Los fondos índice, ¿la solución para el inversor inteligente?

En estos momentos me encuentro leyendo, analizando, resumiendo y comentando (vaya trabajos que me pongo) el capítulo 9º de El inversor inteligente que trata sobre invertir en fondos de inversión. Como yo sólo invierto en fondos de inversión, además, mayoritariamente value, lo estoy haciendo con sumo interés. Adelanto para los que leen mis resúmenes-comentarios (igual sólo los leo yo :wink:) que dada la importancia que tiene para mi, va a ser un resumen-comentario algo largo. Bien, me voy a permitir el lujo, gracias a +D y a la paciencia de tan selecto público, de publicar este “adelanto” en base a una conclusión a la que llega Jason Zweig en el comentario que hace de este capítulo acerca de los obstáculos que debe superar el inversor inteligente cuando los fondos en los que invierte empiezan a obtener buenos resultados. Me ha sorprendido la conclusión a la que llega: invertir en fondos índice y que como explica, tanto Graham como Warren Buffet aconsejan.

Reproduzco un extracto de algunos párrafos que estoy resumiendo y comentando, con las preguntas que hago al foro por si alguien tiene la gentileza de contestarlas. Básicamente se trataría de reflexionar si la gestión value es compatible con la inversión en fondos índice. Parece que los maestros así lo creen.

Hay una realidad que debe tenerse en cuenta a la hora de analizar un fondo para incorporarlo a la cartera: cuando mejores son los resultados que consigue un fondo, más obstáculos deben superar los inversores. Habrá que estar atento a esos obstáculos y ver si empiezan a aparecer en alguno de los fondos en los que se esté invirtiendo o se piense invertir al albur de los buenos resultados.

-Gestores “estrella” que se van a otra parte al ser “arrebatados” por la competencia o marchas voluntarias para iniciar su propio fondo de inversión. Esto, de por sí, ya supone una llamada de atención, lo que no quiere decir que los nuevos gestores lo hagan peor, pero ya constituye un aviso.

-Elefantiasis de los activos gestionados ante los elevados rendimientos, lo que hace que el gestor tenga poco margen de maniobra. O coloca el dinero en liquidez perdiéndose posibles subidas de las acciones; invirtiendo en empresas que ya tiene en cartera propiciando una sobrevaloración o compra acciones de empresas nuevas a las que tiene que dedicar más tiempo de investigación partiendo de cero.

-Siendo pasto de los trucos de promoción de fondos, como el invertir en fondos que han sido “incubados” en el ámbito privado comprando acciones de empresas minúsculas o haciendo operaciones fugaces con ofertas públicas iniciales. Si esta estrategia sale bien el fondo puede atraer en masa a inversores públicos dando publicidad a la rentabilidad obtenida de manera privada. O renunciado inicialmente a los gastos de gestión con lo que se incrementa el rendimiento neto y luego cuando los rendimientos del fondo sean elevados asegurarse de que los clientes lo paguen todo. Al parecer la mayoría de fondos gestados de esta manera han caído en la mediocridad.

-Cuesta más hacer operaciones con acciones en bloques muy grandes que en bloques pequeños. El típico fondo suele tener en cartera sus acciones únicamente durante 11 meses cada vez, por lo que los costes de operación pueden hacer desaparecer los resultados rápidamente. Mientras tanto, los restantes costes de gestión de un fondo raramente se reducen, y en ocasiones llegan a aumentar, a medida que crecen los activos.

-A medida que un fondo crece, sus comisiones para los gestores resultan más lucrativas y estos se muestran más reacios a asumir riesgos. De hecho los mismos riesgos que corrieron para hace crecer el fondo podrían alejar a los inversores y poner en peligro sus ingresos por comisiones. Esto puede llevar a seguir a la “manada” y a invertir en las mismas empresas. Para el inversor individual es aconsejable evitar comprar en la misma lista de acciones favoritas que ha sido elegida por las instituciones de gran tamaño o, alternativamente, conservar más pacientemente esas acciones en su cartera.

Ante esta problemática, ¿qué debería hacer el inversor inteligente?

Invertir en un fondo índice que tiene en su cartera todas las acciones del mercado, en todo momento, y que ha renunciado a cualquier tipo de pretensión de que vaya a ser capaz de elegir las “mejores” acciones a la vez que evita las “peores”, consiguiendo a largo plazo mejores resultados que la mayoría de los fondos.
Mi pregunta es, ¿también mejor que los fondos de gestión value?

Un fondo índice tienen un solo defecto: es aburrido. Su objetivo consiste en igualar la rentabilidad del mercado, no en superarla.
Incluso Graham alabó en los últimos años de subida a los fondos índices como la mejor opción para los inversores individuales, al igual que lo hace Warren Buffet, en base, sobre todo al cobro de comisiones mínimas.

En la actualidad esto es así? ¿Qué responde la filosofía de inversión en valor a esta propuesta? Creo recordar que algunos gestores value españoles se han manifestado en torno a la idea de diversificar una cartera de fondos de inversión incluyendo algún fondo índice.

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Me respondo a mi mismo y sin que sirva de precedente. Si veis que lo vuelvo hacer avisadme, me lo tendré que hacer mirar. Una cosa es que uno se hable solo, pero que se responda…:smile:

Bromas aparte, después de ver el Finect Talk de Marcos, veo que él si que apuesta para una parte de la cartera por los fondos indexdados, de hecho, parece que apuesta por una CARTERA PERMANENTE, donde invierte en diferentes tipos de activos. Aquí no pienso como él, si hay buenos gestores value, y en la actualidad ya tenemos varios ejemplos, yo prefiero diversificar en fondos de este tipo de gestión y no me permito más que una licencia hacia la renta fija, el Cartesio X. En fin, cada inversor y su cartera, somos un mundo.

Los fondos índice ayudan como mínimo a entender mejor de donde sale la rentabilidad de los fondos.
Al final actúan como una especie de fuerza de la gravedad sobre la rentabilidad de cualquier gestor activo o value dado que por bueno que sea el gestor, si además es consistente, lo tiene complicadísimo para superar de forma amplia a un índice que se ajuste a su tipo de gestión.

Por ejemplo cogemos el fondo de RV española más rentable de los últimos 10 años, el Metavalor.


Vemos que parece superar de forma notable a su supuesto índice de referencia pero nos podemos fijar como la mayor parte de esta diferencia se ha conseguido los últimos 3 años. Vamos que se había pasado 7 años no consiguiendo superarle apenas.

Pero es que además viendo su cartera sería necesario compararlo con un índice español menos ponderado por tamaño dado que el fondo pondera mucho las empresas pequeñas y muy poco las grandes

Encima podríamos comparar la supuesta habilidad del fondo para superar un escenario muy adverso para su poca flexibilidad geográfica.

Vamos que a 10 años nos habría salido casi igual tener el Carmignac Securité. Esto no significa que sean equivalentes ni por asomo a largo plazo, pero significa que los gestores por buenos que puedan ser, si no nos vamos a plazos ya muy grandes y según las circunstancias, lo tienen complicado a veces para superar los problemas relacionados con la tipología de estrategia seguida.

Pongo el siguiente gráfico para ilustrar de nuevo como un desempeño que pueda parecer una cosa incluso en un plazo grande como 10 años a la que le sumas 2 o 3 años más es otra cosa tremendamente distinta.
Pero igualmente una evolución muy superior a larguísimo plazo puede traducirse en una evolución igual o peor para el inversor que invierte en un plazo más delimitado en el tiempo. Parece casi imposible que el gráfico anterior sea la mayor parte de el siguiente en plazo temporal.

A los que les gusta entrar en los fondos que lo han hecho tremendamente bien los últimos 3 años para estar en ellos durante largo plazo harían bien en preguntarse hasta que punto la rentabilidad superior no se va a deber a factores que ya habrán rendido por encima de la media demasiado y que van a sufrir el efecto de la gravedad (reversión a la media) en todas sus consecuencias.

Vamos con otro ejemplo, Bestinfond. Ya sabéis que a mi me gustan poco las rentabilidades a 3 años. Pero vamos a ver de nuevo hasta que punto podemos considerar que este fondo lo está haciendo mejor que un fondo índice equivalente.

Si miramos el siguiente gráfico sacado de Morningstar así lo parece.

Pero vamos a mirar alguna cosa más.

Según estos datos de Morningstar el fondo lo está haciendo mejor que un índice de empresas europeas de tamaño grande pero peor que otro índice europeo de empresas más bien pequeñas y sin ponderar Reino Unido y que el comportamiento del fondo ha sido ligeramente más parecido a lo segundo que a lo primero.

Resumiento que a 3 años difícilmente podemos afirmar que lo esté haciendo mejor que un índice acorde con su tipología de gestión. De hecho esto siempre es complicadísimo de afirmar en fondos de RV o la gran mayoría de productos que van a un plazo de tiempo significativo.

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Ya, de la manera magistral que lo explica, saco la conclusión de que a largo plazo, 10-20 años, puede ocurrir que todo se iguale, a pesar de que las oscilaciones en un activo sean mayores que en otro. Pero esto es como la vida misma, al cabo de 20 años echas la mirada atrás y analizando lo que has hecho o podrías haber hecho te imaginas lo que podrías haber conseguido. Vano esfuerzo ya que no tiene remedio. ¿Invertir en fondos de gestión activa o pasiva? Tomas una decisión y al cabo de 10-20 años verás los resultados. Lo mismo, ya sin remedio. Por lo tanto, vive e invierte de acuerdo con tus convicciones actuales y deja que pase al tiempo.

Razón de más para invertir en modo reiterativo.
El año 2008 rompió todas las medias, y las estadísticas y gráficos que lo incluyan, o que no lo incluyan, hay que evaluarlas con el grado de “reserva” o información necesaria.

Vais a ver lo gracioso que será ver en 2019 las rentabilidades a 10 años, a poco que esto no se desmorone (que quien sabe… igual la media viene a 2018-2019 con una bajadita para poner todo “en medias históricas”).

Lo que quiero decir, es que cuando hay años un tanto inusuales, las medias que los incluyen, o las medias a partir de cuando se pasen, hay que verlas con toda la perspectiva.

3-4 años de inversión recurrente, y las medias serían más ajustadas.
Por lo general a 20 años, coja el plazo que se coja (no siendo en fechas muy puntuales), las rentabilidades medias suelen ser muy parecidas.

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Y como estoy bebiendo de las fuentes del oráculo, traigo a colación la parte del capítulo 9º que trata sobre la inversión en fondos de inversión, concretamente el comentario del capítulo que hace Jason Zweig, al final, trata de cuáles son las características que tiene que tener un fondo para batir al índice. Os reproduzco un “breve” resumen, en mi opinión muy interesante ya que podría servir para analizar si los fondos value en los que invertimos cumplen alguna de esas características. ATENCION AL APARTADO DE CUÁNDO CERRAR UN FONDO (en este momento hay un encendido debate en el foro del True Value, en Rankia, para que digan los gestores si lo cierran o no). Ante las palabras de “maestro” me inclino y comprendo perfectamente a los gestores del True Value:

¿No hay fondos que consigan mejores resultados que el índice? De entrada tendrían que tener estos rasgos:

-Los gestores están entre los mayores propietarios de participaciones del fondo, de esta manera lo más probable es que gestionen el dinero del inversor de la misma manera que harían con el suyo propio: no inflarán las comisiones, ni permitirán que los fondos adquieren dimensiones ciclópeas o que sufra una liquidación tributaria de pánico.

-Que sean fondos baratos. No tiene por qué conformarse un inversor con pagar elevadas comisiones en base a la elevada rentabilidad temporal. Cuando la rentabilidad baje, los costes de propiedad del fondo prácticamente no experimentarán variación alguna.

-Cierran la entrada a nuevos inversores. Los mejores fondos suelen estar cerrados a nuevos inversores, y únicamente permiten que los partícipes que ya estaban presentes en el fondo adquieran más participaciones. También es señal que los gestores del fondo no ponen sus carteras por delante de las de sus partícipes. Sin embargo, el cierre debe producirse antes, no después de que el fondo experimente un crecimiento explosivo.

-No hace publicidad. Los mejores gestores de fondos suelen comportarse como si no quisieran su dinero. No aparecen constantemente en los programas financieros de la televisión ni en los medios de comunicación en general, alardeando de que son el número uno en rentabilidad.

Concluyendo, ¿cuáles son las características de un fondo victorioso ante el índice?

Un fondo de bajo coste, cuyos gestores sean los principales accionistas, se atrevan a ser diferentes, no hagan publicidad con sus resultados y hayan demostrado que están dispuestos a cerrar la entrada al fondo antes de que éste crezca demasiado para su capacidad de gestión. Y después, sólo después, consultar su calificación en Morningstar. Por último, analizar el rendimiento conseguido en el pasado, recordando que sólo es un indicador de cuáles pueden ser los resultados en el futuro, ya que como ocurre con cierta frecuencia los ganadores del pasado suelen ser los perdedores del futuro. Sin embargo, como se ha puesto de manifiesto: los perdedores del pasado casi nunca son los ganadores del futuro. Hay que evitar los fondos que han mantenido una rentabilidad permanentemente deficiente en el pasado, sobre todo si tienen unos costes anuales por encima de la media.

Compruebo como la mayoría de los gestores value en los que invierto, por lo menos dicen que van a hacer todo esto. Vamos a ver.