El regulador y los mercados

Hola a todos Ustedes,

Nos guste o no, los mercados están regulados. En este hilo pretendo hacer una pequeña introducción para luego si les parece oportuno poner en este hilo temas relacionados con la regulación de los mercados, la regulación será la que ponga el regulador, pero nos conviene entenderla, se comparta o no.

Para esta introducción he hecho una búsqueda en ChatGPT, por si alguien tiene curiosidad la búsqueda es:

¿Cuál es el punto de vista de J Stiglitz sobre los mercados y su regulación?, explicación larga.

A partir de esta búsqueda, copiando, resumiendo y añadiendo paso a concretar.

Primero empezaré por definir lo que es un mercado según mi punto de vista:

Es el lugar donde interactúan oferta y demanda.

J. Stiglitz economista y Premio Nobel de Economía en 2001, tiene una perspectiva muy desarrollada y crítica sobre los mercados y su regulación, basándose principalmente en su trabajo teórico y práctico sobre las imperfecciones del mercado y las fallas de información.

Stiglitz desafía la creencia de que los mercados, por sí solos, conducen a resultados eficientes y equitativos. Según la teoría económica neoclásica, los mercados competitivos tienden a asignar recursos de manera óptima. Sin embargo, Stiglitz argumenta que esta visión depende de suposiciones irreales como la información perfecta, la competencia perfecta y la ausencia de externalidades.

Uno de los principales aportes de Stiglitz es su análisis de cómo la información imperfecta afecta el funcionamiento del mercado. En situaciones de información asimétrica (donde una parte tiene más información que otra, como en la relación entre un prestamista y un prestatario), los mercados no funcionan eficientemente. Por ejemplo:

Mercados financieros: Los bancos pueden carecer de información completa sobre la solvencia de los prestatarios, lo que lleva a problemas como la selección adversa (conceder préstamos a personas o empresas de alto riesgo) y el riesgo moral (cambios en el comportamiento del prestatario tras recibir el préstamo).

Externalidades:

  • Los mercados tienden a ignorar las externalidades negativas, como la contaminación, y no ofrecen incentivos adecuados para proteger los bienes comunes, como el medio ambiente.
  • Para Stiglitz, esto justifica políticas regulatorias, como impuestos al carbono o subsidios para tecnologías limpias.

Monopolios y poder de mercado:

  • Sin regulación, las empresas grandes pueden ejercer un poder desproporcionado, fijar precios por encima de los niveles competitivos y excluir a competidores más pequeños. Esto va en detrimento de los consumidores y de la innovación.

Intervención en mercados clave

  • Finanzas: Stiglitz ha sido un crítico acérrimo de la desregulación financiera que contribuyó a la crisis financiera de 2008. Aboga por una supervisión estricta de las instituciones financieras para evitar riesgos sistémicos.
  • Educación y salud: Considera que estos sectores son fundamentales para el bienestar social y no deben ser gestionados exclusivamente por el mercado, ya que tienden a excluir a los más vulnerables.
  • Innovación: Promueve la inversión pública en investigación y desarrollo, argumentando que los beneficios sociales de la innovación suelen exceder las ganancias privadas.

Para Stiglitz, la regulación no es un obstáculo para el crecimiento económico, sino una herramienta necesaria para garantizar que los mercados funcionen de manera justa y eficiente. Sin embargo, advierte sobre los riesgos de una mala regulación, como la captura regulatoria, donde los intereses corporativos influyen en las políticas a su favor.

En el contexto contemporáneo, Stiglitz aboga por una mayor regulación de la economía digital, donde empresas tecnológicas como Google y Amazon tienen un poder sin precedentes. También destaca la urgencia de abordar el cambio climático a través de políticas públicas ambiciosas.

Stiglitz cree que el objetivo no es reemplazar el mercado, sino complementarlo y corregir sus excesos para construir sociedades más equitativas y sostenibles.

Para un enfoque más profundo, Jean Tirole recibió el Nobel en (2014) por:

  • Contribuciones: Fue galardonado por su análisis del poder de mercado y la regulación. Su trabajo se centra en cómo los gobiernos pueden regular las industrias dominadas por pocas empresas grandes para evitar abusos de poder de mercado y fomentar la competencia.
  • Áreas de estudio: Regulación de monopolios, oligopolios y mercados con asimetrías de información.

Sobre este tema les recomiendo este libro:

El mito del capitalismo: Los monopolios y la extinción de la competencia

Este libro según ChatGPT:
The Myth of Capitalism: Monopolies and the Death of Competition es una obra fundamental para quienes buscan entender cómo el capitalismo contemporáneo ha desviado su curso hacia una concentración de poder sin precedentes. Con su mezcla de análisis riguroso y narrativas atractivas, el libro ofrece una advertencia clara sobre los riesgos de permitir que unas pocas corporaciones dominen la economía, al tiempo que presenta un llamado a la acción para restaurar un sistema más equitativo y competitivo.

Este libro bajo mi punto de vista ayuda a explicar porque las grandes empresas en USA están rindiendo más que las pequeñas en el mercado de valores últimamente, el libro analiza sector por sector y en todos ellos detecta oligopolios y falta de competencia como consecuencia de la proliferación de lucrativos fosos profundos.

Un saludo para todos Ustedes.

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Un tema sin duda interesante.

Yo recomiendo revisar la propia historia de los mercados en particular, y de la sociedad en general para ver como ha ido variando a lo largo del tiempo el tema de la regulación de ciertas cosas.

Más que llevar el tema por derroteros más teóricos sobre que puede ser conveniente o no, me dejarán que intente dar una visión algo más pragmática del tema.

En temas regulatorios que llevan existiendo el suficiente tiempo, se tiende a no ver que existe dicha regulación, se da por sentada y como algo fruto de la lógica, pero el proceso para llegar a ella no fue tan fácil como se cree y también tiene sus implicaciones.

Por poner un ejemplo el tema de la responsabilidad limitada como accionista de una empresa no es algo que siempre haya sido así ni que uno aceptaría fácilmente en cualquier situación. Y el disponer de dicha figura jurídica también tiene repercusiones sobre las posibles obligaciones de una empresa al beneficiarse de ese tipo de figura jurídica para sus accionistas.

Luego está el tema de hasta que punto nos puede proteger la regulación de según que tipo de riesgos. Hay quien espera que de alguna manera lo haga sea cuales sean las circunstancias, pero mirando en profundidad las crisis gordas, es difícil que así pueda ser hasta las últimas consecuencias.

Precisamente crisis gorda suele ser sinónimo de cambios y de fallos estructurales, con lo cual habrá reformulación de normas dado que ciertas regulaciones no han podido cumplir su función.

También hay que entender que la figura del regulador tiene recursos limitados para ciertas funciones. Bueno no tanto el regulador como tal sino las personas que están destinadas a dicha función.

Es curioso como personas de las más variadas ideologías vemos del todo compatible quejarnos por todo tipo de regulaciones, ver como un agravio comparativo cualquier aspecto que nos pueda perjudicar de la misma y en cambio ver totalmente lícito intentar aprovechar al máximo aquello en lo que nos pueda favorecer y forzar al máximo la norma incluso cuando entra en contradicción con el propia espíritu de dicha regulación.

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Sinceramente, yo tengo una visión muy poco ortodoxa de lo que son los mercados.
Y es que para mi, el problema reside en ese deseo del ser humano de simplificar las cosas reduciéndolo a algo fácilmente entendible. Simplificando para poder entenderlo y así darle una explicación. Creo que Kahneman comentaba algo así en su libro Pensar rápido pensar despacio. Algo así como que uno de los sistemas era vago e intentaba reducir las cosas a lo fácil para entenderlas mejor.

Para mi el mercado está compuesto por comportamientos de personas. Y cada una de esas personas, somos más raros que un perro verde. Y nos comportamos de forma impredecible. Pues si imaginan a un grupo de personas muy grande, comportándose, todas a la vez de forma rara, sólo que con algunas líneas de comportamiento similares, en algunos casos. Pues entonces es probable que ustedes visualicen algo así como una bandada de estorninos moviéndose de forma “errática” en el aire.
Si esto lo elevan a la enésima potencia, pues ahí verían a un ente moviéndose como yo creo que lo hace el mercado.
Y es que si queremos pensar que los mercados se autorregulan solos, o incluso que a largo plazo lo hacen, yo, pues qué quieren que les diga, ni sí, ni no, ni todo lo contrario.

Aunque ahora que lo pienso, a lo mejor yo lo que estoy haciendo es simplificar algo demasiado complejo escribiendo sólo un párrafo para definirlo. ¿Quién sabe?

En cualquier caso, en líneas generales, no soy muy partidario del intervencionismo. Soy más partidario de dejar que el mercado se regule/desregule solo. O por lo menos en el 90 % de los casos.

Porque para mí, intentar regular los mercados es como intentar introducir un halcón para que condicione el movimiento de los estorninos. Que lo hará, seguro, pero no sabemos si en el sentido que nosotros queremos.

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Agregaría el presupuesto de la racionalidad conductual del individuo económico. Todo el aparato ideológico de la economía neoclásica se fundamenta en la teoría de la elección racional. Sin ese axioma se cae todo lo demás. La ley de la utilidad marginal, con la que los neoclásicos pretenden refutar la teoría valor-trabajo de los economistas clásicos, presupone la existencia de un consumidor racional. Ese agregado de consumidores racionales que maximizan utilidades se transferiría como propiedad del mercado. El problema es que esa intuición de la conducta económica racional del ser humano se esfuma cuando se la confronta al estudio empírico y experimental (no coincide con la evidencia de disciplinas que estudian el comportamiento humano como la psicología o la neurociencia). Vamos, que el “preferidor racional” es un tipo ideal que sirve para construir modelos pero que desaparece de la praxis en el mundo real. Pero aún presuponiendo la racionalidad conductual de los individuos no se deduciría el comportamiento racional del mercado entendido como el agregado de las decisiones individuales. La propia teoría de sistemas complejos nos dice que los sistemas son irreducibles a sus partes (el famoso aforismo aristotélico de “el todo es mayor que la suma de sus partes”). Los sistemas tienen o carecen de propiedades que no necesariamente tienen o carecen sus partes. Existen continuidades y discontinuidades entre el todo y las partes. En este sentido los economistas neoclásicos caen en lo que se conoce como la falacia de composición o reduccionismo descendente: presuponen que el todo no es más que la suma de sus partes, y lo que es cierto para las partes lo es para el todo. Tienen en cuenta la composición del sistema pero no su estructura (los vínculos relacionales), el entorno y los mecanismos. Para entender cómo las cosas no son únicamente de lo que están compuestas suele emplearse esta bonita analogía con el agua. La composición molecular del agua es H2O (2 átomos de hidrógeno y 1 de oxígeno). Pero resulta que la composición del hielo o del vapor de agua es también H2O, y, sin embargo, los 3 estados tienen propiedades distintas. Una misma composición puede tener propiedades diferentes dependiendo de cómo se estructuren sus componentes (las moléculasde H y O), que dependerá entre otras razones de su interacción con el entorno (la temperatura exterior). Trasladando esta analogía a la economía. Es indiscutible que la única entidad con agencia es el individuo (sólo un cerebro y unas manos son capaces de transformar la realidad). El problema aparece cuando se considera al individuo como una “causa incausada”. Como si sus decisiones brotasen del vacío y no dentro de una estructura de relaciones con otras instituciones (valores sociales, instituciones políticas, sistema de producción, sociedades…) que necesariamente afectan por completo a la conducta individual. El individuo tiene margen de decisión, pero siempre amordazado dentro de un contexto. El individuo afecta a su entorno de la misma forma que el entorno afecta al individuo. La racionalidad no es entonces atemporal y ahistórica, sino que guarda estrecha relación con el contexto, que es concreto e histórico.

Entonces, el individuo aislado que toma decisiones racionales que brotan de su conciencia es una ficción. Lo que existen son personas que tienen cierta capacidad de agencia dentro de un contexto que determina en parte su conducta. Por lo que ese mercado autoregulado que sería la forma más eficiente de producir y redistribuir la riqueza aparece aquí también como una ficción. Una ficción teórica, dado que no se deduce de los presupuestos, pero también histórica, puesto que no hay evidencia histórica de un mercado que no haya sido intervenido. Y no porque, adoptando una postura platónica, los mercados realmente existentes sean la forma degenerada de una forma pura e ideal de mercado. Sino porque no puede ser de otra forma. Los mercados no surgen del vacío, no están flotando en el mundo de las ideas, son una realidad histórica compuesta de realidades físicas. Son productores, consumidores, empresas, infraestructuras, instituciones, recursos naturales, territorios, sistemas jurídicos, es decir una estructura social, y por lo tanto política, de organización. Por eso los clásicos (Adam Smith, Ricardo, Jevons, Walras, Stuart Mill), hasta Alfred Marshall, llamaban a su campo economía política y no economía a secas. Lejos de ser un rótulo arbitrario nos muestra su visión ontológica de la disciplina: economía y política son indisociables. O, expuesto en sus representaciones históricas, Mercado y Estado no son conceptos antagónicos sino sinérgicos. Un ejemplo de esto es como la propia idea de “propiedad privada” no tiene contenido jurídico si no se recoge y defiende en un marco regulatorio estatal. Sin eso el único derecho a que se respete su propiedad es la fuerza que se tiene para defenderla. La propiedad privada no es una propiedad de la naturaleza ni de las cosas, es una construcción jurídica histórica, como lo atestiguan las sociedades tribales en las que toda idea de propiedad privada y mercado les era ajena. La regulación es consustancial a los mercados, tan solo por el hecho de que se fundamenta en una ficción jurídica como lo es la propiedad privada. Pero en la propia praxis, y eso lo expone muy bien Karl Polanyi en su obra “La gran transformación”, las grandes regulaciones históricas suelen venir después de grandes crisis en los mercados, y no antes. No se puede regular lo que hasta la fecha no se ha mostrado fenoménicamente. Los reguladores a menudo van a rebufo de la realidad. Tampoco esos reguladores son completamente ajenos a la esfera económica. Tienen sus propios intereses y son susceptibles de ser condicionados por otros agentes o por la propia estructura ideológica del sistema (por ejemplo las sucesiones de regulaciones y desregulaciones de mercados específicos dependiendo del contexto material e ideológico). En definitiva, no tiene sentido lamentarse de que los mercados estén regulados, sino de si están bien o mal regulados. Y esto no es un criterio absoluto, sino que está sujeto a contexto (una regulación puede tener sentido en un contexto y no en otro).

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Hola a todos Ustedes,

Procedo a comentar sobre lo indicado en las aportaciones que se han hecho.

Primero recurriré a la historia a través de ChatGPT:

En referencia a las sociedades de responsabilidad limitada:

Siglo XIX: Revolución Industrial

  1. Legislación mercantil moderna
  • Con la Revolución Industrial, aumentó la necesidad de regular las sociedades empresariales.
  • Surgieron leyes específicas, como el Joint Stock Companies Act en Reino Unido (1844), que otorgó personalidad jurídica a las empresas registradas.
  1. Responsabilidad limitada
  • En 1855, el Reino Unido introdujo el concepto de responsabilidad limitada, permitiendo que los accionistas fueran responsables solo hasta el monto de su inversión. Esto incentivó la inversión y redujo riesgos personales.

También pongo este ejemplo histórico que creo que puede ser interesante relativo al sector financiero:

La regulación financiera entre 1928 y 2023 ha sido moldeada por crisis económicas, avances tecnológicos, globalización y la creciente complejidad de los mercados financieros. A continuación, un resumen histórico de los principales eventos y cambios en la regulación financiera:


1928-1940: Gran Depresión y la Era del New Deal

  • Crash de 1929: La especulación desenfrenada y la falta de regulación llevaron al colapso de Wall Street.
  • 1933 - Ley Glass-Steagall (EE. UU.): Separó la banca comercial de la banca de inversión para reducir riesgos sistémicos.
  • 1934 - Creación de la SEC: La Comisión de Bolsa y Valores (SEC) fue establecida para supervisar los mercados de valores y prevenir abusos.

1940-1970: Estabilidad y Bretton Woods

  • 1944 - Sistema de Bretton Woods: Estableció un régimen de tipos de cambio fijos y creó el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
  • Ley de Inversiones de 1940: Reguló los fondos de inversión para proteger a los inversionistas.
  • 1960s - Mayor regulación bancaria: Los gobiernos impusieron controles de capital para gestionar flujos internacionales.

1970-1990: Liberalización y crisis

  • 1971 - Fin de Bretton Woods: EE. UU. abandonó el patrón oro, lo que permitió tipos de cambio flotantes.
  • 1980s - Desregulación financiera: En países como EE. UU. y el Reino Unido, se redujeron restricciones para fomentar la competencia.
    • 1986 - Big Bang en Londres: Liberalización de los mercados financieros británicos.
  • Crisis de la deuda latinoamericana: Llevó a nuevos acuerdos sobre reestructuración de deuda y supervisión del FMI.

1990-2007: Globalización y complejidad financiera

  • 1999 - Derogación de Glass-Steagall: Permitió a los bancos combinar servicios comerciales y de inversión.
  • Crecimiento de los derivados financieros: Productos complejos como los CDOs y swaps crecieron rápidamente sin supervisión suficiente.
  • 2001 - Crisis de Enron y Sarbanes-Oxley Act: Aumentó los requisitos de transparencia corporativa en EE. UU.

2008-2020: Crisis financiera y regulación post-crisis

  • Crisis financiera de 2008: El colapso de Lehman Brothers y la burbuja hipotecaria llevaron a una crisis global.
    • 2009 - Reunión del G20: Acuerdo para fortalecer la regulación global.
    • 2010 - Ley Dodd-Frank (EE. UU.): Reestructuró profundamente la supervisión financiera, imponiendo mayores controles sobre los derivados y estableciendo el Consejo de Supervisión de Estabilidad Financiera (FSOC).
    • Basilea III: Nuevos estándares internacionales de capital y liquidez para los bancos.
  • Crecimiento del fintech: Surgieron desafíos regulatorios en torno a criptomonedas y plataformas digitales.

2020-2023: Nuevas dinámicas y desafíos

  • Pandemia de COVID-19: Los bancos centrales adoptaron políticas monetarias expansivas y los gobiernos introdujeron estímulos fiscales.
  • Criptoactivos y regulación:
    • Incremento en la adopción de criptomonedas y tokens no fungibles (NFTs).
    • Reguladores comenzaron a implementar marcos específicos, como la MiCA (Europa) y mayores controles en EE. UU.
  • Sostenibilidad y ESG:
    • Creciente regulación sobre divulgación de riesgos climáticos y sostenibilidad financiera.
  • 2023 - Colapso de bancos regionales en EE. UU.:
    • Nuevas revisiones regulatorias tras la quiebra de Silicon Valley Bank y otros.

Reflexión

La historia de la regulación financiera refleja un ciclo de crisis, reformas y adaptación.

Para la historia económica ChatGPT es muy eficiente.

Comentar por otro lado que el mercado no se puede regular o desregular solo, ya que el mercado no “actúa”, son los agentes que forman la oferta y la demanda los que actúan en el mercado (un lugar), sobre un marco regulatorio establecido y cambiante, generando todo ello un escenario de mercado determinado.
Todos los mercados tienen regulación, en mayor o menor medida en los países avanzados.

En cuanto al nivel del intervencionismo en los mercados cada escuela de pensamiento económico tiene su punto de vista.

Para no alargarme, el que esté interesado en este tema pueden teclear en ChatGPT:
El intervencionismo en los mercados, ¿Qué visión tienen al respecto las diferentes escuelas de pensamiento económico?.

Yo pienso que más importante que ver si un mercado está muy regulado o poco, que es algo cuantitativo, yo entraría más a valorar lo cualitativo, es decir si un mercado concreto está bien o mal regulado y si dicho mercado funciona de manera justa y eficiente.

Paso a poner un ejemplo, ¿Los fondos de inversión están bien regulados?, yo pienso que no, podrían mejorarse muchas cosas, a modo de ejemplo:

¿La comisión máxima permitida para fondos de gestión activa y para fondos de inversión indexada debería ser la misma?

¿Debería bajarse el límite máximo de las comisiones de gestión?

Yo creo este hilo podría servir para conocer y entender la regulación de los diferentes sectores, pero mejor sector por sector, que no de forma global.

Un saludos para todos Ustedes

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En el terreno práctico está claro que casi nadie cree que el debate sea entre estar regulado o no estar regulado. Lo de lamentarse por la regulación no deja de ser una forma de presionar no para que no haya regulación sino para que vaya en el sentido que uno cree que le conviene.

De hecho pueden mirar las opiniones que aparecen en los foros de inversión cuando se habla no de la regulación general sino de regulaciones específicas por ejemplo en el caso de quiebra de la gestora, la comercializadora o el banco custodio de los fondos de inversión, Ahí más bien se suele preguntar que pasa en estos casos y si hay regulación que le proteja a uno de esos problemas.

Ya luego cuando el debate se lleva al terreno más ideológico todos tenemos tendencia a exagerar los supuestos de partida y a no querer ver su debilidad. En el caso comentado hay quien se vale de diferenciar entre lo que es ley y lo que es regulación para intentar sostener el carácter universal de lo primero y el carácter fútil de lo segundo. Pero no deja de ser convertir el problema en que criterios seguir para calificar algo en lo primero o lo segundo.

No obstante el debate de bien o mal regulado también tiene sus problemas. El comportamiento humano es variable y hay dinámicas o situaciones que van a terminar provocando que la regulación termine siendo imperfecta. Y complicar demasiado la regulación para intentar incorporar todos los casos posibles, tan típico de según que organismos públicos, no deja de ser un camino peligroso porque da la sensación que uno puede siempre sentirse agraviado si la legislación no le cubre ciertos supuestos.

Por eso comentaba en mi anterior post que desde el punto de vista pragmático uno no debería de esperar que la ley le pueda proteger de cualquier supuesto o del riesgo que sea de forma efectiva. Y eso no es sólo un problema de bien o mal regulado. Es problema del propio comportamiento humano.

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