Muy posiblemente estés pensando en comprar un reloj conectado, un smartwatch, un reloj conectado…genial!. Me parece una compra con mucho sentido, es un dispositivo conectado capaz de medir tu ritmo cardiaco, mostrar notificaciones de mensajería en tu muñeca, ofrecer distintas presentaciones para visualizar la hora…es genial!.
Así es como una pieza clásica termina, todo se marcha al garete, la tradición se desvanece, lo nuevo sustituye a lo tradicional…Espera un instante, quizá, solo quizá, no sea una opción tan recomendable, no digo que no sea válida, digo que sea recomendable.
Siempre es necesario evolucionar, adaptarse, renovarse, pero también mantenerse unido a las tradiciones.
La inversión y la horología son muy similares, necesitan adaptarse a nuevas situaciones, lo que no significa que pierda importancia los valores tradicionales, las raíces historias, la artesanía tradicional, la atención al detalle o la valoración sutil de la elegancia. Porque así es la inversión, así es la medición del tiempo, así es la vida,
Un reloj tradicional esta unido directamente con la tradición, es una cuestión de sensibilidad, es una cuestión de sensaciones que nos permite conectar de forma de forma sutil y especial con nuestra historia.
Los relojes y la inversión nos conectan y hacen disfrutar en un proceso íntimo, atento al nivel de ejecución, atento al detalle, refleja nuestra nuestra personalidad en escala uno a uno, es definir nuestra identidad de la mejor manera posible.
Una inversión se parece mucho a nosotros mismos, valorar las características técnicas es un arte, es una forma de entender nuestro entorno, es una forma de entendernos a nosotros mismos.
La esencia de la inversión y la horología es ofrecer siempre la mejor versión de nosotros mismos, integrando tradición y creatividad, es construir nuestra identidad, es aunar historia con trabajo y modernidad, implica entender la belleza en el sentido más amplio posible.
Artículo publicado por http://finanzasconfinanzas.blogspot.com