Desmontando mitos sobre los creadores de mercado
Uno de las principales temas de conversación en todo chat (por supuesto de pago) o foro que se precie de chartismo, ondas de Elliott o socialdemócratas poniendo sus ahorros a trabajar es el de cómo los leones, las manos fuertes y otros sinónimos de su villano favorito, ocultos a plena luz del día nos acechan y se aprovechan de nuestras operaciones. Según estos expertos de foro, youtube con profusión de admiraciones, emoticonos y cambios de iluminación que harían las delicias de cualquier epiléptico, los market makers manipulan los precios, te engañan, trabajan para los fondos de inversión “malvados” (buitres si Vd. apreciado lector carga el sambenito de ser de izquierdas) y se dedican a desplumar pequeños inversores como Vd. y como yo (bueno yo no tanto que ya me estoy empezando a codear con los institucionales - si no les puedes vencer, ya saben, únete a ellos)
Bienvenidos al mundo de los terraplanistas financieros.
Igual que los fontaneros, los enterradores, las aves carroñeras, las bacterias probióticas, el cobrador del frac, los tertulianos, los expertos, los participantes en Observatorios, o el humilde inspector de Hacienda (labor impagable, desagradecida y totalmente admirada y respetada por mi donde las haya), los creadores de mercado son totalmente necesarios y sin ellos el mundo sería mucho peor, pues Vds. y yo perderíamos todavía mucho más de lo que ya perdemos a cada salto de stop-win. Los market makers son una pieza clave del mercado, y si desaparecieran, nos arrastraríamos por el suelo cual sumo pontífice al poner el pie en un nuevo país. ¿No me creen? Cojo el bisturí, pónganse el mono de asistente forense y acompáñenme en esta taxonomía sobre las mayores insidias que se vierten sobre nuestros sufridos servidores.
Mito 1: “Los market makers manipulan los precios para hacerte perder”
Empezamos fuerte. Cuenta la leyenda que cada vez que compras una acción, el market maker mueve los hilos para que el precio baje inmediatamente después y te haga perder dinero. Maquiavelo ha vuelto a fallecer al descalabrarse tras saltar como un resorte en su tumba.
Desgraciadamente para los vendedores de señales de trading y sus excusas cuando el backtest empieza a descarrilar cual acción de Gamestop cuando el FOMO finalmente les atrapa, los market makers no tienen interés en hacernos perder dinero, porque su negocio no es apostar contra nosotros, sino dar liquidez al mercado a cambio de unas humildes migajas. Su ganancia está en el spread (la diferencia entre el precio al que compran y el precio al que venden), no en adivinar si su operación será rentable o no.
Además, si manipularan los precios de forma tan descarada, los traders profesionales, los reguladores y la competencia los triturarían. Así que no, no están conspirando contra su cartera de 20€ al mes buscando el snowball del interés compuesto para llegar a la independencia financiera.
Mito 2: “Los market makers ven nuestras órdenes y las usan en nuestra contra”
Otro clásico del repertorio conspiranoico: “Los creadores de mercado espían nuestras órdenes y las usan para cazarnos”. Suena muy emocionante, pero la verdad es más aburrida. La mayoría de los market makers operan en mercados electrónicos altamente regulados, donde las órdenes se ejecutan en milisegundos. Es una pena porque el mundo no es lo mismo sin el romanticismo, pero desgraciadamente el cardenal Richelieu acariciando su gato no está mirando un terminal de Bloomberg esperando el momento justo para que cuando Vd. ponga una orden de 100 acciones en un productor de uranio para luego mover el mercado en su contra.
Lo que sí es cierto es que los market makers pueden reaccionar a flujos de órdenes y ajustar precios para protegerse de riesgos. Si ven una avalancha de compras, subirán su cotización para evitar quedarse sin inventario; si el mercado se llena de ventas, reducirán sus precios de compra para no quedar atrapados con activos que pueden caer. Pero esto no es manipulación, es gestión de riesgo básica. Pretender que deberían ignorar el flujo de órdenes y operar a ciegas es como exigir que un supermercado no suba el precio del pan cuando todo el mundo lo está comprando.
De hecho el principal riesgo al que se expone un creador de mercado es quedarse pillado en un valor, o dicho de otra manera el riesgo de selección adversa, que venga uno más listo que él (le estoy mirando a Vd. admirado lector) y le deje con el molde. Ellos no están en esto para ganar (o perder, sorpresa) con la apreciación de lo que tengan en cartera.
Mito 3: “Los market makers trabajan para los fondos grandes y van contra los minoristas”
Otro delirio común es que los market makers están en comandita (siempre me gustó esta expresion pseudocursi) con los fondos de inversión, los bancos y “las élites” (saludo a IreneM que nos estará leyendo) para sacarte del mercado.
Lo cierto es que los market makers trabajan con todos los participantes del mercado, sean grandes o pequeños. De hecho, su labor es facilitar operaciones para cualquier orden que aparezca, sin importar si viene de un hedge fund con mil millones o de un inversor que acaba de darse de alta en TradeTokHood.
Es más, sin ellos, los minoristas estaríamos en desventaja real: cada orden tendría que esperar a que apareciera una contraparte, los spreads serían enormes y la ejecución de operaciones sería una pesadilla. ¿Quién se iba a quedar con sus acciones de Nvidia el día que DeepSeek se iba a comer el mundo?
Mito 4: “Si no hubiera market makers, los precios serían más justos”
Al contrario, sin market makers en lugar de ver lucecitas verdes y rojas veríamos bolas de esas de las pelis del Oeste que también se pueden ver en Santorini en estas fechas de pánico al terremoto o en cualquier xxxxd’Or ciudad de vacaciones cuando los del Imserso han decidido visitar Cortina d’Ampezzo para sus vacaciones invernales, que la tecnología biomecánica ha avanzado mucho últimamente. En mercados ilíquidos o sin creadores de mercado activos, las posiciones entre el precio de compra y venta entonan el “hola fondo norte”/“hola fondo sur” para pasar el rato, los spreads se disparan y conseguir una buena ejecución se antoja una quimera del calibre de volver a verse el sixpack.
Al que no se lo crea, intente comprar una acción de una empresa con poco volumen (¿sigue cotizando Funespaña, que es fin de semana y hay que alegrarse el día?). Verán que el precio al que pueden comprar está muy por encima del precio al que pueden vender, porque hay menos market makers absorbiendo órdenes. Ahora compárenlo con una acción altamente líquida como Apple o Microsoft: ahí los spreads son mínimos, precisamente porque los market makers están compitiendo para ofrecer los mejores precios posibles.
¿Prefieren un mercado sin market makers? Sin problema les vendo yo unas acciones de un gigante de Internet que está esperando a volver a explotar, que en Wallapop tampoco se enteran.
Mito 4+1: “Los market makers tienen información privilegiada y juegan con ventaja”
Aquí entramos en la conspiración premium. Algunos creen que los market makers ven todas las órdenes antes que nadie y usan esa información para robarles oportunidades a los inversores minoristas. No sean Vds. Gollum, por favor. ¿Qué será lo siguiente, ponerse a borrar los mensajes del WhatsApp?
En realidad, los market makers no tienen acceso a datos mágicos que el resto del mercado no pueda ver. Lo que sí tienen es tecnología avanzada y modelos de gestión de riesgo que les permiten ajustar precios en tiempo real. Pero esto no es tan interesante para vender periódicos (risas) o para seguir insuflando metadona a los cada vez más tristes miembros de una membresía: es simplemente el coste de hacer negocios en un mercado competitivo.
Y seguro que alguno estará pensando (si sigue aquí a estas alturas) (o mejor dicho bajuras si me permiten que mejore la metáfora introduciendo un sentido de dirección a la misma)… ¿de qué estábamos hablando? Ah sí, que "¿y qué pasa con brokers estos que no te cobran comisión porque se la venden a Citadel o quien sea? Pues nada, que les benefician porque acaba siendo un win win. Como no quiero hacerme el listillo y ya he abusado un buen rato de su paciencia les dejo que se informen
Por último (en este mito, no se hagan ilusiones), su actividad está regulada. No pueden operar con información privilegiada ni manipular precios a su antojo sin exponerse a sanciones. Si fueran el Lord Henry que algunos pintan, habrían sido barridos del mapa hace tiempo.
Conclusión: sin market makers, el mercado sería un caos
El odio a los market makers es el equivalente financiero a creer que la Tierra es plana o a que quien responde a las iniciales ANF va a ser Presidente del Gobierno de España. Es una teoría entretenida para los desconfiados, pero no se sostiene ante el más mínimo análisis.
El mundo, una vez más es más aburrido de lo que parece. Igual que no hace falta estar viendo las noticias pudiendo estar leyendo libros del Western Canon, no hay emoción ni manos negras en el honrado gremio de los creadores de mercado; son empresas que asumen riesgos para garantizar que podamos comprar y vender activos cuando quieran; pobrecitos míos, Vds. y ellos, cuando se inauguren los mercados 24x7. Gracias a ellos, el mercado es más líquido, los spreads son menores y las órdenes se ejecutan con rapidez.
Así que la próxima vez que escuchen a alguien decir que “los market makers manipulan el mercado para robarle al humilde jornalero del trading”, pregúntenle si también cree que los aviones vuelan con magia.