Andaba yo estos días abstraído en pensamientos de escasa utilidad, tales cómo el porqué de ahorrar y/o invertir.
Dado que mi capacidad de análisis ha ido menguando con los años, y habida cuenta de que las razones de cada uno, son las de cada cual, consideren únicamente estas como las mías, y si lo desean contrástenlas con las suyas y generamos un esperemos, fértil debate.
Ahorrar en mi concepción del mundo, es comprar seguridad volátil.
Saquemos el bisturí y desmenucemos un poco el asunto, pues la seguridad si la midiésemos análogamente al VIX, destrozaría la gráfica, y probablemente en el momento más inesperado.
A lo largo de la vida de una persona, la seguridad percibida y la seguridad real varían. Cuando uno es joven, los problemas de salud, salvo tristes excepciones, no suelen ser importantes, por lo que el foco, lo ponemos en la inseguridad laboral, en tener o no tener dinero suficiente para comprar X, y otras múltiples cosas que con el tiempo, suelen ir virando hacia otros lares.
Cuando se tienen hijos, la necesidad de darles seguridad, de nuevo aumenta, y cuando uno va avanzando y quiere acometer proyectos propios, o simplemente dejar de soportar a un/a imbécil, se vuelve a incrementar.
La necesidad de seguridad no deja de aumentar si a uno le toca el Euromillon, pues de nuevo en este caso debe preservarlo, y nuevos fantasmas atenazan el caldero, ahora lleno, de maravedíes.
Seguridad-Inseguridad-Seguridad-Seguridad…
Va y viene como las olas del mar.
¿Cuanto cuesta comprar seguridad?
Esta pregunta es interesante, porque de nuevo nos pone frente al espejo, con múltiples respuestas.
Hay momentos en la vida de una persona que es muy barato comprar seguridad. Pocos gastos e ingresos buenos, aceleran la acumulación de manera importante. En otros es realmente carísimo, pues exige renunciar a muchas cosas, con tal de comprar “un poco” más de seguridad.
El coste, como todo en la vida depende de lo que uno esté dispuesto a pagar, pero así en general, hay precios que no deberían pagarse. Por mucho que uno vea la seguridad como el paraíso tropical a los 70 tacos, pagar un PER 60 por ella, es una receta perfecta para una vida desgraciada.
Por otra parte, si uno puede comprar seguridad a precios de derribo, porque las circunstancias se lo permiten, no hacerlo, es …perderse MSFT a 25 dólares. Hay errores que no te harán más desgraciado, pero estarás pagando un coste de oportunidad brutal, y quizá cuando quieras comprarla , tengas que pagar cinco veces más, por lo mismo.
Hasta aquí una de las aristas de la compra de la seguridad, pero…¿hay más?
Ya lo creo, vamos a seguir sacándole punta al lápiz, porqué nos movemos del ahorro, a su hermana mayor, la inversión.
¿Se han parado a pensar porqué muchos fondos tiran de la anilla de “Seguridad, Tranquilidad, Bienestar etc…”?
Como ustedes son muy inteligentes, se habrán dado cuenta de algo que el marketing financiero ha tirado desde tiempos inmemoriales, y no es sólo la avaricia, si no algo mucho más básico como la necesidad de sentirse seguros… Los instintos más básicos del ser humano.
¿Qué hace segura una inversión? :
- Que se perciba segura
- Que sea segura, se perciba o no como segura.
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No se engañen, si el 90% de los inversores sin preparación, tuvieran realmente claro lo inseguro que es invertir, no invertiría ni un 20% de los mismos, quizá.
Y es aquí donde entran las narrativas. Muy poderosas ellas. Necesitamos narrativas convincentes para poder cruzar el río, sean o no ciertas.
Los inversores que más tiempo y dedicación le echan, de los que conozco, sufren o han sufrido un proceso de “ermitañismo”, que empieza por el descreimiento y termina por el aislamiento, al quizá ver en su verdadera magnitud, la cantidad de jetas y buscavidas que corbata en ristre, se lanzan a venderte seguridad aderezada con narrativas potentes.
Este tema daría para mucho, pero no es mi intención ponerme a señalar la paja en ojo ajena, sin antes haber señalado la viga en el propio. Y si nos ponemos con la viga, no terminamos el artículo esta semana.
Como ven, todo muy complejo.
Si a todo esto le sumamos, que uno puede tener una cartera de seguridad, bien abultada, y le coge por el medio un 2008 en el peor momento (problemas graves de salud, cisne negro laboral etc…), ya puede rezar, porque se va directo a ver a San Pedro.
Espero que no se hayan aburrido mucho, y recuerden que todos necesitamos seguridad, que es mejor tener de más que de menos, pero que esto sólo se vive una vez, y sobrepagar nunca suele ser la mejor opción, ni invirtiendo…ni viviendo.
El sol casi siempre sale de nuevo…