Es curioso como nuestras entrañas nos piden máxima recompensa con el menor riesgo, pero nuestra mente sólo es realmente feliz cuando existe el riesgo y conseguimos superarlo.
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Cuidado con esto, porque si bien tiene mucha razón en su post, la gracia de la inversión es que las pérdidas son limitadas (lo que se invierte) y la ganancia no tiene límite. Mire la madre de Camacho que lleva un x7 en las Facebook.
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No como el gañán de su hijo que no llega al x6 por haber ido comprando a diferentes precios… 
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