Luis von Ahn es uno de los innovadores latinoamericanos más exitosos a nivel mundial. En estos momentos tendrá unos 36 años. Su historia no tiene desperdicio.
Captcha
Luis invento cuando tenía 22 años el sistema de verificación llamado Captcha. Para que sepamos a lo que me refiero es el sistema que pide que escribamos las letras distorsionadas correctamente con nuestro propio teclado. Es un sistema usado diariamente por más de 200 millones de personas en todo el mundo. Hasta ahí todo correcto. Mucha gente estará maldiciendo al bueno de Luis por haberse peleado con este sistema alguna vez. Pero aquí no viene lo interesante.
Recaptcha
Tres años después de que el sistema Captcha se hubiera extendido, Von ahn creo una variante llamada Recaptcha que termino vendiendo a Google por una cifra sin identificar. Luis se sentía mal como él mismo reconoció “Me sentí mal de que tanta gente estuviera perdiendo tanto tiempo, y me puse a pensar en cómo se podrían aprovechar esos 10 segundos en algo más beneficioso para la sociedad”
Recaptcha aprovecha las palabras correctamente escritas por los usuarios para ayudar a corregir errores en libros digitalizados. Una persona promedio tarda unos 10 segundos en transcribir las letras distorsionadas de su prueba de verificación, lo que a nivel mundial significa unas 500 mil horas diarias en esa tarea. El nuevo sistema se basaba en la idea de que a la vez que las personas se identificaban como humanos, se podría ayudar a digitalizar libros con letras ilegibles, y remplazarlas por las letras o palabras correctas escritas por una masa crítica de usuarios de Captcha.
Así cuando estes usando Captcha no lo veas como una pérdida de tiempo, piensa que estas ayudando a digitalizar un libro con texto ilegible.
Duolingo
Años después Von Ahn creo Duolingo con el propósito de ofrecer cursos gratuitos de idiomas online para personas que no podían permitirse pagarse a un profesor particular o asistir a una academia. Pero se topo con un problema ¿Cómo financiar la empresa si no pretendía cobrar a los alumnos?
En ese momento se le ocurrió una variante de la idea de Recaptcha. ¿Por qué no traducir documentos del inglés al español, entre otros idiomas? Duolingo dice a los nuevos estudiantes si quieres practicar ayúdanos a traducir este documento del inglés al español. Cuando ese documento queda traducido, y hay una versión final que colaborativamente se considera la mejor versión, Duolingo vende esa traducción a la empresa que lo envió. Empresas como CNN entre otras son clientes de Duolingo. Estas empresas se ahorran dinero, ya que un traductor profesional en EE.UU cobra 10 centavos de dólar por palabra, y con Duolingo se cobra de media unos tres centavos por palabra.
La calidad de la traducción es buena ya que varias personas traducen el mismo documento, cada uno puede ver la traducción de los otros, y entre ellos votan cual es la mejor traducción.
A través del ingenio se pueden rentabilizar servicios gratuitos. Esto es importante en la era de Internet y de la búsqueda de la gratuidad. Es por eso que Mark Zuckerberg se niega a poner una cuota anual en Whatpsapp, debe haber una forma mejor de rentabilizar la aplicación. Quizás podría preguntar al bueno de Luis.
Recuerdo cuando vivía en Edimburgo y salia muchos días de la semana de fiesta. En aquellos días no teníamos mucho dinero y la palabra mágica que siempre nos decíamos el grupo de españoles que nos juntábamos por allí era “free”. Si algo era free allí teníamos que estar. Ya fuera coger algo del super que estaba medio caducado, unos chupitos o la entrada a un museo. Una libra se puede ver de manera diferente. No lo valoras mucho si te bajan el precio de 11 a 10 libras, pero si pasas de 1 libra a free de repente se activa una alarma en tu mente y te dices “Esto es para mí”