No tenemos que esperar a descubrir eso.
Por suerte, la cadena de bloques, aunque es pseudonima, es pública.
Por lo que se pueden ver la antigüedad de los fondos en cada dirección, la cantidad y cómo interaccionan unas direcciones con otras.
De todos modos, el hecho de que exista un gran poseedor de tokens de la red no le da más poder sobre la red misma.
La red la controla el protocolo. Los nodos y los mineros que siguen el protocolo la validan.
Y los dueños de los BTC la utilizan.
Y a día de hoy, además los tokens de BTC están mucho más distribuidos que al inicio.
Lo que seguramente habrá visto Putin es el negocio de atraer una industria como la minería de BTC que va a usar fuentes de energía desperdiciadas hasta el momento. Y verá esa nueva industria como una nueva fuente de ingresos (y sobornos, claro)
Le dejo aquí una gráfica de como tras el “China ban” a la minería, otros países han visto aumentado su rate total de hash en la red.
Llama la atención la apuesta fuerte de Canadá y USA por parte de los mineros. Algo habrán visto allí que les ha gustado