Piense que eso que le está afligiendo no depende de usted. A mi me ocurrió lo mismo la primera vez que viví en el extranjero y me enfrenté a un mercado muy agresivo, de contraofertas al alza y tratos firmados en la misma visita. Estas visitas no eran individuales sino que nos reunían a 5 o 10 interesados y se explicaba todo en común. Muchas veces yo mismo pensaba que otros eran mejores candidatos, así que me fijé en qué hacían ellos para dar esa imagen, porque al final es una mera proyección que complemente los datos económicos.
Le recomiendo el capítulo del podcast con Pablo Tovar, que profundiza en eso de “lo que no podemos controlar”. Ya que sí que podemos controlar como hace que nos sintamos ante el rechazo.