Pensaba que era algo mensual, ando de viaje y no leí toda la noticia, al ser un único pago hay mejores opciones desde luego. Muchas gracias por su observación
¿De verdad llegaremos?
No se sorprenda, esta vergüenza ya ha llegado. Mantendré una cierta reserva, no por misterio, es que vengo obligado.
En la empresa donde trabajo, por sus especialidades, mantiene una fuerte tesorería en el segundo semestre de cada año. Le hablo de siete ceros con aproximación a los ocho. Este año llegaremos. Y movemos, en volumen de caja, con las debidas rotaciones, una cifra que supera los nueve ceros, con ordinal bajo.
Pues bien, dos entidades de crédito ya nos han señalado el cobro de una “pequeña comisión” si se sobrepasa cierto importe, exactamente una cifra con un nominal que no cuento seguido de seis ceros, muy pero que muy alejada de los siete ceros.
Un abuso y, personalmente, estoy indignado, como le cuento. Poca broma, indignado, y así lo he hecho saber. Pero pinto menos que el mono de cierto anis de renombre.
Solución, a mi no me toma el pelo ni mi padre, que gracias a él soy calvo, lo único que me dejo de herencia. Inmediata apertura de cuentas en diversas entidades de crédito y transferencias automáticas superado el saldo. Complico la gestión de tesorería, cierto, pero no hay más remedio, soportarán el esfuerzo, es lo que más me gusta de mi trabajo, el equipo con el colaboro. Pero la banca (coloque aquí los diez insultos que guste por los que seguramente le procesarían por injurias, yo ya lo he hecho) no me va a pasar la mano por la calva.
Amén.
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Solo para empresas, para particulares no lo veo.
De todas formas, un depósito, como su propio nombre indica, debería de ser un servicio que da el banco en el que te guarda el dinero a cambio de una prestación económica que tendría que cobrar al usuario de dicha prestación.
El problema es que con parte del dinero que el banco guarda en un depósito, hace negocio prestándolo a otros usuarios, por lo que deja de ser un depósito y pasa a ser un prestamo…
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Cierto, de momento, según comentaron, solo para empresas.
Todavía recuerdo los tiempos felices cuando, a finales de cada año, venían en procesión una serie de bancos, llorosos, compungidos y arrepentidos de sus pecados, a mendigar unos saldos adicionales para poder cerrar con suficiencia sus ejercicios, con las correspondientes contraprestaciones por el favor realizado.
En fin, que difícil es curar mi alergia bancaria y los sarpullidos que me produce, no lo atempera ni un posible beneficio, prefiero invertir en armamento, lo veo mucho más cristiano.
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