El pez grande siempre se come al pequeño.
Al menos, que no se ponga él mismo como cebo.
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No me cabe la menor duda respecto al análisis que usted realiza. Lo malo es que el entorno de economía global en el que nos movemos hace casi imposible plantearse un entorno de competición razonable con monstruos de esta categoría. En alguna de mis empresas hemos padecido situaciones muy similares a las que usted describe y, desde luego, no es agradable para el proveedor tener que dejarse avasallar. Sin embargo, yo creo que con medidas inteligentes, calibrando bien el tipo de producto que tenemos, los mercados a los que nos dirigimos y la atención al cliente que necesitamos, se puede competir, aunque no sea fácil. Como no se puede es si somos mucho más malos que ellos en lo que ofrecemos al cliente, sea nuestro producto, sea nuestra postventa. El consumidor final nos lo hará pagar.
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Recuerde que uno de los clásicos errores a evitar es depender en exceso de un cliente o partner y pasar a ser su prisionero. En los 70 creo que lo llamaban morir de éxito, junto con el caso de crecer, endeudarse y morir.
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