Una plusvalía o ganancia patrimonial implica siempre una alteración en la composición del patrimonio. Si tengo euros y compro dólares (moneda) no hay plusvalía en euros porque es mi moneda (coste igual a venta) pero si tengo un coste en dólares, todavía no se ha producido transmisión. Con esos dólares compro acciones americanas a un coste acción. En el momento de la venta hay dos alteraciones patrimoniales (plusvalías): de un lado la revalorización de la acción y de otro la revalorización del dólar. Pensemos que las plusvalías se declaran a la AET en euros.
Del mismo modo puede producirse minusválidas por la alteración de la moneda y sin embargo plusvalía por la alteración en el valor de la acción.