Historia ficticia inspirada en la reciente memo de Howard Marks, sazonada con ambiente +D.
Ed se dispuso a entrar en la cápsula esférica de transporte urbano. Como cada viernes, había disfrutado de su mariscada con amigos en el mítico #Teforras Restaurant del Smart Santa Cruz District.
-Buenos días caballero. Bienvenido a las cápsulas de trasporte Argonaut de Alphabet. – Le recibó una voz, artificialmente melosa.
-Buenos días, conéctame con Alice, código 011235813 – Ed respondió de forma mecánica.
-Código aceptado. Conectando…
-Hola de nuevo, señor. Espero que haya disfrutado. ¿Le llevo a casa?
-Hola Alice. Sí, a casa por favor, y reproduce en bajo volumen la sinfonía número 5 de Beethoven. No sé por qué, pero después del vinito me gusta deleitarme con ella.
La cápsula recorrió unos cientos de metros por la avenida principal y posteriormente se desvió a la izquierda. Antes de comenzar a ascender por la fachada de un alto edificio, Ed alcanzó a ver un aeropatinete marca Tensla, y difusos recuerdos de su niñez relampaguearon en su memoria.
-Tensla… recuerdo esa marca en algún momento de mi infancia, Alice.
-Efectivamente señor, era una empresa tecnológica americana. Se declaró en quiebra hace varias décadas, en el año 2024. Posteriormente fue adquirida por un fabricante de móviles y otros dispositivos, de origen chino.
-Vaya… nada dura para siempre. Es una lástima. – Añadió Ed con una brizna de melancolía.
Tras llegar al piso 30, la esfera se introdujo en el módulo de recepción y se detuvo. Ed bajó, atravesó el pasillo y entró en su casa.
-Alice, ponme un inhalador de Filip Morris. ¿Sabes? He estado reflexionando sobre la última conversación que tuvimos. Trató sobre las probabilidades de superar a los principales índices de referencia con estrategias cuantitativas. ¿Por qué crees que cuesta tanto batirlos, Alice?
-Señor, es una respuesta multifactorial, pero hay dos outputs principales. La mejora de eficiencia de los mercados y los aspectos biológico-emocionales inherentes a la naturaleza humana, que dificultan la creación y ejecución de una estrategia sólida, coherente y repetitiva en el tiempo. Señor, adicionalmente, he dispuesto su inhalador en la ranura 2.
-Exacto Alice… sin embargo, se me ocurren algunas maneras. Tomemos las empresas del S&T 100 y eliminemos el percentil 50% con más deuda vs EBITDA o vs Equity, según el caso. Eso debería superar al índice en períodos de varios años, ¿no?
-¿Realizo simulación, señor?
-No, no es necesario – Por fin, Ed tomó el inhalador de vapor. Caminaba en círculos, pensando abstraídamente. – También podríamos escoger un ETF que replique el índice y realizar aportaciones tan sólo en caídas significativas de mercado, por ejemplo, de al menos un 10%. Con esas ponderaciones a la baja, también se debería superar al índice que replica. – Alice no respondió esta vez.
-Y hay más… ¿Qué sucede con las acciones que se encuentran en un mayor número de ETFs o fondos indexados? Si una acción A, por ejemplo, se encuentra en 20 ETFs diferentes y otra similar B, de menor capitalización sólo en 2, ¿no habría una mayor presión alcista en la A que generaría una ineficiencia de precio respecto a la B? ¿Y si los inversores activos, que son los que guían en última instancia las decisiones de los ETFs, invierten con fuerza en la empresa B? La presión al alza en la cotización de esta empresa la podría hacer entrar en un número mayor de ETFs, comenzando una espiral alcista de precio de la que los inversores activos podrían sacar provecho.
-Ya no quedan inversores activos, señor – Declaró Alice-. Los precios son fijados por las IAs y los ETFs replican las ponderaciones.
-¿Cómo que no? Vamos a darle caña a esas malditas máquinas generadoras de ineficiencia de mercado, Alice. – Ed inhaló y expulsó el vapor creando una forma circular.
-Sí señor, lo que usted diga.