- en la esclavitud.

Que pasen un feliz día del Pilar.

-En base a esa memoria histórica están retirando las estatuas de Cristóbal Colón en muchos Estados. ¿Es cierta la leyenda negra que nos cuentan sobre la colonización de España en Sudamérica? –preguntó Alicia.

-Tengo que matizar y corregir tu cuestión. Ampliemos más el área geográfica. La mitad del territorio estadounidense actual fue del dominio español. Thomas Jefferson, padre fundador de los Estados Unidos, lo sabía y nos lo recordó: “La historia de Estados Unidos se escribe en español”. El real de a 8, o dólar español, era una moneda de plata, con una pureza del 93 por ciento, acuñada en España desde 1497. Ese real español -durante casi cuatro siglos- fue la moneda dominante y de referencia para el comercio mundial. Permaneció como moneda de curso legal en los Estados Unidos, nada menos que hasta el año 1857.

-Tengo entendido que el símbolo del dólar es de origen español.

-Efectivamente. Las dos columnas del escudo de España, que aluden a las de Hércules, están rodeadas por una cinta en forma de S, con las palabras Plus Ultra. Para responder a tu pregunta, sobre la retirada de los símbolos del almirante, me apoyaré en las palabras de María Elvira Roca: “El imperio se distingue del colonialismo y otras formas de expansión territorial porque avanza replicándose a sí mismo e integrando territorios y poblaciones”. Ni en la época de los Reyes Católicos, ni en la de los Habsburgo, se habló de las Indias como colonias. Eran territorios de ultramar: los “Reinos de Indias”. En América, los súbditos de la Corona tenían incluso más protección y privilegios -pagando menos impuestos- que los propios ciudadanos de la Península Ibérica. Más de 1.200 hospitales públicos…

-¿Y la educación –interrumpió Alicia?

-Los españoles concibieron en el Nuevo Mundo un sistema educativo diseñado para la población autóctona, abriendo 26 Universidades -las cuales tenían cátedras de lenguas indígenas- y 17 Colegios Mayores. En el siglo XVI España fundó 19 Universidades, seis de ellas en América. En Europa, en ese siglo, entre todos los demás países, fundaron 15 Universidades, pero ni una sola Universidad fue construida en el Nuevo Mundo por el resto de potencias europeas que tuvieron territorios en América. Portugal no inauguró ni una sola Universidad en Brasil. Se publicaron la mayoría de libros en esos idiomas vernáculos. La Corona nunca impuso nada extraño e inferior que desprotegiera a las personas de esas tierras del Nuevo Mundo en comparación a lo que regía en la Península. Los indígenas americanos se graduaban en dichas Universidades. Como afirmó el historiador y periodista norteamericano, Charles F. Lummis:

“La razón de que no hayamos hecho justicia a los exploradores españoles es sencillamente que hemos sido mal informados. Su historia no tiene paralelo… Amamos la valentía, y la exploración de las Américas por los españoles fue la más grande, la más larga, la más maravillosa serie de valientes proezas que registra la historia”.

Si se quiere mantener un imperio -como sabían bien los españoles-, los nativos deben ser bien tratados, de lo contrario el Imperio Español no habría sobrevivido cientos de años. Nadie soporta durante mucho tiempo, sin rebelarse, una opresión como la que intentan vendernos que sufrieron.

-Ya me extrañaba que Hernán Cortés -con un puñado de hombres, unos quinientos- hubiera podido conquistar una civilización como la azteca. Méjico era muy grande y poderoso, con quince millones de habitantes –recordó Alicia.

-Teniendo en cuenta los sistemáticos sacrificios humanos con que sometían a la población de toda la América precolombina, entregando a los dioses, como ofrenda, sus corazones palpitantes, no es de extrañar que, para los indígenas, la llegada de los españoles fuera una liberación. Sólo en territorio azteca se ejecutaban entre veinte y treinta mil personas anualmente.

-¿Es también falsa esa imagen -idílica, bucólica, paradisíaca- de los indios recogiendo flores y frutos silvestres, y viviendo en plena armonía con la naturaleza?

-Las tribus precolombinas sobrevivían en un estado de guerra continuo. Eran antropófagas. Se comían al enemigo en banquetes y rituales.

Alicia no salía de su asombro permanente. Una sorpresa tras otra.

-Los territorios adscritos a la Corona de Castilla y de Aragón siguieron el modelo defendido por fray Nicolás de Ovando, basado en tres palabras: ciudad, camino, hospital. Se incentivó el mestizaje, se eligieron democráticamente los alcaldes, y los funcionarios públicos eran investidos por méritos, debiendo rendir cuentas ante un tribunal de sus actos y de su patrimonio, tras abandonar sus cargos.

Juan hizo un supremo y último esfuerzo, titánico, por concluir su revelador y ecléctico discurso.

-Felipe II se adelantó tres siglos a los sindicalistas liberados, instaurando la jornada de ocho horas para los trabajadores. Me extraña que, obviando ese avance laboral, no se hayan difundido noticias sobre la “explotación” de los obreros que construyeron el Monasterio de el Escorial. Veamos qué dice la Ley VI de la Ordenanza de Instrucción de 1593, en su capítulo 9:

Ley VI. Que los Obreros trabajen ocho horas cada día repartidas como convenga.

Todos los Obreros trabajarán ocho horas cada dia, quatro á la mañana, y quatro á la tarde en las fortificaciones y fábricas, que se hicieren, repartidas á los tiempos mas convenientes para librarse del rigor del Sol, mas ó ménos lo que á los Ingenieros pareciere, de forma que no faltando un punto de lo posible, tambien se atienda á procurar su salud y conservacion.

Esa normativa está recogida en la Leyes de los Reinos de las Indias, y de ordenanzas como esa se beneficiaron también los trabajadores autóctonos americanos, quienes cobraban un sueldo digno.

No te parece extraño que tras centenares de años de “explotación y de exterminio” de los indígenas, por parte de los imperialistas españoles, los nativos continúen, en nuestros días, siendo una población mayoritaria y conserven sus lenguas vernáculas y sus costumbres ancestrales. Sí miramos hacia otros territorios (esta vez sí, colonizados por anglosajones) como Australia o Norteamérica, la población autóctona sobreviviente no es tan numerosa, por no decir que es prácticamente residual. Desgraciadamente, a esas tierras no llegaron héroes como fray Junípero Serra. Los españoles alcanzaron California a principios de siglo XVI. Convivieron con las tribus indígenas y fundaron más de veinte Misiones. Los indios norteamericanos también estaban amparados por las Leyes de Indias. Jerónimo, el jefe apache, estaba bautizado y hablaba español, al igual que su padre.

-¡Mentirosos! En las películas del oeste americano nos han contado que los indios no habían tenido nunca contacto con el hombre blanco. Y ahora resulta que los apaches chiricahuas conversaban en español. ¿Me he perdido algo? –exclamó Alicia.

-Pues no sé. Tal vez deberías preguntarte también: ¿De dónde salieron los caballos que montaban los indios?

-No había caballos en América. Llegaron al Nuevo Mundo en el segundo viaje de Colón -aseveró Alicia.

-Cuando a raíz de la guerra -entre Méjico y los Estados Unidos- se firmó el tratado de Guadalupe-Hidalgo, en 1848, los nuevos dueños de esos territorios, los yanquis, exhortaron a las tribus autóctonas a abandonar su territorio. Ya, previamente, tras la retirada de España de esas tierras, los indios se enfrentaron a los mejicanos en guerras sangrientas. Pero conviene tener presente que los indios siempre convivieron pacíficamente con los españoles. Ante la negativa de los indios a retirarse de su territorio -entre 1850 y 1880-, en apenas treinta años, el hombre blanco protestante de lengua inglesa exterminó la práctica totalidad de las poblaciones indígenas. En el contexto actual, en el que lo aborigen parece recobrar su importancia política, hay que buscar otro culpable de esa barbarie, y qué mejor malhechor que otro hombre blanco, pero esta vez de habla hispana y católico. ¿Cómo se puede tergiversar tanto la historia hasta tratar de hacernos creer que los indios fueron exterminados, por los propios españoles, desde decenas de miles de kilómetros de distancia? ¿Nos toman por idiotas?

-Desde luego, los arcabuceros hispanos tenían muy buena puntería. Eso es innegable –dedujo Alicia.

-En algunos colegios de California los niños, de educación primaria, celebran el día de la Hispanidad disfrazándose de monjes franciscanos y de indios. Como no podía ser de otra forma, los “niños-monjes” azotan, humillan y obligan a trabajar a los “niños-indios”.

Y, sin embargo –obviando, falseando, manipulando y eludiendo la historia-, nosotros somos los malos.

“Y a eso lo llaman genocidio. Y a eso lo llaman memoria”.

(Extraído de Alicia REGRESA a Wall Street).

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Si la forma en la que analiza una inversión es la misma que analiza la historia, le recomiendo volver a leer cualquier libro sobre sesgos cognitivos. Saludos.

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Y los aborigenes estaban tan contentos con el trato que les daban los conquistadores, que no dudadaron en darles todo su oro y plata como señal de agradecimiento.

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Muchas gracias por su entrada @Luis1.

Simplemente aportar algo que no veo reflejado, y es el papel de las enfermedades que los conquistadores llevaron consigo.

Os dejo el link de una noticia muy interesante que habla sobre ello y sobre Bartolomé de las Casas:

Un saludo.

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Brillante , amigo mío. Le envío un mensaje de respeto y admiración.

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Muchas gracias a todos los que han comentado, aconsejando, matizando y añadiendo ideas de interés.
También agradezco a quienes hayan empleado cinco minutos de su valioso tiempo en la lectura del texto.
Agradecido también a @jvas por la paciencia infinita de +D para quienes, con excesiva frecuencia nos salimos del tema financiero, que es el alma mater del foro. En mi descargo, por si sirve de atenuante, y parafraseando a Letamendi, siempre pensé que quien sólo sabe de economía ni de economía sabe.
Soy consciente de mis sesgos, también infinitos, y siempre trato de tener presentes las palabras de Brilliant: «Qué extraño, dondequiera que fijo los ojos, siempre ven las cosas desde mi punto de vista».

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Siempre me ha rondado, abundando en el tema, la siguiente pregunta: ¿Por qué no sufrieron los conquistadores estragos producidos por enfermedades comunes de los indígenas?.

¿No sería más lógico desde un punto de vista vírico que perecieran quinientos hombres que no millones?.

Un concepto que sí tengo claro es que se emplea incorrectamente el término descubrimiento ya que el continente fue habitado por occidentales mucho antes de 1492.

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No hay problema, @Luis1 , entiendo que es un tema que puede ser polémico para algunos, pero básicamente es historia. También pienso que si +D no permite que tengamos un debate incluso entre posiciones radicalmente encontradas, dentro del respeto y la argumentación, algo estaremos haciendo mal.

Los españoles somos la mezcla de decenas de civilizaciones que han pasado por aquí, que se han masacrado, conquistado etc… como en cualquier parte del mundo. No he tenido la ocasión de hacerme un test de adn pero tengo bastante certeza que por mi sangre corre la sangre judía, arabe, fenicia… y de alguna manera pienso que toda esa mezcla es la que mejoró la especie. Lejos de creer en el supremacismo caucásico, creo que Mendel ya lo dejó bastante claro con sus experimentos sobre la mejora de las especies. Tampoco tengo muy claro si los árabes cuando entraron en la península ibérica lo hicieron con educación y respeto, hablando bajito para no molestar o pasaron a sangre y fuego a los que opusieron resistencia. Tampoco creo que por ello haya que demonizar a los árabes que tantas cosas buenas nos dejaron por aquí y si por el contrario celebrar todo lo bueno que ello trajo.

Hace algún tiempo, @Cygnus me recomendó el siguiente libro, que como todos los que me ha recomendado, valen mucho la pena,

Creo que es interesante, antes de demonizarnos ,más todavía, como españoles, leer un poco sobre el tema. Y discrepar en caso de que uno no esté de acuerdo. Por descontado.

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@jvas
Es usted un gigante, me alegro de haberle “conocido”. Gracias.

-A estas alturas de nuestro encuentro, si alguien se ha extrañado, sobrecogido o escandalizado por algo de lo que hemos comentado, ese alguien es, ahora, algo más sabio. Como defendía Platón: “el asombro es la disposición primera del conocimiento en un doble sentido: antecede al deseo de conocimiento y también lo posibilita”. De todas formas ambos nos hemos sorprendido ya por tantos hechos e ideas que nuestra amistad será indestructible y nuestra sabiduría alcanzará hasta donde seamos capaces de asombrarnos en el futuro.

-Como en la entrañable canción que Sarah Brightman y José Carreras cantaron en las olimpiadas de Barcelona: “Amigos para siempre. Friends for life. Amics per sempre” -recordó Alicia.

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Que aburrimiento los unos y los otros!!

“El aburrimiento no puede existir donde quiera que haya una reunión de buenos amigos.” Eso lo decía Chateaubriand. Yo opino que el tiempo es demasiado valioso como para desperdiciarlo aburriéndose.

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Permítanme sugerir un par de libros:

La conquista de América hay que juzgarla en su contexto histórico. Fue muy violenta, como eran los conflictos en Europa. Tampoco eran almas caritativas los emperadores aztecas. Pero genocidio lo hubo en América del Norte; lo que apenas hay son descendientes de los pueblos indígenas norteamericanos.

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Este y no otro es el verdadero problema de nuestra sociedad. Ver todo como una lucha entre “unos” y “otros”. Como si no hubiese una escala de grises tan rica en matices que nos separa y nos une.

Para el cerebro es más fácil verlo así. Menos energía en razonar, mayor economía de esfuerzos.

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Otro de los sesgos que padecemos es tratar de extrapolar nuestras ideas actuales (condicionadas por un contexto económico, geográfico y temporal) a hechos ocurridos cientos de años antes o que ocurren actualmente pero en otras geografías no tan favorecidas económicamente.
Es bueno tratar de ser flexibles y críticos. Ahora bien, hay datos perfectamente documentados que son objetivos, que están ahí, y están a disposición de quienes están preparados -y tienen suficiente interés- para verlos.

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La Conquista de América la hicieron indios y la Independencia de España la hicieron españoles.

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La suerte que tuvieron los pueblos indígenas es que llegamos los españoles antes que el resto de europeos.

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Yo creo que buena parte de la diferencia entre la conquista de los Españoles y del resto de europeos tiene que ver con el tipo de sociedades que se encontraron unos y otros:

  • En la mayor parte de la América Española había sociedades complejas, el poder estaba concentrado, ya eran imperios. De modo que la línea de menos esfuerzo es hacer que evolucionen a otra cosa, no arrasar con todo.

  • Lo que se encontraron otros europeos eran sociedades más anárquicas. Es más difícil llegar al poder sin hacer una masacre porque no hay un poder concentrado en una minoría que se pueda ocupar

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Nunca lo había pensado así, pero Gerónimo hablaba español y estén bautizado…

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Hace meses escuché un podcast donde el entrevistado, historiador, dijo algo que me impactó. Imaginemos que dentro de 200 años los historiadores quieren estudiar el futbol español de los últimos 15 años y, por el motivo que sea, sólo han podido recopilar como documentos originales de la época algunos ejemplares del Marca, porque un problema al que se enfrenta todo historiador es que la mayoría de fuentes, independientemente de su fiabilidad, se pierden, olvidan o destruyen. Pues bien, a la hora de presentar sus conclusiones al público del año 2221, dirían que en nuestra época hubo un debate muy acalorado sobre qué jugador de futbol era mejor: Robben o Messi. En realidad, jamás se produjo dicho debate más allá de determinados círculos periodísticos para animar un poco el ambiente y las tertulias, ya que aunque Robben hay sido un gran jugador, estaremos de acuerdo en que la importancia de Messi ha sido mucho mayor. Sin embargo, el paso del tiempo difumina las cosas: se pierden fuentes, estas tienen el sesgo de su autor como todo en la vida, son reinterpretadas a lo largo del tiempo, y claro, nos llega lo que nos llega.

Lo que quiero decir, más allá de lo ya comentado que es absurdo juzgar hechos históricos del pasado con los ojos del contexto actual, es que no pondría la mano en el fuego por ningún relato demasiado tajante, sea de genocidios o de liberaciones.

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No esperaba encontrar un hilo así en +D

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