Discúlpeme, su frase se entiende, pero me parece ambigua: se gozará del derecho a aplicar la desgravación fiscal por aportaciones por parte del ‘individuo’ hasta 2.000 euros al plan de empleo de la empresa u otro plan de pensiones y hasta 8.000 euros por parte de la empresa (a parte del límite marcado por un máximo del 30% de los rendimientos netos del trabajo o de actividades económicas).
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No estoy seguro, pero creo que un individuo podra aportar hasta 2000 euros a un plan INDIVIDUAL, y no tengo claro si los 8 000 que se pueden aportar al plan de empleo lo tiene que hacer solo la empresa, o tal vez 50% el individuo ( 4000 euros) y otro 50% ( 4000 euros) la empresa.
Supongo que gestoras como COBAS y otras que tienen tanto planes de pension INDIVIDUALES como de EMPLEO para un mismo individuo acabaran conociendo con exactitud los detalles
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No me extrañaría ver planes ultra conservadores con más del 70% en activos de renta fija “máxima calidad crediticia”; es decir, deuda española, al estilo de la mayoría de planes de pensiones que ofertan las entidades financieras.
Dudo mucho que pongan algo jugoso en función de la edad y/o apetito al riesgo.
Es más, mi parte malévola y desconfiada me dice que va a ser una excusa magnífica para redirigir recursos hacia la deuda pública española para cuando el BCE deje de comprar tan alegremente; no vaya a ser que se encarezca demasiado. Pero esto último es pura especulación… sólo el tiempo dirá
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Disculpe que me haya entrometido.
Las aportaciones a los planes de empleo podrán ser realizadas por parte de la empresa (es el objetivo principal de los mismos, el incentivo del ahorro por parte de la misma), pero también podrán aportar los propios empleados. En cualquier caso, no se podrá exceder conjuntamente el límite anual de aportaciones que aplica y que es de 2.000 euros, salvo para la contribuciones empresariales (de la empresa), ya el empleador podrá realizar contribuciones a favor del empleado de hasta otros 8.000 euros adicionales (hasta un límite total de 10.000 euros). Por lo tanto, la aportaciones propias que realiza el empleado (obligatorias y/o voluntarias) no podrán superar los 2.000 euros anuales, teniendo en cuenta que en este último límite también suman sus aportaciones a planes de pensiones individuales y otros productos de previsión social individual.
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Gracias. Sospechaba que iba a ser así. Gracias por su opinión y, sí, aquí no somos expertos pero supongo que algunos tenemos acceso a consejos “más expertos” y por eso preguntaba para conocer opiniones cualificadas.
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No le quepa la menor duda que ese es el objetivo: encasquetar deuda pública española y rezar para que no pete.
De hecho ya lo insinuó el misnistro Escrivá.
Conmigo que no cuenten!!
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Y si es de obligado cumplimiento? Contemplan esa posibilidad? El sector privado quizás se salve pero no me extrañaría un pimiento que a los funcionarios nos obliguen a destinar una parte de nuestro sueldo a lo que podríamos denominar la mochila española (es un eufemismo para no decir alguna que otra palabrota).
Supongo que el público es un colectivo más vulnerable al devenir de la administración y sus cuentas.
Pero esos bonos por alguién deben ser comprados y si falta demanda…
Pero el estado lo tiene relativamente “fácil” para colocar sus bonos en circunstancias normales. La cuestión es simplemente ofrecer mejores condiciones que parte de los bonos existentes si se complica la colocación.
Vamos que el estado puede colocar bonos casi iguales que los que colocó hace unos meses o unos años, a unos tipos de interés mejores para el que los contrata. Igual el problema lo podría tener precisamente el que se intenta deshacer de esos bonos anteriores.
Creo que es Peter Lynch, alguien con tan poco gusto por los bonos en general, quien afirma, que llegados a determinados niveles de rentabilidad de los bonos, niveles que ahora nos parecen una locura, pero que se dieron a principios de los 80, son mejor opción que la renta variable.
Aquí tal vez se muestra una diferencia significativa entre según que inversores europeos o españoles y según que inversores norteamericanos. Los segundos parecen bastante más reacios a pensar que la estructura en la que se fundamente la inversión en renta variable, podría sobrevivir a un colapso total del marco estatal. Claro que tampoco es lo mismo el marco estatal estadounidense que el español.
En el libro de Howard Marks Como dominar el ciclo de las inversiones, bastante menos interesante en general que el de Lo más importante para invertir con sentido común, pero muy centrado en el tema del crédito. A veces nos olvidamos que las empresas de las que somos accionistas también suelen acudir al mercado de bonos a buscar financiación. Y como ello les puede terminar pasando factura en según que circunstancias.
Fíjense por ejemplo en el caso de Valaris en la reciente crisis del coronavirus, con el petróleo a 0, sus infraestructuras valoradas en esos momentos a unos valores tremendamente inferiores a los normalizados de ciclo e incapaz de obtener financiación para pagar los cupones de la deuda ya emitida.
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