Originalmente publicado en: https://blogs.masdividendos.com/reflexiones-aleatorias/2020/11/29/de-que-va-a-ir-esto/
La verdad es que no sé cómo empezar, ha sido mucho tiempo en el dique seco y he perdido la costumbre de escribir. Escribir es una habilidad entrenable (aunque como pasa con el fútbol hay una parte de talento, de duende o de age, como dicen los flamencos, que se tiene o no se tiene) y si no se ejerce en un tiempo el músculo de la escritura se atrofia. El miedo al folio en blanco impide que la prosa fluya, especialmente el pensamiento de si lo que uno va a decir no lo ha dicho ya alguien antes. Ése era el miedo que más me paralizaba cuando publicaba con cierta frecuencia. El ansia por ser riguroso, por documentar mis afirmaciones con referencias, por guardar una lógica, y conseguir a la vez que el escrito se leyera de forma fluida, con un estilo amigable para el lector, acabaron convirtiendo la publicación de artículos en algo agotador. A pesar de que llegué a cobrar por escribir, alcancé un punto en que no me compensaba el esfuerzo. El día que calculé el ingreso por hora resultó que estaba muy cercano al salario mínimo.
Pero he empezado diciendo que no sabía por dónde empezar y justo he reparado que en el primer párrafo doy por sentado que la gente me conoce. Me imagino que habrá mucho lector nuevo que se preguntará que quién es el pavo éste que escribe como si fuera una vieja estrella de vuelta al ruedo de los blogs. Para éstos, decir que empecé escribiendo porque en plena crisis de 2007-2013 (así de larga fue en España) hubo un momento en que pensé que un blog sería una manera de demostrarle al mundo que, profesionalmente, tenía mucho amor que dar. Como veía difícil que el blog consiguiera tracción por sí sólo, opté por empezar a publicarlo en una red social para inversores con el objetivo de tener una audiencia afín. Así fue como empecé a escribir en Unience (ahora Finect), lugar donde, aparte de conocer a Arturo y a Marcos, logré la suficiente exposición como para escribir en sitios más preminentes (y que me pagaran por el esfuerzo).
Digamos que, si bien desde el punto de vista económico la iniciativa tuvo éxito, desde el punto de vista de seguidores en las redes sociales (que es lo que a uno le alimenta el ego) no pasé de reunir a un puñado de fieles. Ahora veo cuentas de “finanzas” en twitter que haciendo mucho menos de lo que yo hacía entonces han conseguido muchísimo más si utilizamos ese parámetro como indicador del éxito. Lo cual me lleva a pensar que, como cuando uno no liga, el problema lo tiene uno y no los demás. Así que con este blog que comienzo ahora voy a emplear un nuevo approach, a ver si esta vez funciona. En vez de desperdiciar mis conocimientos técnicos (que bien caro me ha costado adquirir) y mi escaso tiempo en sacar un producto de calidad que pocos compran, a pesar de ser gratuito, me voy a adaptar al tipo de inanidades que el mercado pide.
A partir de ahora escribiré solamente lo que se me ocurra sobre diversos temas, que no necesariamente tienen que ser relacionados con la inversión. Entre otras cosas, porque en máximos históricos, en un mercado clarísimamente desacoplado de la realidad que nos rodea, lo último que me apetece es invertir o andar buscando oportunidades donde pegármela o hacer que otros se la peguen. Con la edad me he ido volviendo más cagón y valoro más la tranquilidad de tener dinerito a mano por si vienen mal dadas, además que el FOMO me la trae al pairo, no me quitan nada de mi cuenta por esas magníficas rentabilidades que leo en twitter que saca la gente. Al igual que Buffett cuando disolvió su partnership y se tiró un par de años esperando a ver si surgían oportunidades, aquí estaré yo pasando el tiempo.
A cada uno de los artículos no pienso dedicarle más de una hora y no voy a poner enlaces ni a noticias, ni a papers, ni a documentos de research. No tengo en mente ninguna extensión, ni máxima ni mínima para las publicaciones. Lo que sí pienso es intentar escribir con frecuencia, para darle cierta continuidad al feed. Valga este manifiesto para fijar las expectativas del lector. Hablaré en plan cuñado (tongue in cheek, como dicen los americanos) aunque al tratarse de un cuñado con mayor formación que la media, una experiencia profesional y vital variopinta, y consciente de que pontifica desde la cuñadez, seguramente le saldrán artículos bastante potables (o al menos eso espero).
Partiendo de estas premisas el blog no podía llamarse de otra forma que no fuera “Reflexiones Aleatorias”. Título que hace referencia a dos temas que me parecen fundamentales para conducirse en este valle de lágrimas al que fuimos arrojados: el pensamiento profundo que conduce al conocimiento y el estudio de los designios de la volátil fortuna. Estos serán los ejes fundamentales del blog, que sinceramente espero que les guste.