En esta entrada voy a reflexionar sobre cómo se ve influenciada la inversión por esta situación tan prolongada de tipos bajos o tipos cero.
Esta es una situación sin precedente histórico, nunca los tipos han estado tan bajos durante tanto tiempo y por lo que indican los bancos centrales, esto parece que va para largo. Para esta entrada voy a suponer que esta situación de tipos cero se prolongará entre 5 y 10 años (esto es una suposición no una predicción).
Examinando la historia no hay precedentes iguales, pero si hay unos precedentes históricos a largo plazo que yo considero que hay que tener en cuenta.
A groso modo y resumiendo mucho:
De 1945 a 1973 hubo gran crecimiento económico con inflaciones moderadas y tipos de interés también moderados, (esta etapa se conoce como la época dorada del capitalismo).
De 1973 a los primeros años 80 hubo una década de estanflación, bajo crecimiento, alta inflación y altos tipos de interés. Está época fue mala para la renta variable.
De mediados de los 80 hasta la gran recesión de 2008 los tipos de interés se movieron entre moderados y bajos.
Desde la gran recesión de 2008 los tipos han estado muy bajos.
Los tipos de interés se fijan por los bancos centrales en función de múltiples variables, pero si tuviera que ordenar su importancia yo creo que iría así:
Inflación, a más inflación más altos los tipos de interés.
Desempleo, a más desempleo más bajos los tipos de interés.
Crecimiento económico, a menos crecimiento más bajos los tipos de interés.
También se examinan otras muchas variables, pero estas tres son las más tenidas en cuenta.
Mientras la inflación no suba estos tipos bajos perdurarán, pues no tendría sentido con los niveles de paro actuales y el bajo crecimiento subir los tipos.
Últimamente se comenta mucho sobre el riesgo de que haya fuertes inflaciones en el futuro que dejen a las todas divisas muy devaluadas. De ahí a surgido un fuerte interés por poner oro en las carteras.
En función de todo esto que comento paso a dar mi humilde punto de vista al respecto de cómo configurar las carteras de inversión en el escenario actual.
Renta variable: Debería pesar entre un 50% y un 80% del patrimonio financiero. Para un inversor de zona euro un mínimo de 2/3 de la cartera de renta variable debería estar en la zona euro, simplemente para prevenir el riesgo divisa. También hay que tener presente que los tipos bajos pueden generar burbujas en renta variable, inmobiliario, ect.
Liquidez: Debería pesar entre un 20% y un 50% del patrimonio financiero. En el entorno actual considero que la liquidez es muy importante. Con inflaciones bajas pierde valor muy poco a poco, las crisis de 2000, 2008 y 2020 han demostrado que la liquidez no tiene correlación con la renta variable principalmente y tampoco con otros activos. Te permite acceder a activos baratos en momentos de crisis. La liquidez no deja de ser algo especulativo, estás a la espera de que algún activo esté a unos niveles de precio atractivos. Ningún otro activo puede sustituir a la liquidez en entornos de tipos cero.
Bonos: Hasta que no suban los tipos de interés yo prefiero no tenerlos en cartera.
Oro: Pese a la moda actual de tener oro en cartera yo prefiero no tener oro en la cartera, pues considero que en su lugar preferiría tener en todo caso bonos ligados a la inflación. El oro te puede proteger en caso de inflaciones fuertes, pero a cambio también pone riesgos en la cartera, pues nada garantiza que el oro no baje de cotización.
Espero que les haya gustado esta entrada, solo pretendo abrir el debate al respecto, pues considero que es un tema relativamente poco debatido.