Originalmente publicado en: Actualidad Semanal +D. Semana 31/2025 – Blog Oficial Más Dividendos +D
Imagina a dos empresarios en Estados Unidos, alrededor de 1860.
El primero es un hombre hecho a sí mismo, dueño de una próspera compañía de carretas. Conoce cada ruta, cada atajo y cada peligro entre Missouri y California. Su negocio se basa en la resistencia de sus caballos, la dureza de sus hombres y su habilidad para navegar un terreno hostil. Su mundo se mueve a 5 kilómetros por hora. Para él, el mayor riesgo es una tormenta de nieve en las Rocosas o un eje de rueda roto en el desierto.
El segundo empresario es un visionario, o quizás un loco. No le interesan los caballos ni los caminos de tierra. Está obsesionado con algo nuevo: dos tiras de acero paralelas que se extienden hacia el horizonte. Su negocio es el ferrocarril. Su mundo se moverá a 50 kilómetros por hora. Sus riesgos no son el clima o el terreno, sino el precio del acero, los políticos en Washington y conseguir una cantidad de capital que a la mayoría le parece una fantasía.
Vivían en el mismo país, en la misma época, pero habitaban universos económicos distintos. Uno luchaba por optimizar un mundo que estaba a punto de desaparecer. El otro construía, con un coste y un riesgo desorbitados, un mundo que aún era invisible para la mayoría.
Esa misma fractura está ocurriendo ahora mismo, en tiempo real, en los mercados.
Mientras la economía «de las carretas» —la de los coches, el acero, los bienes de consumo— se enfrenta a sus propias tormentas de nieve en forma de aranceles, guerras comerciales y cadenas de suministro rotas, la economía «del ferrocarril» —la del silicio, los datos y la inteligencia artificial— está tendiendo las vías de un futuro que opera a una velocidad y una escala completamente diferentes.
No son dos sectores. Son dos realidades paralelas. Y esta semana, el choque entre ambas ha sido atronador.
En el nuevo episodio de nuestro podcast, no vamos a analizar el mercado. Vamos a realizar una autopsia a dos mundos.
Exploraremos el «Greenlash», esa violenta reacción política y económica que está costando miles de millones a los gigantes industriales. Y, al mismo tiempo, nos sumergiremos en la «Fiebre del Silicio», una carrera armamentística en la que cuatro empresas están invirtiendo el PIB de un país desarrollado cada año para construir una nueva realidad.
¿Cómo es posible que Ford pierda cientos de millones por una decisión política, mientras Microsoft cruza el umbral de los 4 billones de dólares gracias a ella? ¿Qué nos dice la caída en desgracia del rey de los medicamentos para adelgazar sobre la fragilidad del éxito? ¿Y por qué la historia de Tesla es un laberinto que nos advierte sobre el peligro de confundir una buena historia con una buena inversión?
La pregunta ya no es si el mercado sube o baja. La pregunta es: ¿en qué tren viajas?
Pulsa play para descubrirlo.